•~Anne with an e ONE SHOTS~• (shirbert y más)❤️

"El lago de aguas relucientes"(2)

Anne repitió por quinta vez la misma frase:
_Cuando los vea, los mato!_ Fruncía el ceño muy enojada.
_Creo que ya lo eh entendido, zanahoria._ Bromeó riendo, amaba como ella se enojaba.
_ Pero es que no lo soporto. Billy Andrews es un caso perdido!_ Exclamó en un tono quejón, mientras salpicaba agua al mover sus manos.
_Lo sé, todos lo sabemos._ Asintió dándole la razón.
Estuvieron conversando, más bien criticando a Billy y sus amigos. Cada vez que Anne hacía un gesto, ya sea mínimo, como arrugar la nariz, Gilbert se enternecía más. Sin embargo, en medio de esto, él notó como ella se frotaba sus manos en su cuerpo, tratando de soportar el, ya helado, lago en el que se encontraban. "A mí me das calor sin siquiera tocarme, Anne", pensó(pinche sucio xd).
_ Tienes frío?_ Preguntó algo obvio.
_Sí, algo._ Levantó sus hombros quitando sus manos, la cuales tapaban sus pechos anteriormente.
Gil no tardó en fijarse en ellos. Algo llamado "erección" comenzó a sobresalir de su traje de baño, que por suerte no se veía gracias al agua. Es que, Dios! No quería parecer un acosador ni nada, pero ya no le podía quitar los ojos de encima.
_Gil._Llamó la pelirroja.
_Q-qué?_ Salió de su trance.
_Te preguntaba si cuando volvamos podemos tomar un baño._ Completó.
_ Un baño los dos?_ Coqueteó haciéndole la mirada de arriba a abajo.
Ella abrió los ojos grandemente, no se esperaba esa respuesta. Cuando se dieron cuenta de algo, al mismo tiempo, se miraron sonrojados. Estaban casi desnudos en un lago. Solos. Digamos que ante este pensamiento, ambos imaginaron escenas un tanto... Fuertes. Como resultado, desviaron las miradas abochornados.
_ Y-y si vamos ahora? No quiero que te resfríes._ Propuso despeinándose el mojado cabello.
_ Bueno._
Se acercaron a la orilla, donde sólo sus bolsos quedaron allí. Gilbert salió primero para que Anne le siga. Al sentir su cuerpo chocar con el frío viento, la chica se estremeció, alertando a su acompañante.
_Anne, ven a mi lado, el calor corporal es el más efectivo._
Los ojos de ella parecían como si tuviera un fantasma enfrente suyo. Acumuló un poco (demasiado) de calor en sus mejillas.
_ Si no te sientes cómoda está bien. Solo lo digo para que no te congeles._ Aclaró arrepentido.
Sin decir nada más, Anne se acomodó para que la abrace, tomándolo de imprevisto. Sus cuerpos estaban pegados. El calor no tardó en llegar. Al sentir un temblor de su pelirroja, la unió más a él.
_ Vamos a casa._ Dijo ella como si nada estuviera pasando.
Casa. Gilbert sentía paz y amor al escuchar decir eso de Anne, como si también fuera la casa de ella. Y la verdad, pasaban suficiente tiempo allí adentro como para considerarla un hogar. Sería lindo tener un lugar para compartir en un futuro, un futuro no muy lejano, ojalá.
Comenzaron a caminar. Por primera vez en mucho tiempo, no hablaron. Pero no era un silencio incómodo, era un silencio lindo. Simplemente disfrutaban de la presencia del otro. Sabían que les gustaba, encantaba, estar de esa manera.
En ese plazo de tiempo entre el lago hasta la residencia Blythe, ambos recordaron los momentos que habían compartido estos últimos meses.
A Gil se le escapó una silenciosa risa repasando la escena de Anne bailando "Hanna Montana" animadamente. Era hermosa con tan solo un pijamada sucio y su rodete despeinado.
Anne apoyó su cabeza en el hombro de el chico dulcemente, imaginando a Gilbert mirar "Grey's Anatomy" muy interesado. Cada tanto comentaba las escenas emocionado, o le pedía a su mejor amiga que la viera con él.
Ya estaban a unos pasos de la bendita puerta a la gloria. Ante la desesperación, salieron los dos corriendo hacia la entrada al mismo tiempo, cayéndose adentro de la cocina. Rieron divertidos a carcajadas, cuando se percataron de que estaban uno arriba del otro. Gilbert se sostenía con las manos, que estaban a los lados de Anne. Ella se sonrojó al tenerlo tan cerca.
_ Asustada, zanahoria?_ Bromeó acercándose más.
_ Ni un poco._
Ahora, cambiaron roles. Ella arriba de él. Por lo tanto, Gil pudo ver los pechos de ella más cerca que antes. Mierda. Contrólate, Blythe! Resistió ante las tentaciones, más sus ojos se controlaban solos.
_ Excitado, Blythe?_ Pronunció de broma, si malas intenciones. Pero , siempre, sus ideas de ponerlo nervioso, terminaban saliendo mal.
_ Más de lo que te imaginas, querida futura Blythe._ Susurró a su oído seductoramente.
Anne estaba roja color fuego, fuego candente. Si alguien le llegara a tocar la cara, diría que tenía fiebre.
_M-me voy a bañar._ Apuro a decir levantándose, para que no notara su sonrojo, pero ya era muy tarde.
_Claro, rojita._ Imitó la acción de levantarse, más con una mirada pervertida_ Si quieres, voy contigo._ Guiño un ojo a la Anne que ya cerraba la puerta del baño abochornada.
Pasaron unos minutos en los cuales Gilbert se la pasó leyendo "Harry Potter y las reliquias de la muerte". Era su libro favorito, después del álbum de fotos de Anne, claro.
_Gil!_ La chica gritó.
_ Qué ocurre?_ De lo rápido que había corrido, ya estaba en la puerta_ Te caíste?!_ Interrogó asustado.
_ No, tonto!_ Lo retó desde el otro lado_ Te quiero pedir un favor...
_Dime._ Ya estaba más calmado.
_ Eh... Y-yo... Me olvide traer remeras, me prestarías una?_ Tartamudeó un poco.
_No hay problema._ Susurró con las pupilas dilatadas, un poco enternecido de cómo lo pedía ella.
Entró a su cuarto en busca de una camisa, un clásico. Se moría por verla usar tal prenda, seguro se vería espléndida, como siempre.
Encontró una camisa grande, suelta y celeste. Perfecta, era lo que necesitaba. Tomó esta rápidamente, volviendo a el lugar anterior.
_ Aquí tienes._ Le entregó.
_G-Gracias._
Treinta segundos después, se dejó ver una Anne vestida con unos shorts cortos y cómodos, y la, ya mencionada, camisa. Le quedaba grande, aunque era un poco corta respecto a longitud, por lo que terminaba a la llegada de sus muslos. No hace falta aclarar que le quedaba estupendo.
Gilbert estaba con la boca abierta, estupefacto. La combinación de Anne mojada y su ropa daba el resultado perfecto. No dijo nada, solo la comía con la mirada.
_ Me queda mal...?_ Cuestionó plenamente concentrada en la respuesta del otro.
_ No te queda bien._ Habló asiendo que agache la cabeza, pero terminó la oración lentamente_ Te queda magnífico, zanahoria._ Ella sonrió como respuesta.
_ Gracias, aunque no lo creo._ Se sentó a su lado, en la cama.
_ Pues créelo, ya que ERES hermosa, no hace falta que te lo aclare._ Le miró directamente a los ojos, llenos de ese brillo especial, que daba sinceridad.
_ No digas mentiras. "Ser hermosa". Eso solo lo son Ruby o Diana, hasta Josie y las demás chicas. No entiendo como te gusta que sea tu mejor amiga..._ Se desanimó sola, haciendo que el otro frunza el ceño.
_ Anne, mírame._ Ella obedeció con los ojos aguados_ Primero, eres más que hermosa en todo sentido, no se puede explicar con palabras. Segundo, tú eres única y fantástica, que adoro de ti._ Ella lo miraba espectante, sin creérselo_ Por último, hay algo que ninguna otra chica en el mundo tiene más que tú. Quieres saber qué es?_ La tomó de las manos, casi temblando.
_Qué?_ Alzó una ceja.
_Mi corazón._
Sin poder contestar, Anne fue trabada por un beso lento y suave. Claramente, le siguió sorprendida. Por qué está sorprendida? Por qué GILBERT BLYTHE  la está besando, el mismo chico del cuál lleva enamorada años. Y lo mejor es que Gilbert sonrió en medio de esta situación al ver que la chica correspondía.
_ Tu también tienes el mío._ Terminó juntando sus frentes.
Ese día fue el mejor de todos. Repetirían la visita al lago varías veces y agradecerían a Billy por quitarles la ropa, especialmente Gilbert.