Periodo

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Volvíamos a casa después de una caminata mañanera. Habíamos caminado-trotado más de dos kilómetros. Tom estaba como si nada, pero la verdad que a mi, esto no se me daba muy bien, ya  que respiraba terrible, es que  tenía que hablar, siempre hay algo para hablar. 

Admito que gran parte del tiempo me cuesta estar callada. 

- Te encuentras bien? -Tom tomó mi mano.

Si bueno, ahora era uno de esos momentos exactamente donde no hablaba. Llevaba unas 3 cuadras callada.

Estaba en mi periodo, y ahora mismo, estaba doliendo muchisimo, enserio muchisimo. Así que estaba concentrada en ello y no en hablar.

- Digamos - Hice una mueca

- Te has cansado? Te duelen los pies? - preguntó

Oh mis hormonas, podía sentirlas entrar en acción. No ahora por favor.

- Es que mis ovarios estan doliendo horrible - me quejé

Con el tiempo, esto se había tornado en algo normal en nuestra relación, sé que debería ser en todas aunque la verdad no era. Mi periodo solía comportarse como un perro conmigo, por lo que era muy abierta al hablar de el, y Tom había sido muy abierto al escucharme, aprender y ayudarme.

Llevábamos solo unos 3 meses juntos cuando me había quedado a dormir con él, y por alguna razón mi periodo decidió llegar antes. Nunca había sentido tanta pena cuando me desperté y todo mi short estaba manchado, las sábanas y una parte del calzoncillo de Tom. No sabía que hacer. Por suerte, aun vivia con Dom y Nikki así que ella  muy amablemente ayudó.

Flashback

- Tom? - susurré pero solo recibí una queja de respuesta.

- Tom, por favor -

Abrió sus ojos lentamente y me miro confundido.

- Por qué estas fuera de la cama y vestida? - se talló los ojos.

- Paso algo ....- mordí mi labio

- Qué? estas bien? - se sentó en la cama de golpe y me escaneo con la mirada. 

- Mi periodo se adelanto y, oh dios enserio lo siento, pero he manchado las sabanas....y a ti- susurré

No podía estar pasándome. Enserio, señora naturaleza, no podía haber elegido peor momento.

- Oh...- musito

- Si te levantas en solo 5 minutos puedo cambiar tus sábanas y me las llevaré para lavarlas, lo juro, solo 5 m- 

- Qué? No, tranquila, te ayudare y podemos limpiarla juntos - Se levantó.

Ya se había cambiado y ahora había ido a buscar el jabón mientras yo ponia unas sábanas nuevas, las otras ya estaban en la ducha.

- Y...te sientes bien? - preguntó mientras me ayudaba a sacarle la mancha.

- Si - hice una mueca

-  No tienes que sentir pena, es algo normal, perdón si hice algo mal, es la primera vez que me pasa algo asi y lo último que quiero es que te sientas mal -



- Quedan unas 4 cuadras, quieres que te cargue? o prefieres seguir caminando? - me tomó entre sus brazos

- Estoy bien - sonreí

- Oh Eli, nena, enserio quisiera golpear a tu maldito periodo por hacerte sentir mal cada mes -

- Yo también quisiera- me sinceré. Ambos reímos.

Cuando llegamos a casa, estábamos completamente solos así que me encaminé escaleras arriba y entre al baño. Una ducha caliente seria perfecta.

Podía sentir mis músculos a  gusto después del ejercicio. Me puse mucho jabón porque amaba el olor de este y me hice una mascarilla rápida de ducha en el pelo. Salí y me vestí decente ya que iríamos a comer con la familia de Harrison. 

- Permiso - Tom entró cuando me estaba poniendome unas botas - Puede la habitación oler así siempre? - llenó sus pulmones de aire. Sonreí acercándome a él y me escondí en su cuello.

- Me tengo que ir a bañar - rió después de un rato al ver que no estaba dispuesta a soltarlo. Negué.

Puso sus manos en mi cara y me hizo mirarlo. Beso mi frente y luego mis labios. De una manera tan dulce que sólo él sabía.

- Te hice té, ve antes que se enfrie -

Sonreí tanto que estoy segura que llegué a parecer al guasón. Podía ganarle a Tom 100 veces en mi amor al té incluso sin ser británica. 

Una hora después estábamos en la casa Osterfield. Con Charlotte habíamos terminado de poner la mesa y ahora hablábamos de cosas torpes ya que no teníamos mucho en común pero siempre lograbamos tener buenas charlas.

Tom y Harrison estaban ayudando a Phil en la cocina y desde aquí se podía escuchar el lío que estaban haciendo.

- Estoy segura que tus gritos se escuchan hasta en la calle - le reproche con gracia a Tom

- Es que Harrison me esta peleando, cierto que soy mejor ayudante en la cocina Phil? - Le preguntó como niño chico enojado a la mamá de Harrison.

- Los dos son un desastre - se rió

- Mamá! - se quejó Harrison y todos nos reimos.

No sé como lograron soportarlos juntos en sus peores años adolescentes.


Holland HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora