*tres

2K 164 86
                                    

tercera semana de cuarentena

Me encontraba en mi habitación solo, ayer encontré a Mauro hablando con una piba, cariñosamente.

No debería haberme enfadado con él, pero lo hice, no le hablo desde ayer en la noche.

Soy un pelotudo, ¿cómo iba a pensar que tenía oportunidades con él? solo me ve como un amigo, como lo que soy.

- Matías, por favor, abrime la puerta - dijo Mauro desde el otro lado.

Hoy dormí solo, supongo que él durmió en el sillón.

Me sentía mal, no tenía razones para estar enfadado con él, no tenía la culpa, no somos nada.

Decidí abrirle la puerta, lo ha intentado cinco veces desde ayer.

Al abrirle, lo único que hizo fue acercarse y abrazarme, se quedó así unos minutos, no se cuantos fueron, pero fueron una maravilla.

- Te he extrañado - un exagerado, medio dia llevamos sin hablarnos, pero me encanta - Perdón.

- N-no no, lo siento yo. Soy un tonto.

- Mauro, es mi prima, somos muy cercanos, nos criamos juntos - soy un boludo.

- Lo siento por... oh dios mío, soy un pelotudo de gran nivel.

- Ya callate, vení - dijo volviendo a abrazarme, muy cariñoso está hoy, perfecto.

- Gracias por soportarme Mauro.

- ¿Podemos ir a ver una serie? Para quitar el mal sabor de boca.

- Si porfa - dije agarrándole la mano para ir al salón.

Nos sentamos en el sillón y pusimos cualquier serie, me gustaba pasar tiempo con él, sobre todo así.

- Me duele la espalda - dijo acomodándose bien, quedando apoyado en mi pecho, por favor Mauro.

- ¿Por qué?

- Dale boludo, tuve que dormir acá, me duele todo.

- Bueno perdón, no vuelve a pasar.

- No, por favor.

Vimos la película y luego decidimos viciarnos un poco jugando al fifa, la típica.

Después de estar toda la tarde jugando y viendo algo, ya era hora de cenar, me daba mucha paja cocinar, así que quería pedir algo, pero Mauro se negaba.

- Dale tonto, ¿cómo vas a pedir algo en medio de cuarentena?

- Que no pasa nada, Mauro, sos un exagerado.

- Claro que pasa. Imagínate que quien nos trae la comida tiene el coronavirus y nos ha tosido en la comida.

- Pues eso, un exagerado. ¿No tenés ganas de una pizza? Hace tres semanas que no comés, y a vos te encantan. Dale Mauro, porfi - dije acercándome a él y abrazándolo por el cuello, no se puede resistir ndeah.

- Bueno dale, pedí - dijo alejándose de mi, hacia el baño.

Pedí dos pizzas, lo que sobrara ya me lo comería mañana ahre.

Media hora después llegó el repartidor, me dio la pizza, siemore conservando los dos metros de distancia y le di propina.

Volví a entrar a casa, Mauro estaba poniendo la mesa, rápido apareció al lado mío.

- Lavate la manos ya, Matías, jabon y gel desinfectante, a mi no me tocás hasta que te las laves, ¿clarito? - uh bueno, se me puso mandón.

- Sí, mamá - dije riendo y fui al baño, a lavarme las manos, tal como él me pidió.

Llegué al salón y Mauro ya estaba sentado en la mesa esperándome para cenar, que lindo, amor.

- ¿Ya te las lavaste?

- Sí - dije rodando los ojos.

- ¿Seguro? ¿Bien?

- Que sí, Mauro, no seas pesado.

- Oye, encima que me preocupo por vos, no quiero que te enfermes - dijo haciendo puchero.

- Bueno Mauro, no me va a pasar nada, ¿si?

cuerentena / litckoWhere stories live. Discover now