•~Anne with an e ONE SHOTS~• (shirbert y más)❤️

"No me asustes más" (2)

_ Marilla?_
Gilbert observaba esa escena con cierto temor a lo que estaba presenciando. La verdad, Marilla no solía mostrar mucho su lado sentimental, pero el chico sabía que solo una persona lograba causar que sus sentimientos revoloteen por todos lados. Anne. Automáticamente, un dolor en el pecho se le apareció con tan solo pensar en que algo malo le ocurría.
_ Qué ocurre?_ Cuestionó Bash adelantándose.
_ Pues..._ Mathew anunció ya con los ojos medio aguados.
"Que no sea Anne, que no sea Anne", repetía constantemente en su cabeza el chico.
_ Es Anne._ Parece que las suplicas no habían funcionado del todo bien_ Está muy grave._ Gilbert miró a la mujer llorona una vez más, rezando para que no sea tan serio el tema, tal vez solo estaban exagerando. Tal vez...
_ Q-qué tiene?_ Levantó una de sus clásicas cejas, jugando miedoso con sus dedos.
_ En realidad, no se sabe exactamente qué enfermedad padece, pero nosotros la llamamos "Gripe A"._ El doctor entró a la sala, apoyándose en el marco de una de las puertas, más no parecía despreocupado, tenía cierta inseguridad en sus palabras. Gil nunca lo había visto tan preocupado en ningún paciente.
De pronto, un recuerdo se le apareció. Eran él y su padre, en el viaje que habían hecho antes de su muerte. Estaban caminando por un pequeño pueblo, ambos charlando sobre lo hermoso que era el lugar. Recuerda haber entrado a un hospital, ya que su padre había empezado a toser fuertemente. "Gripe A", había escuchado sobre eso allí.
Navegó un poco más entre pensamientos, hasta que encontró uno que lo hizo temblar.
_ "Gripe A"? No es la enfermedad la cual no habían encontrado... C-cura?_ Las palabras salieron sin pensar de su boca.
Todos los presentes abrieron los ojos sorprendidos. La mirada angustiada de Marilla cambió a una asesina bruscamente.
_Este..._ Balbuceó lentamente el culpable.
_Usted me había dicho que había una solución!_ Acusó la mujer apuntando amenazadoramente al hombre_ Cómo puede ser?! Sin cura? Morirá?!_ Alzó la voz pero, esta vez, estaba un poco quebrada.
_Tranquila, señora._ Alzaba las manos en son de paz.
_Tranquila?! Quiere que esté tranquila?! Hasta que no me de respuestas, no voy a estar tranquila!_ Bash asintió, él también tenía miedo, Anne era una gran amiga y siempre lo ha ayudado y respetado.
_ Bueno, la verdad es que no hay muchas posibilidades para salvarla. No tenemos idea de cómo funciona este virus ni cómo prevenirlo._ Explicó_ Lo único que puedo recomendarles es que repose en su casa, acompáñenla y aprovechen el tiempo que tienen juntos._ Iba a retirarse pero una voz lo interrumpió.
_ La va a dejar así? La va a dejar morir? Solo eso?!_ Explotó Gilbert, el cual había estado en silencio todo este tiempo_ Quiere que la acompañemos para verla morir? Igual que Mary?_ Bash lo miró asombrado, de verdad que la muerte de su esposa había afectado a todos, y, si Anne seguía en la lista, sería aún peor.
_Gilbert, tú más que nadie, sabe que no podemos hacer nada._ El chico solo bufó como respuesta, la impotencia de no poder hacer algo lo mataba_ Ahora, llévense a la chica, debe reposar._
Sin más que decir, el doctor se retiró, dejando un vacío silencio. Los hermanos estaban literalmente en shock, Anne fue la única que trajo alegría a su pequeña familia, no la podían perder. Bash se sentía de igual manera, no podía creer lo que estaba pasando. No quería que la madrina de Delphine muriera.
Gilbert... Gil estaba... Bueno, lo que sentía en ese momento, no se podría describir ni con las maravillosas palabras de Anne, su amiga. Desde el primer día que la conoció, no de tan buen manera, su vida se había convertido en una constante aventura. Fue la primera persona que le hizo sentir tranquilo, y, a la vez, con millones de mariposas en la panza, poniéndole nervioso. Definitivamente, la aparición de esa chica lo marcó. Y de todas las maneras, ya que, por primera vez en su corta vida, sintió un amor, de manera romántica. Estaba claro que él había notado sus sentimientos hacía más de un año, más nunca dijo nada. Sin embargo, puede ser que no fuera muy bueno fingiendo, Bash siempre bromeaba sobre qué estaba enamorado de ella. Y, lo peor era que, tenía razón...
_ Chicos, podrían hacernos un favor?_ Marilla se paró tratando de sonar en calma, fallando en el intento.
_ Claro, haremos lo que sea._ Apuro a decir el enamorado, conteniendo las ganas de llorar.
_ Por favor, ayúdenos a cuidar de Anne. Solo pido que vengan algunas tardes para asegurarnos de que esté bien._ Musitó.
_ Claro, no hacía falta ni preguntarlo._ Bash regaló una sonrisa de apoyo, jamás olvidaría todo lo que habían hecho por el y su familia (BASH TE AMO BB QUIERO LLORAR CADA VEZ QUE ME ACUERDO DE MARY ok me calmo).
_ Puedo ir con ustedes a Green Gables? Así puedo estar con Anne (😏 ahre no, está ENFERMA) mientras buscan remedios o algo para bajarle la fiebre._ Propuso Gil.
_ Gracias, de verdad._ Mathew golpeó levemente su hombro, hasta él había notado el cierto interés hacia su hija.
_ En casa tenemos lo necesario para Anne, vallamos nosotros tres a buscar los medicamentos._ Indicó Trinidad, señalando a Marilla y Mathew.
_ Está bien._ El viajero miró su reloj de mano._ Tenemos que ir ahora hacia la estación de trenes! Quedan solo diez minutos para que cierre y llegue el último tren hacia Avonlea._ Indicó Gil apurado.
_ Iremos rápidamente y les avisaremos al maquinista que los espere. Ustedes despierten a la niña._
Salieron disparados, dejando a Gilbert y Bash atónitos. Pronto, reaccionaron, debían ser más acelerados.
_ Vamos._
Abrieron la puerta del consultorio. Al instante, la mirada del chico expresivo se dirigió hacia Anne. Se acercó y, olvidando por completo que su mejor amigo estaba allí, tocó su mejilla lentamente. La cara de ella estaba sudada, pero seguía viéndose igual de tierna cuando dormía. Pero, algo alertó a Gilbert.
_ Está ardiendo (7w7, NO, PARA, MALDITA PERVERTIDA), es muy extraño._ Comentó moviendo sus cejas en signo de preocupación.
_ En serio?_ Su amigo lo miró, sabiendo lo que sentía en esos momentos, es difícil perder a la persona que amas. Y él, más que nadie, lo tenía bien claro._ Gil, se lo vas a decir?_ Él otro sonrió haciéndose el desentendido, cuando, en realidad, comprendía a lo que se refería.
_ Qué co-cosa?_ El rubor apareció en sus mejillas.
_ Sabes de que estoy hablando, lo sabes._ El otro negó nuevamente, y Bash rodó los ojos_ Que la amas, niñito._ Completó obvio.
_ Yo... De qué ha-hablas?_ Miró a su chica, evitando la mirada amenazadora de su amigo fiel (YO SOY TU AMIGO FIEL, YO SOY TU AMIGO FIEL). Inconscientemente, sacó una dulce sonrisa en sus labios, de tan solo admirarla.
_ No sabes disimular, amigo._ Rió.
_ Ya! Okey! Estoy enamorado de ella! Feliz?_ Saltó todo sonrojado.
_ No del todo. Se lo dirás?_ Repitió.
_ No lo sé, Bash. Ella no siente lo mismo, estoy seguro. Además, el no poder hacer ni un poco por ella, me consume totalmente._ Explicó mirando a otro lado, con los ojos aguados.
_ Sin importar si te corresponde o no, merece saberlo. Y te aseguro que tú te sentirás mucho más aliviado._ Animó.
_ No estoy seguro, pero lo pensaré._ Limpió una traviesa lágrima de su cara con un dedo, sin avergonzarse, una vez por todas, de admitir lo que sentía.
En medio de su conversación, se sintió un quejido leve. Giraron la cabeza sin pensarlo.
_ Gilbert? Bash? Dónde están Mathew y Marilla?_ Trató de levantarse, más se mareó y cayó en los brazos de Gil (um klazicó xd).
_ Están en el tren, esperándonos._ Él no la soltó, no quería que se volviera a caer. Los sonrojos de parte de ellos y la mirada perversa de Bash no tardaron en aparecer.
_ Es tarde! Vámonos!_ Interrumpió el fan número 1 de Shirbert, triste de romper el momento.
_ Pon tus manos en mi hombro, Anne._ La ayudó a levantarse.
La pelirroja hizo caso sin quejarse, no tenía las fuerzas suficientes. Mientras caminaban, la tan confundida chica preguntó:
_ Y... Qué me pasa? Estoy resfriada?_
Ambos pararon en seco, quedando en silencio. Se miraron como esperando a que hable el otro, más nadie dijo una palabra.
_ Te lo explicaré. Más tarde._ Logró pronunciar con la voz quebrada, no quería decírselo. No quería que pasase lo mismo que con Mary.