Overdose: La Nueva Mafia

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— ¡MALDITA SEA! — grita SeHun, pateando uno de los muebles en el vestidor.

Busca su móvil entre sus cosas, gruñendo como animal a cada segundo. Marca el número de LuHan innumerables veces, pero no hay respuesta. Está desesperado, no puede mentir, quizás LuHan haya visto absolutamente todo y ahora se esté imaginando el peor escenario de todos.

Prueba suerte al llamar a BaekHyun, pues sabe que él ya debe de encontrarse con LuHan en China. Nuevamente, no hay respuesta. Está desesperado.

— ¡Mierda, SeHun! — exclama JongDae a penas entra en el vestidor — ¡¿Qué demonios fue todo eso!? — pregunta sorprendido.

— ¡No tengo una puta idea! ¡No sabía que esa mujer estaría aquí! — dice exasperado — ¡NO SÉ PORQUÉ DEMONIOS ESTOY AQUÍ!

Miente, sí sabe, pero no quiere aceptarlo. Los negocios que tienen en Italia son de los más importantes y resulta más fácil moverse sin que alguien sospeche cuando se es un modelo reconocido a nivel mundial, porque nadie se atrevería a pensar que anda en esos pasos. Se maldice. Quiere hacer algo pero no sabe que. Podría simplemente mandar a la mierda todo, tomar un avión a China y explicarle a LuHan lo que realmente pasó, pero sabe perfectamente que no puede hacerlo, porque Ryeo Wook lo noquearía con un sólo golpe.

Tiene que irse. El desfile ha terminado. Tienen que irse directo a Rusia para ayudar al resto a desmantelar la que podría ser una de las bases más grandes de la Alianza. Pero piensa. LuHan. Es mucho más importante que una base, LuHan es más importante que cualquier otra cosa. Piensa en una manera de escaparse y poder verlo, necesita verlo.

— Basta, SeHun, tienes que mantener la cabeza fría, tienes que estar concentrado. — le dice JongDae.

— ¡¿Tú estarías con la cabeza fría no sabiendo que está pasando con MinSeok?! — pregunta enojado.

« Joder. » piensa Yixing, que a penas entra a los vestidores seguido de Tiffany Young y Kim Ryeo Wook.

— ¿De qué demonios hablas, SeHun? MinSeok está por venir en cualquier momento. — frunce el ceño.

— No, JongDae — Yixing le dice —. MinSeok se entregó a la policía ayer, nosotros sólo estamos obedeciendo el plan que el dejó en nuestras manos.

JongDae se da la vuelta lentamente, encarando a Yixing, que lo ve sin expresión, apretando los puños en señal de nerviosismo. Respira agitado, está furioso. Por su mente pasan miles de imágenes donde MinSeok está siendo torturado nuevamente y la sangre se le calienta de manera impresionante. No ve ni escucha claramente, pero sabe que él permanece en silencio, y sabe también que todos esperan su reacción que no tarda en llegar.

El puño en una de las mesas llenas de maquillaje es poco comparado a lo que todos esperaban. La mesa fue destrozada de un sólo golpe, y todo el maquillaje está tirado en el suelo. JongDae se agarra el cabello y tira con fuerza mientras suda descontrolado, murmura incoherencias, pero termina por gritar:

— ¡¿DÓNDE ESTÁ?! — Yixing no responde — ¡DIME DÓNDE MIERDA ESTÁ MINSEOK!

— Chen... — trata de hablarle Ryeo Wook.

— ¡NO! — ruge furioso — ¡¿DÓNDE ESTÁ MINSEOK!?

— ¡MIERDA, JONGDAE! — Yixing lo toma del cuello de la camisa, respirándole en el rostro — ¡Tienes que calmarte! ¡MinSeok no quería esto, joder! — le grita.

— ¡¿Y qué mierda quería MinSeok!? ¡¿Ser torturado otra vez!? ¡¿Eso!? — le grita de igual forma — ¡La vida de MinSeok peligra si no está conmigo!

Yixing le propina un puñetazo en la quijada, y JongDae cae al suelo, llevando una mano a la zona. Las lágrimas brotan sin parar, mojando su rostro y luego el suelo.