18.

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Despues de la universidad, dejé a Vega con mi mejor amiga Betty.

Era un amor de chica, ademas de que le encantaban los niños.

Entré a mi piso, rebusque en mi armario y encontré algo que deseaba ponerme pero no lo hacia porque... Bueno por la falta de tiempo.

Cuando acabe de vestirme me mire al espejo gran de mi habitación.

Los tacones blancos combinavan perfectamente con mi camiseta azul donde se podian contemplar perfectamente mis hombros y mis Jeans negros rasgados hacian el mejor combinado que podia hacer en 10 minutos.

Salí de la habitación y en puerta vi a Dylan impaciente con la mirada puesta en mi y una gran sonrisa en su cara.

-Estas preciosa-me dijo él haciendome sonreir durante un instante.

-Tu estas tambien muy guapo-mi sonrisa se asomó por mi cara despues de tantos meses.

Caminamos durante un tiempo hasta que llegamos a un Mac Donalds.

Él sabia que no me gustaban los restaurantes elegantes.

Despues de '' cenar'' comenzamos ha hablar.

-¿Porque querias montarte un gimnasio? - dije haciendo que sonriera.

-Porque no era mi sueño, yo solia ir mucho al gimnasio cuando nos conocimos y cuando iba al gimansio mis problemas desaparecian y quemaba grasa, desde entonces decidi tener un gimnasio-acabó de hablar mirando al cielo estrellado sonriendo.

-Y tú, ¿porque quieres estudiar para ser profesora de ingles americano? - dijo volviendome a mirar fijamente.

-No lo se, ni siquiera me plantee tener un futuro aqui en Las Vegas.

Los dos nos quedamis abrazados en el silencio de las estrellas.

-Dylan, te amo. Se que suene cursi pero si te tuviera que dar mi vida te la regalaria para salvarte, te quiero 24/7 desde aquel 8 de febrero que nos conocimos.

No respondió, no a los segundos en que lo dije, prefirio esperar a buscar las palabras perfectas.

-¿Ves aquella estrella?-asentí con la cabeza mientras me señalaba una estrella, volvio a hablar- bien pues cuando estaba en Canada en un campamento, Isaac se sentó a mi lado y me la señalo, me dijo que cuando encontrará a la persona correcta me daria igual, donde estubiera o las dificultades de la vida, tendria que estar para ella, y cuando iba a preguntarle como sabria cuando encontraria a esa persona Isaac me dijo: cuando llege esa persona no volveras a ser el mismo, te dara igual tu popularidad, tu dinero o otras cosas y se lo demostraras como nunca pudistes.

Lo miré con lágrimas en mis ojos y hablé algo que nunca oensaria decir pero no me arrepentí nunca de decir.

-Cada 15 de noviembre iremos al cementerio de Canadá y haremos lo, que Isaac hubiera querido, y cuando Vega sea mas grande le contaremos como era su padre. - sonreí orgullosa por haber conocido a Isaac.

Mi Pequeño Secreto [#1] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora