Pantalones fuera

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Me encontré las dos semanas entrantes acompañando a Tom a cada lugar que mis horarios m lo permitían. Conocí muchos estudios de programas que veía desde casa, y lo mejor por lejos, es que conocí el estudio de radio BBC. Clase de momentos que le ruegas a tu mente nunca olvidar.

Como había estado con Tom en lugares donde habitan, demasiado, los paparazzis, muchas fotos de nosotros estaban en internet actualmente. Pero solo había visto algunas, ya que después de más de un año juntos, aprendí por mi salud a no prestar demasiada atención a esas cosas.

Ahora mismo me encontraba en la puerta del consultorio de mi psicóloga esperando que Tom viniera por mi. No nos habíamos visto en todo el día así que dijo que saldríamos a comer, sólo nosotros dos, y la verdad me encantó la idea.

La separación de mis padres cuando era chica, había sido como la cereza del terrible postre que tenía por cabeza. Había luchado con ella, como cualquier persona con sus problemas, toda mi vida, siempre creí que era normal y que podía sola, hasta que comencé mi relación con dicho chico llamado Thomas, ahí todos los traumas (de los cuales yo no tenía ni idea) que me había dejado la separación de mis papás salieron a la luz. Nunca iba a poder tener una relación sana con mi asfixiante mente, así que comencé terapia, sólo venía una o dos veces veces al mes de todos modos, pero de verdad me había ayudado.

Vi el auto pararse en segunda fila a unos metros de mi, salí de debajo del toldo que me resguardaba de la fina llovizna que caía y camine hasta el auto. Primero subí mis cosas atrás y luego me subí adelante junto a mi chico. Se acercó a saludarme y un auto detrás dio un bocinazo que nos hizo saltar a ambos del susto.

- Pero que agua fiestas - murmuró Tom mirando por el espejo retrovisor mientras avanzaba - uno no puede darle un beso a su hermosa chica después de no haberla visto todo el día -

Reí. Bajé el espejo que tienen los autos en los asientos copilotos, acomode mi pelo y revisé mi maquillaje.

- Cómo estuvo tu día? - preguntamos a la vez - tú primero - insistí. Cambié la radio.

- Bien, no tengo mucho por decir, entrené, arregle unas cosas de la fundación con mamá y luego tuve una charla telefónica con Joe Russo, tú? -

- Bueno, en la universidad me anote en un nuevo programa de caridad, así que estoy bastante entusiasmada con eso, fui al trabajo y nada nuevo sólo casi di mal un vuelto y Oh! no sabes, una nena fue con un super tierno disfraz de spiderman, enserio super tierna - enfaticé - y luego ya vine para aquí, puedes creer que estuve una hora en la sala de espera? un infierno, pero bueno -

Luego de unos 5 minutos, llegamos a uno de mis restaurantes favoritos. Entramos y nos dieron mesa en un lugar un tanto apartado. No era un lugar ni lujoso ni de comida rápida, y servían de la mejor comida. Mire la bonita imagen de la lluvia y las luces en la ventana que había detrás de Tom.

Me estaba contando entusiasmado de la nueva película que en nada comenzaría a grabar, ya se había leído el libro dos veces ya y me pidió si luego le prestaba uno de mis marcadores para resaltar las lineas que aun no se sabía. Le dije si podía leer el libro también y me dijo que sólo una vez que él ya se haya ido a grabar.

- Ya ha pasado un mes y medio - comentó mientras me pasaba las arvejas de su ensalada a mi plato, no le gustaban en absoluto.

- Lo sé, puedo decir que me acostumbré muy fácil a todos ustedes - corté un pedazo de mi carne y me la lleve a la boca. Estaba exquisita. Habiamos pedido lo mismo, sólo que mi ensalada tenia carne y la suya pollo - y en otro mes y medio te iras - dije triste

- En dos meses y medio, falta, no te deshagas de mí tan rápido - me señaló.

Cuando salimos, la lluvia estaba peor, así que ni nos gastamos en correr hasta el auto, de todos modos nos mojariamos. Íbamos cantando Singing in the rain, no había nadie en el estacionamiento así que éramos más que libres.

- Dame un beso en la lluvia y seamos cursis - le grite. Estaba a un metro de mi y el ruido de la lluvia no ayudaba mucho. Corrió hasta mi, la fuerza de su cuerpo chocar con el mio casi me hace caer así que me sostuvo por las caderas. Uní mis labios con los suyos, las gotas corrían por entre nuestros labios y por alguna razón me daban cosquillas. Puse mis manos en sus mejillas atrayéndolo más a mi. Besarlo era de esas cosas que podía hacer toda la vida, como cuando dices que podrías comer pizza por siempre.

- Te amo - pegó nuestras frentes. Sonreí

- Y yo una millonada - tiriré. Ya me estaba dando frío

- Alguien tiene frió, vamos al auto-

Me dio pena sentarme toda mojada en el auto, a Tom le molestaba para manejar, asi que se sacó todo quedando en ropa interior y le di mi remera extra que llevaba en el bolso del trabajo, era por si me manchaba o algo, para que no se viera tan raro, aunque lo era. Llegamos, y para nuestra mala suerte todos estaban jugando a la consola en la sala.

- Oh por dios - Tuwaine nos vio primero. Le pusieron pausa al juego y los otros dos se giraron a vernos.

Estábamos todos mojados y Tom medio desnudo, le habíamos dado el chisme perfecto, ahora nos molestarían por semanas, o hasta que nos pasara otra cosa.

- Estos jóvenes cada vez están peor - negó Harrison

- Y tus pantalones Tom? los rompiste de una erección? - bromeo Harry. Tom lo miro mal.

- Sólo nos mojamos con la lluvia y se me hacia incomodo para manejar, así que me los saqué y ya, sigan con lo suyo, nos iremos a bañar -

- Juntos? le subiré el volumen al televisor - se giraron para seguir jugando. Tuwaine le subió demasiado, estaban jugando algo de armas así que se escuchaban los disparos y la respiración agitada del muñeco por correr. Tom me tomó de la mano y fuimos escaleras arriba.

Fue a buscar los toallones mientras yo abría la ducha. No dejaba de tiritar del frio.

Mientras lo esperaba, me puse a pensar. Tenía ese miedo de que sabía que estaba viviendo los mejores momentos de mi vida, y sé que me esforzaría para que hayan más, pero es ese sentimiento de que sabes que tienes algo bueno pero no puedes hacer nada para que no se vaya, sólo tienes que disfrutarlo lo más que puedas.

Sólo esperaba que él tiempo no pasara tan rápido, no quería que Tom se fuera.

Holland HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora