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YoonGi POV.

Decidí vestirme con una playera de color blanco de michael kors y unos pantalones negros formales además de tenis a juego con aquel conjunto, saqué una chamarra de mezclilla del armario metiendo mis brazos dentro de la misma con mis ojos atentos en el reflejo frente a mí.

Un suave suspiro escapó de mis labios mientras aún analizaba la situación con cuidado, repasandola una y otra vez en mi cabeza sin dejar de darle vueltas al asunto.

Le había mandado un mensaje a JiMin por la insistencia de JungKook.

Durante todo el transcurso de la mañana, el omega no dejaba de insistirme con que debía preguntarle a el rubio como se encontraba o que deberíamos salir para arreglar las cosas y es que además ya llevábamos bastante tiempo sin buscar darle una solución como se debía a la situación.

Miré en mi teléfono la hora notando que aún faltaban veinte minutos para la hora en que acordé con JiMin pero opté por salir de una vez de casa caminando por las banquetas de concreto con tranquilidad, mirando de vez en cuando a las personas que a mi lado caminaban ya sea solas o acompañadas.

Mis ojos fueron directamente al cielo donde las nubes jugaban e iban de un lado a otro arrastradas por los vientos.

Antes de darme cuenta ya estaba frente a la puerta de la casa de el omega y entonces los nervios tomaron leve posesión de mí, congelandome con mi mano a centímetros de tocar la puerta... no podía cancelarle, no sería correcto de mi parte y además no podíamos seguir así...

De una u otra manera toqué con mis nudillos la madera escuchando el sonido hueco seguido de la voz de TaeHyung gritando un "ya van", y pocos segundos después de eso la puerta abrió dejando ver a un muy lindo Park JiMin que usaba un suéter con cuello de tortuga color beige que tenía lindo bordado, unos jeans ajustados de mezclilla y botitas color café, leves sombras sobre sus ojos y un brillo característico de él sobre sus belfos.

—Hola JiMin —Le saludé con una sonrisa en los labios que me fue correspondida.

—Hola hyung —Habló cerrando la puerta detrás de sí quedando a mi lado.

—¿Nos vamos? —Él asintió y empezamos a caminar al parque con un silencio entre nosotros que no era incómodo, y que perduró ahí por varios minutos hasta que llegamos a donde queríamos y nos sentamos en una mesita con sombrilla.

Tomé una profunda bocanada de aire en silencio, sintiendo como mi pecho se inflaba con lentitud y luego volvía a su tamaño original a medida que el aire salía de mis pulmones.

—Oye Jim —Él me miró curioso. —Dime de verdad que pasó esa noche en la fiesta... a detalle

El omega se tomó su tiempo, pero cuando finalmente habló lo hizo con seguridad en cada palabra sin recibir respuesta previa mía pues esperaba a que su historia terminara... a medida que hablaba acerca de lo que pasó con Jong, noté que su suave voz se quebró en un frágil intento por no llorar al recordar aquello... ahora estaba arrepentido de no haberle creído desde un inicio... la rabia corría por mis venas, quería golpearme hasta sangrar por mi idiotez... mi frustración e impotencia crecieron aún más dentro de mi pecho después de escuchar como lo trataban en la universidad, las cosas que le decían y sobre todo, que a veces trataban de tocarlo a la fuerza...

Mi respiración se fue por completo de mí cuando levantó las mangas de su suéter dejando ver las marcas de que por ahí pasó quizás una pequeña navaja marcando su piel con cicatrices que aún eran de un suave color rojo...

Todo porque dejé a JiMin solo en esa situación...

Todo porque no quise buscar aclarar las cosas desde un inicio y me dejé llevar por mis emociones sin pensar en las consecuencias...

Ahora estás eran nuestras consecuencias.

Apoyé los codos sobre la mesa llevando mi rostro entre mis manos, negando una y otra vez como si eso fuera a hacerme sentir un poco mejor aunque no lo haría en lo absoluto.

—Perdoname... perdóname por favor JiMin... por no haberte escuchado antes... porque me dejé llevar por lo primero que sentí, por ser un idiota contigo... —Murmure tirando con duerza de mi cabello hacía atrás. —Si tan sólo te hubiera escuchado antes, no hubieras tenido que pasar por ninguna de esas cosas... estarías bien y a salvo, seguro de todo lo malo, pero fuí un idiota...

—No fuiste un idiota YoonGi... eres genial y lo sabes, yo no puedo juzgarte porque no sé a detalle lo que tuviste que pasar con tus ex parejas ni lo que te hicieron... no fue tu culpa, está bien tener miedo... —Su mano fue a mi hombro acariciando con su pulgar la zona para tratar de darme soporte.

—Fuí un idiota... un idiota por no tratar de darle solución a las cosas antes, y por dejarme llevar por aquel miedo que sentí al pensar en que confíe en ti y me hiciste lo mismo que otros me hicieron... si no lo hubiera hecho- —Me interrumpió.

—El hubiera no existe, Yoon... las cosas pasan por algo... o al menos eso es lo que a mí me gusta pensar. —Hizo una leve pausa antes de continuar. —No te arrepientas de lo que pasó antes, lo que importa es que al menos estamos tratando de darle una solución a todo esto...

No esperé más y enseguida mis brazos rodearon el cuerpo de el omega como si eso le fuera a proteger de todo mal, siendo enseguida correspondido por él.

—Te hice daño... por mi culpa pasaste por todo eso... —Susurre contra su pecho aspirando el aroma se sus feromonas. —JiMin... sé que soy un idiota, que no mereces nada de lo que te pasó... pero si aún es de ayuda... si aún puedo y me permites enmendar mi error... quiero que volvamos a intentarlo... que sólo seamos tú y yo de nuevo sin nadie de por medio, quiero volver a abrazarte y besarte de nuevo, ser uno sólo juntos y protegerte de todo aquel que te quiera hacer daño...

Sentía en mi interior a mi lobo mimar de el contrario, se sentía querido y completo de nuevo... necesitaba de su predestinado... quería cuidarlo y protegerlo de todo mal, ser su alfa y cumplir su papel como tal.

Un silencoo que para mí fue eterno se asentó entre nosotros hasta que los brazos de el omega rodearon con dulzura mi cuerpo haciendo caricias en mi espalda.

—Volvamos a intentarlo Yoonie... volvamos a ser nosotros y nadie más...

Y sin esperar nada más, me separé lo suficiente de él mirando sus brillantes ojos de color café, su rostro reflejando los tonos anaranjados del atardecer y aquellas finas facciones que tanto amaba... mis manos fueron a sus mejillas para acunarlas con cuidado como si de la más frágil y fina obra de arte se tratase, y acortando con lentitud la distancia que nos separaba, nos fundimos nuevamente en un dulce beso cargado de sentimientos que expresaban todo aquello que las palabras nunca iban a hacer... sentíamos nuevamente que entrábamos en esa burbuja que era solamente de nosotros...

Y que yo iba a proteger con mi vida para que nadie se volviera a entrometer.

Star☄.