Benim gökyüzüm ➳ Princesa Encantadora

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❝ No dejes de amarme...
No renuncies a amarme

El sonido de la bofeta llena el salón.

- Pensaste que jamás me enteraría!? Desde cuando has estado haciéndo esto!? Reuniendote con el hijo de esa sirvienta. C-Con ese asqueroso bastardo! Anastacius dime, y no te atrevas a mentirme!

- Consorte Imperial. Por favor, no sea dura con el príncipe.

- Yo. Madre...

- Príncipe. Tu no puedes hacerme esto.

- ... Claude el es...

- No digas su nombre.

Su madre grita y tira el te que le trajo la sirvienta. La jarra se rompe en pedazos cuando choca contra la pared. Algunos fragmentos golpean sus piernas y las sirvientas se acercan a el alejandolo de su madre.

- Lo siento, madre. Por no poder salvarte.

El susurra lo último y sale de la habitación.

***

Se dirige a la habitación de Claude, para decirle que no podra estar mas tiempo con el. Su madre esta demasiado sensible y podria lastimar a Claude si no deja de pasar tiempo con el.

Anastacius esta seguro de su decisión, hasta que ve los ojos de Claude llenos de desesperación. No queria lastimarlo asi que intenta explicarle a Claude.

Pero Claude lo calla con un beso en los labios, es más un toque que un beso, sus labios no se mueven contra los suyos y es muy rápido, fugaz, pero siente que jamas podrá olvidar la suavidad de los labios del menor.

- Es una promesa, tienes que volver.

- Ah.

- Tu dijiste que una promesa sellada con los labios, es inquebrantable. Debes volver.

- Entonces es mi turno de sellar la promesa ¿No?

- Ha!?

- Dejame besarte, Claude.

Claude cierra los ojos. Anastacius hace todo para no reir, sabe que si lo hace Claude lo golpeara en la cara y no le dejara besarlo. Toma la barbilla del menor y une sus labios. Cuando intenta moverlos, el menor se estremece en sus brazos e intenta apartarse, pero presiona mas sus manos en la pequeña cintura.

Lame y muerde los labios de Claude, presiona sus cuerpos como si quisiera fundirse con el menor. Claude presiona sus uñas en el cuello de Anastacius y el se aparta, mira los ojos desenfocados del menor y la saliva que cae de sus labios rojos e hinchados, la lengua aun afuera con su pecho subiendo y bajando rápidamente. Acaricia la cintura y caderas de Claude, como una disculpa por dejarlo en ese estado.

- Eres el peor...

Suspira.

- Lo sé, lo sé.

Alza su mano para acariciar el rostro sonrojado.

- Ahora que hemos sellado nuestra promesa. No tienes de que estar desesperado.

- Anastacius...Yo...

- Si?

- Olvidalo, no es nada.

- No puedes hacer eso Claude. No podre dejar de pensar en ti, si me dejas asi.

- Solo... Solo podemos besarnos cuando hagamos una promesa.

- Jajajaj-Auch. Por qué siempre me golpeas?