Capitulo 3

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Ojos cerrados, cuerpo tranquilo, alas relajadas, corazón muerto, alma perdida.

El viento fresco lo golpeaba con suavidad. A mitad de otoño, las hojas caían con gracia serena, creando un ambiente de completa paz que servia como un método de relajación y reflexión.

Una paz que pocas veces sentía, y cuando lo hacia, odiaba profundamente que lo sacaran de su burbuja delicada. Como ahora mismo, sus oídos captaron el golpeteo suave de alas haciendo su trabajo. Un gruñido ronco hizo temblar y escapar a las pequeñas lagartijas e insectos que se encontraban en su hogar debajo del suelo, y sobre este, el enorme intruso abría sus ojos oscuros. 

-Arcángel, le he traído noticias alertantes del señor Min.- Byun murmuraba con falsa seguridad. En un juego de piedra, papel o tijeras, lamentablemente había perdido entre sus compañeros y le había tocado interrumpir al interrumpible momento de descanso de su señor.

Ah, solo esperaba que las noticias de su mano derecha calmase el mal temperamento que siempre portaba el ser angelical.

Cuando este solo le miraba expectante, prosiguió.

-Desde hace un mes el señor Min no se ha reportado al ángel guardián asignado, sabemos que a veces suele desaparecer, pero cuando envié a Jinho para que preguntara por el vampiro en su bar favorito, se nos fue informado que no lo había pisado desde hace tres semanas.- El entre cejo del Arcángel se frunció, y Baek tembló.-, los ángeles del norte anteriormente habían mandado amenazas al señor Min sobre que deje de pisar su territorio, así que entre mis compañero llegamos a la conclusión de que probablemente ellos son los causantes de su desaparición.- Finalizo, inhalando profundamente con temor cuando las alas añil se agitaron con agresividad. Retrocedió unos metros.

-¿Rastros?- Pregunto con voz dura, sus alas desplegándose y agitándolas para elevarse. El viento lo golpeo aun mas duro, empezó a alejarse en dirección contraria al ángel, quien lo seguía detrás.

-La ultima vez se le fue visto con otro vampiro desconocido, las cámaras del estacionamiento del bar lo captaron y ahora mismo están buscando el nombre y la dirección del chico.- Respondió Baek, siguiendo al arcángel que parecía mas molesto cada segundo. Cuando ladeo su cabeza para mirarlo, sus ojos eran plata pura.

-Bien, dile a Seojoon que prepare un equipo en caso de que sea difícil rastrearlo.- Ordeno con voz fuerte.-, las relaciones con Namjoon están tensas, no necesito otro problema mas. Largo.- Una orden mas y quedo solo en los cielos con esa misma extraña sensación que su cuerpo no dejaba de sentir.

Anhelo.

No era algo con lo que se sentía cómodo, pero era inevitable, y lo odiaba con cada fibra de su ser. Su corazón anhelaba algo que no existía. No necesitaba debilidades, la ultima se había desvanecido hace años y los rastros y cenizas que habían quedado parecían adheridos a su piel.

Y como cada una de las veces que ese sentimiento lo encontraba y se colaba a el sin permiso, Jungkook lo tomo, deseando estrujarlo y lo deshecho.

(...)

Mordiéndose las uñas, Seokjin siguió golpeando su pie contra la rama, nervioso y tembloroso.

Como un brujo de mas de doscientos años, se suponía que debía tener mas seguridad de si mismo y menos miedo en su sistema, pero su propia personalidad se lo impedía. Contando hasta tres, dejo salir el aire retenido en sus pulmones y se removió sobre la rama del enorme árbol viejo como si mismo, tratado de ver al interior de la hogareña cabaña, se agradeció a su mismo yo del pasado por haber hecho esos enormes ventanales que ahora mismo le permitía ver lo que había dentro del hogar.

Dos adultos en el interior que parecían discutir y un niño que jugaba con dos cachorros de lobo fuera de la cabaña.

Seokjin sonrió, el niño había crecido bien. Pensó en su mente.

Su entrecejo se arrugo al detectar una presencia extra, su bosque agitando las hojas de sus arboles con furor, la barra invisible de protección vibro algunos segundos, y entonces se relajo cuando detecto quien era.

-¡Hoseok!, ¡llegas tarde, sonso cabezón!

Tan torpe como era, el ángel guardián se tambaleo sobre una rama, casi cayendo y siendo salvado por sus propias alas. 

Haciendo uso de ellas, se acerco hasta el brujo y se dejo caer aun lado suyo, acomodándose en la gruesa rama que parecía soportar ambos pesos.

-¡Lo siento, Jinie!, ¡pero mis compañeros me retuvieron para hacer un tonto juego de piedra, papel o tijeras y me retrase!- Se excuso, guardando su alas sobre su espalda y sacudiendo su cabello lleno de hojas secas propio del otoño.

-¡Da igual!, ¿que conseguiste?- Apuro Seokjin, sus ojos nunca se despegaron de la vivienda y del crió que ahora miraba al cielo, cuando un montón de pájaros pasaron por sobre las nubes y bajo ellas, la añoranza se reflejaba en sus ojos. El leve ardor de su pecho se intensifico.

La confusión reino la expresión de Hoseok ante la pregunta, pero inmediatamente sus engranajes cerebrales se unieron.

-¡Oh!- Acercándose al oído del brujo como si fuera a contar un secreto, murmuro.-, Se han dado cuenta de que el señor Min esta desaparecido, y según lo que escuche de Jinho, ya están rastreando a Jimin, ¿que debemos hacer, Jinie?- Se pregunto triste, sus ojos mostrando lo atormentado que se sentía.

 -Si puedes, retrasa todo lo posible el rastreo, Hobi, sabes que aun no es tiempo de que el humano de heridas cicatrizadas y el arcángel del alma rota se rencuentren, ¡o si no todo se echara a perder!, ¿entendido, Hosoek?- Demando, volviendo a su habito de morderse las uñas.

-Entendido, Jinie. Realmente, ¿no hay otra forma de que el caos no empiece?- Sugirió con rostro triste, observando la bonita escena del humano abandonado abrazando al niño angelical.

-Sabes que no, Hobi.- Se lamento el brujo.-, el niño de alas poderosas tiene que usar una vez mas su don adulto en su padre, y entonces tendrá que despedirse.

Un puchero adorno su cara.

-Es triste que la profecía demande que el humano tenga que morir para que la guerra no estalle.- Susurro afligido, sin dejar de observar al niño.

El Corazón del Arcángel [KOOKV] Where stories live. Discover now