53; Osaka pt. 2

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WARNING: mucho personaje secundario, decía eso. Y también que es algo largo.

¿Dónde están las yuwinistas? Este es su capítulo. <3

[Para ponerlos en contexto, todo esto pasa dos días antes de que SeHun se entere de que los Oh son los Goats. O sea que, pasa el mismo día en que ZiTao se ve con su madre y el mismo día en que YiFan y Mina tienen la reunión de negocios con el hombre alemán. Recuerden, todo esto —exceptuando el final— pasa antes del primero de febrero]





Osaka, Japón.

Cuando Nakamoto Yuta escucha las palabras que Sicheng pronuncia, sabe que la ha jodido y bastante. El Omega muerde su labio inferior con las lágrimas bajando por sus mejillas. Sicheng tiembla. Todos en la habitación se han quedado en completo silencio esperando a que Yuta se mueva y haga algo con el desastre de lágrimas que es Dong Sicheng.

Embarazado. Yuta jamás había pensado en eso, jamás se planteó la idea de una familia, y quizás por eso es que se encuentra petrificado. Lo cierto es que no sabe en realidad como es que una familia debe comportarse —al menos no del todo—, pero extrañamente la idea de formar una no le desagrada, menos cuando imagina a Sicheng sosteniendo al que sería su hijo.

Yuta se inclina hacia Sana, susurrando algo en su oído. La rubia la mira indignada, sin poder creerse sus palabras, pero el japonés luce tan serio que termina por acercarse a Sicheng, tomando su mano mientras lo ve con una sonrisa pequeña.

— Es mejor que descanses, Sicheng. Vamos a tu habitación un momento, ¿De acuerdo?

Minatozaki Sana es dulce, todo en ella es delicado y colorido, por eso Sicheng no opone resistencia cuando Sana lo guía fuera de la oficina de Hirai Momo, sin darse cuenta que la rubia gira su cabeza para observar a Yuta con ojos furiosos.

— Finalicen esto — dice refiriéndose al plan —. Tengo que ir a un lugar, regresaré por la noche. Respecto a ustedes dos — Nako y Kenta lo miran de inmediato — hablaremos luego.

— ¿A dónde mierda vas? — Momo lo frena cuando lo toma del brazo.

— A visitar a mi madre — la pelinegra se sorprende, y lo suelta, mirando después hacia el suelo —. Me tardaré porque también tengo que comprar unas cosas.

— Yuta nii-san — el mayor lo mira —. No puedes irte ahora, Sicheng te necesita.

— Estoy haciendo esto, exactamente por eso, porque él y nuestro bebé me necesitan — dice firme en su palabra —. Momo, arregla una reunión con el líder de Nagoya para esta noche de ser posible. Tengo cosas de qué hablar con Rei.

— ¿Rei? — pregunta desconfiada — Ese hijo de puta no va a ayudarte, ustedes se odian.

— Entonces voy a forzarlo a que me ayude incluso si al final del día voy a quebrarle el cuello.

Yuta se da la vuelta sin decir nada más, saliendo próximamente de la casa de Hirai Momo.

— ¿Necesita que lo llevemos, señor Nakamoto? — pregunta uno de los guardaespaldas.

— No, iré solo. — responde simple, el otro asiente y le entrega las llaves del auto.

Yuta ni siquiera se molesta en llevar un solo hombre con él, está en su casa prácticamente, es dueño del país entero y todos en ese lugar lo saben. Nakamoto Yuta, el primer y único hijo de Nakamoto Daisuke, el único capaz de dirigir a la mafia japonesa. Deberías estar loco para siquiera atreverte a verle a los ojos.

Hace rugir el motor del auto, las ruedas emiten un chillido cuando rodea la fuente de la entrada y sale por completo de la propiedad. Las calles a esa hora de la mañana siempre están movidas, llenas de color y alegría, pero hoy es un día bastante agridulce para el japonés. No quiere pensar demasiado, más bien quiere actuar lo más rápido que se pueda para que así nadie vuelva a molestarlo en toda su vida.

Overdose: La Nueva MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora