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JiMin POV.

Desde el día de la fiesta no hablé con Jong, no atendí sus llamadas y terminé por bloquearlo de todos los medios posibles, los mensajes de Baekhyun fueron en aumento preguntándome que había sido aquello pero simplemente no tenía la más mínima respuesta que darle y tampoco era como si quisiera tocar el tema de nuevo.

Me sentía mal conmigo mismo por haberle echo eso a YoonGi y el sentimiento de culpa crecía cada vez que el alfa me mandaba un mensaje para preguntar por mí o me llamaba, sabía que el tiempo estaba sobre mí y en mi contra respecto al vídeo y que yo sólo estaba holgazaneando mientras me quedaba en la cama por el resto del día dándole vueltas al asunto una y otra vez en repetidas ocasiones.

La puerta de mi recámara fue abierta con suavidad y posteriormente se escuchó la neutral voz de mi mejor amigo.

—¿Piensas desayunar? —Suspiró. —JiMin, quedarte en la cama todo el día no te va a hacer mejor, pasado mañana vuelves a la universidad y vas a tener que afrontar todo, tienes que hablar con YoonGi, ya.

—No tengo ganas de nada TaeHyung, no quiero saber como se va a poner Yoon... yo no quería provocar esto —Abracé la almohada que tenía cerca contra mi pecho.

—Pero ya las cosas pasaron, no puedes volver el tiempo Park, tienes que hablar con YoonGi —Su voz fue dura, sabía que él también estaba enojado conmigo porque me había advertido varias veces y yo simplemente les ignore.

—Ya se... nos vamos a ver hoy en la tarde... —Me reincorpore en la cama sin muchos ánimos mirando fijamente a través de la ventana con ojeras debajo de mis ojos y los mismos hinchados seguramente después de haber llorado tanto. —Sé que vamos a terminar Tae... sé que me va a dejar  —Mi voz se quebró y las lágrimas amenazaban con salir. —Sé que eso va a pasar por mi idiotez y por no haber tenido cuidado, no quise escucharlos...

El alfa caminó hasta donde yo estaba y me abrazó rodeando mi cuerpo entre sus brazos mientras leves sollozos se escapaban de mis labios.

—Yo sé JiMin... estoy consciente de lo que va a pasar pero... no lo sé, quizás si te esfuerzas puedes volver con él... sólo tienen que hablar, no estoy seguro de las consecuencias que lleguen a pasar, pero si ambos se aman tal y como dicen, van a encontrar una solución para todo esto... sólo tienes que intentarlo de nuevo

—¿Y si no funciona?...

—Lo vuelven a intentar... recientemente leí una leyenda sobre el hilo rojo del destino, dice que hay un hilo rojo invisible atado en nuestro dedo, y que al seguir el hilo te encontrarás con tu alma gemela, yo no soy de cuentos de hadas o cosas por el estilo... pero estoy seguro de que YoonGi es quién tiene atado el otro extremo del hilo —Sus manos acariciaron mi cabello con dulzura.—Lo sé porque hasta ahora no conozco a otra pareja igual de testaruda que ustedes que a pesar de todas las cosas se buscaron de nuevo sin importar la distancia hasta que sus almas se volvieron una sola... si realmente ambos son predestinados, sus lobos se van a buscar hasta encontrarse y van a enamorarse como la primera vez...

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Miraba las flores que YoonGi sostenía y que enseguida me dio dibujando una sonrisa en su rostro.

—Te compré girasoles pensando especialmente en ti

Mis mejillas se sonrojaron y el nudo a mi garganta acompañado por la culpa vinieron a mí.

—Gracias amor... —Murmure mientras tomaba el ramo mirando cada uno de los soles amarillos con una sonrisa tratando de ignorar la culpa que sentía.

—Sabes, tengo algo planeado para hoy y realmente espero que te guste, se que has estado mal al no responder mis mensajes o llamadas y quiero al menos que olvides por unos momentos tu tristeza