El pálido volteó a ver al doctor confundido, aun hipando se preguntó.
¿Qué rayos?¿Exámenes?
Jungkook le miró y le dijo.
—Cuando aun estabas inconsciente te sacaron sangre para hacerte unos exámenes para saber si todo esta bien Yoongi.
—Emm... Esta bien...
—Señor Jeon, ¿ya le dijo?
El pelinegro se sintió aún más confundido que antes.
¿Decirme que?
—Esperé hasta confirmar las sospechas —dijo sin dejar de mirar y sostener la mano de Yoongi —. ¿Cuáles fueron los resultados?
—Solo tengo que decir Felicidades, el señor Min está esperando un bebé.
Los ojos de Yoongi se abrieron en demasía al terminar de escuchar lo que había dicho el doctor.
Sus ojos se empañaron por milésima vez en el día y volteó a ver a Jungkook, vio que estaba menos sorprendido que él. Así que él lo sabía!
—¡Eres un malo Jungkook! ¡¿Porque no me dijiste!? —dijo mientras lo golpeaba en el pecho y sus lágrimas seguían bajando, el castaño recostó la cabeza del otro en su hombro y le abrazó.
Dios santo y yo quería hacer una dieta, me siento tan mal.
Mi bebito.
Lloró más fuerte al recordar lo que quería hacer.
—Los dejaré solos para que puedan hablar, cualquier cosa llamen me —el doctor terminó de hablar y salió dejándolos solos.
En la habitación sólo se oían los gimoteos de Yoongi mientras él no dejaba de abrazarlo. No sabía que hacer, estaba muy sorprendido.
Un bebé, nuestro bebé. Se dijo Jungkook.
—Yoongi —lo llamó cuando lo notó más tranquilo —. Hablame, dime lo que estás pensando, por favor.
—Dios... Jungkook, me siento un idiota —dijo mientras se aferraba más a el.
—Quería bajar de peso... Si no lo hubiera sabido... Dios, no quiero ni pensarlo.
Sintió como le apretaban más y duraron así unos minutos.
—No, no. No es tu culpa, no lo sabías, bien? Todo está bien —le dijo aferrándose a él como si tuviera miedo de que en cualquier momento se desvaneciera —. Te amo Yoongi, estaré para ti, para nuestro bebé.
Se separó de él y llevó su mano hasta su estómago, no pudo evitar sonreír. Un bebé, suyo. No podía evitar sonreír, en ese momento lo único que pensaba era una cachorro entre sus brazos. Pero ese pensamiento se fue al olvido al escuchar las preguntas de Yoongi.
—Jungkook... ¿¡Que dirá Bang-PD!? ¡¿y los chicos!?
—Yo se los diré, tú no te preocupes. Me haré responsable de esto. No estás solo —dejó de tocar su estómago y tomó su mano hasta llevarla a sus labios dejando un casto beso—. No importa lo que pase, saldremos de esto.
Sabía que sus palabras no lo podían calmar pero haría lo que estuviera a su alcance para que todo salga bien. Porque lo amaba.
—Yoongi —lo llamó haciendo que deje de mirar sus manos para que ponga su vista en él —. Casate conmigo.
Él corazón del mayor empezó a latir con fuerza, su vista se nubló y sintió su labio inferior temblar.
—J-Jungkook... —dijo en un susurro, se quedó admirándolo en silencio por unos minutos hasta que salió de su ensoñación.
—E-Eh....
Vio la mirada de preocupación de Jungkook y sonrió.
—Si... Si Jungkook, sería un honor casarme contigo.
Después de terminar de decirlo le rodeó el cuello con sus brazos y lo besó con ternura, el castaño correspondió poniendo sus manos en la cintura del otro profundizando el beso.
Jungkook estaba feliz, iba a casarse y tener un hijo con la persona que amaba.
¿Qué más podía pedir?
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