Un poco de mi historia.

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Creo que ya han hablado bastante de mi, especialmente Jack y Louis. Con esas cartas que ya leyeron en un pasado entrometidos. Bueno me toca escribir como paso tooooda está mierda de historia. Asi que disfruten que este lobo gris les expliquen que pasó.

Un domingo. Un domingo en la noche. Fría y solitaria. Y una antorcha cubierta de sangre de ciervo y lobo. Ambas sangres mezcladas. La antorcha está en llamas, el profundo olor de sangre estaba allí. Dando mi ubicación. Estoy sin camisa. Con mi pecho al descubierto, sin armas solo con mis garras. Sin nervios pues pienso en todo lo que tengo y lo que protejo. Tengo que hacer esto. Tengo que acabar con el. Tengo que proteger este mundo de las basuras como el. Una asesino, un híbrido entre leopardo y gacela. Un desgraciado que le puso sus asquerosas manos manchandas de sangre inocente encima de mi dulce coneja. Nunca lo perdonaré. Cuento con ellos en mi corazón, asique...

Vengan por mi.







Una escena desgarradora gran cantidad de cuerpo muertos tirados en el suelo. El olor a sangre llegaba a kilómetros de distancia. La sirena policial se escuchaba cada vez más y más cerca. Solo dos cuerpos vivos, el mío cuál esta manchado de sangre de aquellas personas que hieren a inocentes, además de la falta de uno de mis ojos y el de "Él" tirado en el suelo tratando de alejarse de mi. De aquel desgraciado que tocó a mi hermosa coneja. Su vida, no vale nada. No me tomo mucho tiempo para meter mi mano completa en su pecho y arrancar su corazón, pues el no tenía ningún sentimiento. Solo era un órgano vital. Las sirenas resunbaban en mis oidos, no pude más. Empeze a caminara hacia ls orilla de lo que era una playa cercana, mis pies apenas se movían debido al cansancio, sentís la suave arena y las ligeras olas del mar pasar por mis pies descalzos. Sentí ser iluminado por algo. Se trataba de un helicóptero. Me veía rodeado de Miles de policías o eso creía yo. Veía sus labios moverse pero no escuchaba nada. Solo el sonido de las eliges del helicóptero y las sirenas de los autos policiales. Allí perdí mi conocimiento.

No tarde mucho en volver a la realidad, pero. No estaba en mi casa, ni siquiera en una cárcel. Estaba en un lugar totalmente diferente. Un lugar de paz lo que parecía ser un dojo, termino convirtiéndose mi hogar por 6 años. Allí fui entrenado de maneras brutales y alocadas. Nunca tuve un descanso como tal solo un "respiro" allí forme mi gran habilidad con tantas armas que perdí la cuenta. Una tras una. Era un infierno pero un infierno de paz. Despues de estar atrapado allí durante esos 6 años. La persona quien siempre me entreno, me habló por primera vez. Recuerdo sus palabras como si fueran ayer.
"Te salve de la policía justo después de cayeras como plomo, has estado 'muerto' por 6 años, Es hora de que vuelvas"

Luego de eso todo se esfumó como si se tratara de una ilusión. Nunca más lo volví a ver. Pero en la habitación donde tenía mis "respiros" había algo diferente. Un regalo, se trataba de una armadura de cuerpo completo  de pies a cabeza la cual solo tenia la ranura de un ojo. oscura como la noche. Con ciertos detalles grisáceo brillante. Además de una hermosa katana, su filo era tan radiante como la luz solar, con un hermoso detalle del mismo color que mi pelaje, un mango de color negro con ciertos detalles dorados, era toda una maldita hermosura. No dude nada y me la coloque, era de mi talla. Algo que me sorprendió era lo flexible y eficaz que era, pues me otorgaba gran movilidad además de su función como armadura. La de protejer a su usuario. No me tomo mucho el encontrar mi antigua ciudad. Y poder reubicar todo. Era lo mismo que hace 6 años, con ligeros cambios. Por una extraña razón me dieron ganas de ir al cementerio, pues quería ver y confirmar algo. En efecto. Yo había muerto, estaba de pie junto a lo que era mi tumba, solo pude reír, reí y reí y reí y nunca pare de reír. Mi risa era descontroladamente felix, se escuchaba como la de un maniático que acababa de perder aún mas su cordura. Pero bueno todo pasa ¿no? Decidí ir a relajarme un poco y busque algo para entretenerme, lo primero que ví fue un cigarro. No dude en comprar algunos y un encendedor, mi primer cigarro. ¿Cómo se los describo? Pues estuvo bien, nada del otro mundo pero si algo a lo que podría dedicarle uno que otro momento, ahora sí el momento de la verdad.

MI ACADEMIA.

Estaba justo al frente de ella. Más bien todo lo contrario, decidí ir por la puerta trasera, y lo primero que veo son dos sujetos vestidos de negros tratando de abusar de algunas colegiadas. Inaceptable, mi sangre ardió y actúe por instinto. Solo bastó un golpe a cada uno, al primero lo deje incociente con un certero golpe en la garganta y al segundo en la parte lateral del cuello, les pedí a ellas que se escondieran en un lugar seguro. Entre.

Estaba repleta de estos sujetos, cada uno con más y mas equipamiento, poco a poco me acercaba a alguien. Mas bien a su jefe, fui silencioso y discreto. Siempre preservando sus vidas por delante. Ya que la mayoría era demaciado joven. Chicos con un mal pasado que terminaron en desgracia, es una pena. En cuestión de minutos llegaría a limpiar la academia de todo estos sujetos, dejándolos fuera de combate ¿Que pasa si despiertan? Tranquilos no podrán mover su cuerpo hasta la mañana siguiente. Debido a que mi golpe se concentra en los nervios más sensibles para afectar todo el cuerpo del contrario. Llegué a una zona nueva, una zona que Alparecer había construido en mi ausencia, era enorme pero allí lo ví todo. Todos estaban allí. Reunidos, atados y neutralizados. Era espantoso pero decidí entrar, dos guardias menos en menos de un minuto que había entrado. Entonces lo ví.

Vi como un asqueroso leopardo golpeaba a mi mejor amigo.
"LO MATARÉ"

NO ERA YO, YO NO CONTROLABA MI CUERPO, ALGO MAS LO HACIA. ALGO MAS OSCURO, SENTI COMO DESAPARECÍ DR UN MOMENTO A OTRO, ESTABA EN MEDIO DE LA SALA, CAMUFLADO EN LA OSCURIDAD, GIRE MI MIRADA Y VI A LOUIS, MI COMPAÑERO. PERO FUE EL UNICO EN NOTAR MI PRESENCIA SOLO VOLVI A DESAPARECER. CUANDO PUDE VOLVER A VER, FUE AL LEOPARDO TIRADO EN EL SUELO POR INSTINTO LO AGARRE DE SU CABEZA Y ESTAMPE SU CARA CONTRA LA PARED

Y DE NUEVO, Y DE UEVO, Y DENUEVO, Y DENUEVO, Y DENUEVO, Y DENUEVO, Y DENUEVO, Y DENUEVO, Y DE NUEVO, Y DENUEVO, Y DENUEVO, Y DENUEVO, y denuevo, y denuevo, y denuevo...

Cuando me di cuenta de lo que hacía tenía un leopardo con una cara totalmente desfigurada, un suelo lleno de sangre a mis pies, un Jack asustado y unos guardias cagando sus pantalones.
"Pueden irse, ¡Largue antes de que lo haga lo mismo!"

Salieron gritando tirando sus armas al suelo, orinando sus pantalones. Acto seguido voltee a ver al público.
"Si lo sé, me sobrepase un poco, ¡pero lastimo a mi amigo!, Ahora alguien llame a la policia"

El Harem del lobo gris.Where stories live. Discover now