❧Killing Me Softly☙ || [Creepypasta Hoodie] | Book 1

⦻ Capítulo 27

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No para de verme...

Él miraba cada centímetro de mi cuerpo, o lo poco que se pueda ver porque en toda la casa parece que no hay nada de luz, al parecer la tormenta de allá afuera nos ha dejado sin luz.

Un sollozo de miedo escapa de mi boca cuando mi corazón se encoge con fuerza de tan solo recordar la pérdida que tuve hace unas horas.

¿Cómo reaccionaría si le digo?

Definitivamente se volvería loco, él quería mucho un hijo.

— Vete — digo en voz alta pero no pude evitar que mi palabra temblara. Me intento parar pero ante mi debilidad descarto esa idea — ¡VETE! — grito con mucha fuerza mientras me abrazo a mí misma para tratar de tranquilizarme.

Me inquieta. Siento como los dolores del aborto comienzan a nacer de nuevo en mí.

Todo es mental pero... siento muy feo.

— No me iré — dice él mientras parece querer ir a alguna parte.

— ¡¿ACASO HABLO EN CHINO?! — grito molesta y apoyándome de un mueble para levantarme del piso — ¡Vete! ¡No te quiero ver! — mis lagrimas salen, y a decir verdad mis ojos ya arden de tanto estar llorando — ¡Desde que apareciste en mí vida, todo fue un desastre!

Su cuerpo se desplaza rápido hacia a mí y la única reacción que hago es retroceder hasta chocar bruscamente con la pared más cercana.

— Nunca quieres entender — susurra con notable molestia mientras me toma de ambas muñecas y salvajemente las coloca detrás mío para empezar a amarrarme estás mismas con lo que parece ser una cuerda.

— ¡S-Suéltame! — me comienzo a mover para que no pueda hacer bien el amarre de mis manos, insisto mucho en luchar para que no pueda hacer nada — ¡AAAH! — pero él me tumbó al suelo haciendo que me golpee la mejilla y parte de la nariz, posteriormente se puso encima mío y terminó de amarrarme. Se levantó y yo lo único que veía eran sus botas negras.

Antes de poder articular algo me tomó bruscamente del cabello y me hizo mirarlo.

— Quédate aquí — dijo fríamente mientras yo estaba seria, sin poder sentir un miedo en particular.

Ya me ha hecho de todo.
Sea lo que me quiera hacer que lo haga.

Observé la triste expresión de su típico pasamontañas, el cual tiene unas manchas raras que no podía saber bien que eran debido a la falta de luz.

— ¡Y QUÉ NO SE TE OCURRA HACER ALGO ESTÚPIDO! — zangoloteó mi cabeza como advertencia e incluso dolió un poco por su fuerza al sostenerme pero era soportable.

Un relámpago iluminó por segundos todo su cuerpo, donde noté manchas rojas y cafés impregnadas sobre todo en sus pantalones.

Sangre...

Él me dejó con cierto cuidado en el suelo y terminó por irse.

Obviamente regresará...

Noté que la lluvia comienza a aumentar de manera repentina y varios truenos la acompañaban en su gran tempestad.

Tengo tanto miedo de mis padres...
No quiero que les haga daño.

— ¿Qué hará ahora...? — me pregunto cerrando mis ojos y dejando que mi frente quede pegada al frío suelo.

Estas cuerdas pican...