Rainbow Eyes [DouShino]

Cap 6

Douma se rió entre dientes al pensar en la reacción de Shinobu cuando abrió el regalo. El hombre no quería ser gracioso, hablaba en serio. Akaza, un colega del campus, sugirió que Douma diera regalos en forma de artículos que le gustaban a la mayoría de las chicas, una caja de bolsos, un par de zapatos, un vestido, básicamente tales artículos. Douma miró a Akaza con recelo, era muy raro que el niño quisiera hablar con él. Por lo general, Akaza siempre considera que Douma es el trastorno número uno, y considera más seriamente la existencia de Douma como irreal. Douma lloró como cocodrilo cuando el niño realmente lo desafió a pelear al comienzo de su reunión.

Douma pensó que si le daba un regalo como Akaza sugirió, era probable que Shinobu lo tirara a la basura o lo quemara. Douma no malgastará dinero en algo que aún no se ha recibido. Después de todo, Shinobu es una típica chica de secundaria que es un poco diferente de las chicas de su edad. Shinobu no tiene interés en artículos desechables caros. Debido a que lo primero que cruzó la cabeza de Douma cuando se encontró con Shinobu en la librería fue la altura de la niña, Douma finalmente compró un cartón lleno de cajas de leche. Shinobu no lo tirará. Al menos tomaría uno y luego lo compartiría con sus compañeros de clase.

Douma se encogió una vez más. Sus sentimientos eran caóticos, una mezcla de feliz, apasionado, tímido, que de alguna manera los expresaba. Douma puede conseguir a cualquier chica que quiera. Cambia sus parejas de citas al menos una vez a la semana. Aunque fuera solo una breve relación basada en sentimientos, Douma trató a sus chicas bastante bien; ah, no todas las chicas estaban fascinadas con sus ojos arcoíris. Algunas de hecho cortaron los lazos unilateralmente porque pensaron que Douma nunca había sido serio, a pesar de que desde el principio Douma había dicho que solo quería jugar.

"Qué tonto de mi parte. A Shinobu-chan le gustan los libros. La próxima vez la llevaré a la librería y dejaré que elija los libros que le gustan".

Douma se alisó el cabello plateado con los dedos. "También olvidé pedir su número de teléfono. Fui tan estúpido".

Akaza que se sentó al lado del hombre solo miró brevemente, decidió quedarse callado y pretender no conocer a ese ridículo ser humano.