Capítulo 49

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La embarcación en la que viajaron Laxus y Lilith pronto llego a la ciudad de Agultis. Una de las centrales de comercio más prosperas de los océanos de Thalassa. Esta ciudad subacuática era parte del imperio Orkhan uno de los tres grandes poderes en los océanos.

La ciudad tenia instalaciones especialmente diseñadas para los visitantes terrestres y aéreos. Esta zona de la ciudad que se encontraba protegida de diversas formas correspondía a una doceava parte de la ciudad.

― ¿Qué hacemos aquí? ― pregunto Lilith.

La joven elfa se encontraba fascinada mirando a su alrededor. Nunca había viajado a una ciudad acuática. Las estructuras y maquinas que aparecían en su visión eran muy distintas a cualquier cosa que hubiera visto antes en la superficie. Agultis parecía un arrecife de coral artificial. Pero esto no era lo único que le llamaba la atención a Lilith. Las distintas criaturas que habían evolucionado en el agua eran muy distintas a los que se consideraba normal en la superficie. Las criaturas terrestres y la mayoría de las aéreas tendían a ser humanoides; mientras que las acuáticas variaban en muchas más formas. Las que pudo identificar mientras caminaba detrás de Laxus eran formas de pescados y pulpos.

―Necesito unos materiales antes de llegar a Gigacor― respondió el humano.

― ¡Hmm! ― Lilith inflo sus cachetes enfurecida.

Laxus hablaba de una forma fría y seca. Su tono de voz hacía pensar a la joven elfa que la veía como una molestia. Ya había pensado varias veces en irse por su cuenta, pero al recordar que la estaban buscando y que Laxus la había salvado de los trolls, esos pensamientos se esfumaban rápido. Además, Lilith no tenía idea de a donde debería de ir. No sabía que quería ni que debía de hacer. Toda su corta vida había seguido lo que sus padres y los adultos a su alrededor le decían, por lo que ahora que podía decidir por su cuenta se encontraba abrumada por la falta de una dirección. Por eso mismo se convenció a si misma que seguiría al elegido humano mientras pensaba bien las cosas y decidía que haría de ahora en adelante.

Mientras Lilith pensaba sobre la situación en la que se encontraba empezaron a caminar por vías cada vez más estrechas hasta llegar a los barrios marginales. El olor represado casi hace vomitar a Lilith. En esta nueva zona los recicladores de aire eran máquinas de segunda mano que apenas funcionaban. Peor aún, la ciudad no ofrecía termo iluminación en este lugar haciendo que el frio de la profundidad del océano permeara en la piel de los habitantes de estos barrios.

Caminando por las estrechas vías llenas de suciedad Laxus empezó a sacar los alimentos que había comprado apenas aterrizo la embarcación a Agultis. Cada vez que se encontraba con alguien le ofrecía alguno de los alimentos que cargaba.

―Regalar comida es muy bueno y todo eso, pero al final no estas solucionando nada. Deberías de hacer algo por mejorar sus condiciones de vida si de verdad quieres generar un impacto― dijo Lilith al ver que habían estado caminando por los barrios marginales regalando comida por una hora.

―No tengo el tiempo para dedicarme a erradicar la pobreza de Tellurus. Pero al haber vivido lo mismo que ellos sé que hasta una pequeña acción como esta puede ser una gran bendición. Darles algo de comer es mejor que solo mirar y no hacer nada― respondió Laxus entregando un nuevo paquete de comida.

Lilith tomo la respuesta de Laxus como un ataque personal.

―Pero eres lo suficientemente fuerte como para hacer que los lideres traten mejor a las personas.

― Si vez la pobreza como algo monofacético y culpas a alguien más como la causa eres parte del problema.

―No estoy culpando a nadie. Solo digo que si tuviera tu poder haría algo por eliminar la pobreza.

Héroes OlvidadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora