Capítulo 11.

34.7K 2.2K 438
                                        

Estoy concentrada en mi cuarto cuando suena la puerta.

—Adelante. — grito para que quien esté del otro lado, pueda escuchar.

Veo que la puerta se abre y mamá asoma su cabeza, yo río ante su gesto infantil y tierno y le indico que se siente al lado mío.

—¿Me necesitas, mamá?— pregunto.

—Ahora no puedo venir y hablar con mi hija porque ya la necesito para un favor.— rueda los ojos.

—Lo siento, ¿quieres hablar de algo conmigo?

Ella suspira.

—Sí, ¿recuerdas a Gerard? —yo asiento— Bueno, me lo encontré una vez que salí con tu papá a cenar.— yo le hago carita pícara, ella me mira con fastidio.— No hicimos nada malo, relájate.

- Pues sí, cómo iba diciendo; me lo encontré, ¿y adivina qué?

—¿Qué?— pregunto con sarcasmo.

—¡Va a venir a acortejarte!— chilla.

Ok, ok, ¡paren el mundo!

¿Acortejarme él? Es un chico lindo y educado, pero no es mi tipo.

—¿Y por qué te emociona?

—Porque es un chico de buena familia, con educación y modales. Se sabe que jamás te faltaría al respeto ni nada.

No malinterpreten nada todavía.

Mi mamá no es de esas madres que son superficiales, no. Solo que ella quiere que mi "futuro" sea el mejor, y ella cree que con buscarme un novio, (y probablemente futuro esposo), de buena calidad, será bueno para mí.

Si supiera que ya hay alguien perfecto para mí.

Esperen... Abro los ojos como platos al recordar a Kyle, dónde él se entere de ésto... Correrá sangre.

—Mami, con todo respeto; estoy interesada en Gerard. Admito que es un chico apuesto y educado, pero yo lo considero mi amigo, simplemente no lo veo como algo más.

Mentira, cochina mentira.

Bueno, voy a decir la verdad. Yo estaba locamente enamorada de Gerard, y un día se lo confesé y me rechazó.

No de mala manera, recuerdo que con voz tierna me dijo que no podía corresponderme, porque estaba enamorado de otra chica. Y yo como la orgullosa que soy; simplemente asentí y me fui de allí.

Jamás había vuelto a verlo o saber de él, hasta ahora, ¿y quiere venir a enamorarme cuando yo antes echaba babas por él? Lo siento, pero no. Además, ahora estoy dándome una oportunidad con el Alpha.

—¿En qué piensas? Sabes que no puedes ocultarle nada a tu madre, nosotras lo sabemos todo. Sé que estás pensando en él aunque digas que no te interesa.— dice con una ceja alzada.

—Mami, si supieras en quien ando pensando... No me creerías.

Ella suspiró y me miró preocupada.

—Mira, mi princesa; tú sabes que yo te amo y que por ti todo haría, y por eso quiero que tú te cuides y no andes con cualquiera que te vaya a dejar votada luego de que suceda cualquier cosa. Yo confío en ti, y sé que sabrás elegir bien a la persona destinada a estar contigo para siempre, como tu papá y yo. Si me emociono con que Gerard venga a enamorarte, es porque sé quién y como es él. Pero tienes que saber qué yo jamás te obligaría a algo que tú no quieras. No quiero que pases lo mismo que yo, que a la altura de la vida no me quejo y tampoco me arrepiento, pero que para llegar hasta donde estoy, me ha tocado luchar y aguantar.

La Luna y la Bestia. ©Where stories live. Discover now