Capítulo 10 " Sospechas"

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La guerra había comenzado y Isac clavó su daga en el corazón su oponente y acto seguido metió la mano dentro de su pecho y se lo arrancó, haciendo que el vampiro cayera rendido.

Nicolas tomó su mangual y comenzó a desmembrar cabezas; cada uno que se le acercaba caía.

Por otra parte Isac tenia dos vampiros que con rapidez venían hacia él. Con un ágil movimiento les cortó el cuello a ambos, eso le dio tiempo para pegarle una patada al ente de la derecha que, haciendo una sintonía con el señor Feraud, le quitó la cabeza. El vampiro que quedaba Triana ya lo había matado clavándole una estaca en el corazón.

Los faltantes eran pocos. Los jóvenes mataron dos, y Nicolas aniquiló a otros tres, pero la batalla aún no había terminado; un vampiro tomó a Triana por el cuello y la uso de rehén.

— ¡Suelta a mi hija!— exclamó Nicolas, su rostro reflejaba ira, pero a la vez por dentro estaba aterrado.

— Ya lo hemos dejado claro —ladró el hombre encapuchado, su voz era grave y resultaba conocida—. ¡Dejen de asesinarnos!

— Si dejan que seamos los líderes todo no saldrán lastimados.

Triana intentaba saliese del agarre de su agresor, pero este era demasiado fuerte

— En caso contrario, los mataremos uno a uno —siguió.

— Pero, ¿por qué quieren el mando? Es solo un pueblo —el señor Feraud intentaba distraer al vampiro porque notaba que rostro de su hija se tornaba morado.

— Que tonto eres Nicolas— río este—. ¡Hay muchas cosas que no sabes!

Mientras los hombres hablaban, Isac sacó disimuladamente una estaca de su bolsillo.

Miró a Triana, y ésta le hizo un gesto con la cabeza para afirmarle que atacara.

La muchacha ya estaba totalmente morada y el aire se le había acabado.

Sin que si diera cuenta el agresor, Isac, le clavó la estaca por detrás haciendo que vampiro aullara de dolor.

Soltó a Triana y cayó al suelo ;Nicolas fue a socorrerla.

Antes que alguien pudiera hacer algo el vampiro ,aún con la estaca clavada en la espalda, salió corriendo a toda velocidad y desapareció.

— Triana, ¿estás bien? —inquirió Isac con preocupación. La muchacha le costaba moverse, pero como pudo asintió con la cabeza.

— Esa voz se me hace conocida—se inquietó el señor Feraud.

— Lo que estoy por decir se que es algo estúpido —murmuró Isac, e hizo una pausa—, pero a mí parecer... era la voz de Will Rogers.

...

Era la mañana, exactamente las siete. Frederick estaba con sus válijas de cuero color anaranjado y pasaporte en mano.

A su lado estaba Triana, ellos se encontraban en el puerto y viajaron desde Terraburgo hacia Carolina del Sur.

El barco aún no había llegado, dijeron que estaba demorado.

— Te juro que te mandaré tantas que te cansarás de mi —sonrió Frederick. El era la clase de chico que siempre intentaría sacarte una sonrisa, pase lo que pase.

— Te extrañaré mucho —replicó Triana con tristeza en su voz—. Te haz hecho muy importante en mi vida y...

La chica fue interrumpida por un choque de unos labios finos en su boca. Ella le siguió el beso. Los labios de Frederick tenían un dejo de gusto a dulce, ellos habían desayunado algo rápido por el poco tiempo que les quedaba.

La cocinera  había preparado unas tostadas de pan de centeno con una mermelada de naranja.

— Y yo a tí, Tria.

El barco ya había llegado y Frederick tomó sus válijas, no sin antes abrazar a su novia la cual soltaba unas pequeñas lágrimas.

— Hasta en un mes —estableció Triana dándole un último beso.

— ¡Te amo! —exclamó Frederick subiendo al barco.

— Y yo a tí —respondió la joven con los ojos llorosos.

Ella miraba a Frederick y no podía dejar de ver que aquel chico era su novio.

Él era buen mozo, tenía una gran personalidad y además tenía muy buen gusto con el arte.

Observaba el barco zarpar, y no podía evitar pensar el por qué el muchacho debía viajar. Algo no terminaba de convencele, pero intentó no darle tanta importancia ya que su cabeza siempre le jugaba malas pasadas.

El carruaje la estaba esperando, ella fue hacia éste y el cochero le abrió la puerta, para después ayudarle a subir.

El sol estaba demasiado fuerte por lo que debió cerrar la cortina. Era un viaje largo así que tomó su liberta y comenzó a escribir lo que luego sería un poema.

...

De Frederick Bradley
Para Isac Bradley

Querido hermano, está carta es para informarte el por qué de mi viaje.

Me temo que quieren tomar Terraburgo para que reine el caos y el descontrol. Tengo en mi poder una carta que le escribió William a Charlotte el día anterior a su fallecimiento.

Esta dice que debe asesinar a el señor Feraud, así él podrá ser el nuevo gobernador del pueblo. Charlotte es vampiro, pero por lo que leí esta hipnotizada.

He viajado hasta Rumanía ya que necesito la cura del vampirismo, es la única opción para acabar con todo ésto.

No le digas a Triana sobre Charlotte, eso la destruiría. Necesito que cuides de su padre y ella. Sólo dicelo a padre, pero a nadie más. Cuídate mucho porque lo peor está por venir. Estaré en contacto contigo.

Sinceramente tuyo.
Frederick.

Asesinatos en Terraburgo  [SdS 1] EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora