EL CORDERO EN EL BOSQUE

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NARRA MABEL:

¡Ese estúpido llamado!  ahg Stan, mi tan querido tío Stan era el ser más inoportuno del planeta.

Por primera vez vi molestia en el rostro de Sam y aún así me parecía ser muy sexi aun que tal vez sea el momento lo que me hace verlo tan deseable.

-Demonios. -la pesadez en su palabra era notoria, comenzó a vestirse con velocidad, yo solo me dediqué a observarlo, realmente tenía un muy buen físico, y el que tena el seño fruncido le daba un encanto peculiar de chico malo.

-Lo lamento Mabel, realmente lo lamento. - Suspiro muy pesadamente, sabía que a ambos nos dolía la separación, lo que no sabía era a quien le dolía más.

- tengo que irme, el señor Pines es muy pesado cuando se enoja, tú debes saberlo a la perfección. -Pauso un momento, mismo que aprovecho para acercarse y tomarme de las manos - Pero no me puedo ir sin antes hacer esto. - Me dio un tierno beso en la mejilla.

- Espero que podamos continuar esto en otro momento, descansa linda, hasta mañana.

Mi rostro hablaba por su propia cuenta, me guiño el ojo coqueto y se alejó mirándome tiernamente.

Y como si de un sueño más se tratase, caí en cuenta, de todo lo que hubiese pasado si Stan no nos interrumpía. 

-Actué como un animal en celo. <¿Qué rayos me había pasado?> Ruborizada como un tomate, me escondí debajo de mis delgadas sabanas.

<Hoy fue un día realmente largo.>

Mi hermano casi me mata, me desmaye dramáticamente; creo que mi papel en esta historia es el de ser la damisela en apuros; hoy casi tengo mi primer encuentro sexual y es arruinado nada más y nada menos que por mi tío abuelo Stan.

<Que día. Tenía que reflexionar en lo que Samuel provocaba en mi.>

No tenía absolutamente nada de sueño y era muy tarde para llamar a mis padres, así que salí de mi habitación y me senté cerca a esa gran ventana del pasillo.

Mirar hacia el bosque me trajo grandes recuerdos, recuerdos felices que ahora me miraban con burla. Tal vez si iba hasta allí podría tranquilizarme un poco. 

<Además supongo que no habrá problema conque salga unos minutos ¿no?>

Amarre las suelas de mi bata y bajé lo más silenciosamente posible, vi la luz del despacho de Stan prendida, supongo que el y Samuel siguen trabajando en cosas de la tienda.

Camine con mucho más cuidado para no hacer ruido alguno, pase por su puerta y por la sala hasta que por fin salí de la cabaña.

<Genial el magnífico plan de Mabel fue todo un éxito.>

Después  de hacer un pequeño baile de la victoria, ocupe mi celular para alumbrar aquel bosque que se encontraba frente mío. No tenía nada que temer, ya lo había explorado cientos de veces.



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JUEGO ENFERMIZO

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NARRA DIPPER:

-Bien, solo necesito unas tres raíces más y mi colección estará lista.

JUEGO ENFERMIZO  **PINECEST** DIPPER Y MABELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora