Capítulo 36

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Al final del túnel Zihan, Madame Dembe y sus hombres llegaron a una caverna unas seis veces más grande que la cueva en donde se encontraban los lagos de ácido. Esta nueva zona estaba repleta de hongos de todo tipo de tamaños, era un bosque de hongos rojos.

El lugar estaba cubierto por una especie de miasma iluminado de forma leve por los rojizos colores de los distintos tipos de hongos. Esta sustancia en el aire era la acumulación de las millones de esporas en la caverna.

Estas esporas variaban en tamaños. Algunas eran microscópicas, casi invisibles; mientras que otras, fáciles de ver a simple vista, alcanzaban el tamaño de un Ubax (treinta centímetros de diámetro).

― ¡Saquen tapabocas! ― dijo Madame Dembe al ver la densidad del miasma.

―El lugar puede contener sustancias venenosas― advirtió colocándose su propio tapabocas.

Todos los quinoids hicieron caso, esculcando entre sus cosas sacando la protección que necesitaban para respirar.

Zihan se compadeció de las débiles criaturas de carne y moviendo su mano le indico a sus seguidores que continuaran moviéndose. No había tiempo para esperar a los débiles.

La resistencia de los voidmaws ante las sustancias toxicas y corrosivas se debe a su naturaleza, pero no es infalible. Estos poderosos seres de metal caerían muertos en menos de cinco minutos de llegar a ingerir más de diez mililitros de alguna bebida con calcio. En otras palabras, un enemigo los podría envenenar con un vaso de leche.

Al empezar a adentrarse en el bosque de hongos la atmosfera empezó a tornarse tensa. A esta distancia incluso el más débil de los diecinueve seres podía sentir la poderosa criatura que habitaba en el lugar.

Desafortunadamente para ellos, la enorme criatura también los había sentido. En el centro de la caverna, dentro de un enorme cráter lleno de pedazos de cristal, roca, plantas y hongos; un golem de tres metros se formó.

Cuando el grupo de Voidmaws llego al cráter, habiéndose adelantado a los quinoids, la enorme criatura los estaba esperando. En su forma abstracta se podían identificar los cuerpos de distintos insectos y criaturas de las profundidades. El cadáver de una flor sanc, varios metros más grande que el líder que Zihan había derrotado momentos antes, formaba parte de uno de los brazos de este golem.

De haber visto el cadáver en la caverna donde los niños se encontraban o la criatura que tuvieron que rodear Darthañan y Frigglene, podrían haber sabido que este era el tercer Caveking que alguien se encontraba en este sistema de cavernas. Un acontecimiento bastante peculiar, pues por lo general se conoce a los Caveking como criaturas supremamente territoriales y solitarias.

― ¡Ataquen! ― gritó Zihan abriendo sus manos de forma amenazante.

Los largos dedos en sus extremidades parecían repiers que servían tanto para cortar como para apuñalar, a diferencia del arma, su forma tenía una ligera curvatura.

― ¡Roar! ― todos los voidmaws rugieron lanzándose contra el golem.

Madame Dembe y los demás quinoids llegaron a tiempo para ver como: todos los voidmaws, menos Zihan paraban estupefactos al acercarse a un radio de diez metros del golem.

― ¡Usen magia para alejarlos del golem! ― ordenó Madame Dembe al notar la extraña reacción de los voidmaws.

― ¡Bang! ―

En ese mismo instante el enorme golem aprovechando la pequeña desconcentración que le provoco a Zihan ver a sus hombres frenar como tontos, utilizo una gran columna de cristal de su cuerpo como si se tratara de una lanza para atravesar al líder de los voidmaws en su tórax.

Héroes OlvidadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora