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Una tarde tranquila en los dormitorios de I-dle.
Miyeon estaba saliendo de compras, Soojin estaba visitando a su hermana.
Shuhua calcula que la deja unas dos horas, más o menos, sola en el apartamento.
Una vez que la puerta se cierra, Shuhua se detiene por unos minutos, escuchando para asegurarse de que ninguna de las miembros haya regresado, en caso de que se olviden de algo. Cuando determina que en efecto se han ido, se dirige directamente al otro dormitorio. A la izquierda está la cama de Miyeon y a la derecha, la cama de Soojin. Las sábanas de la cama de Soojin están hechas de manera casual, el edredón está amontonado cerca del final de la cama. No hay muchos peluches; tal vez tres o cuatro de un fansign hace mucho tiempo, sentados en el otro extremo de la esquina. Shuhua se acerca a un lado y se ríe con picardía, suavemente, llevándose una mano a la cara.
Todo es parte de la... rutina inusual de Shuhua. Siempre ha tenido una obsesión con todo de Soojin, siguiéndola, tratando de darle besos, rogándole que cocine para ella, jugando con los perros con ella... Pero lo que más le gusta a Shuhua es estar en la cama de Soojin. No, no de esa manera (quizás), simplemente acostándose a su lado antes de que tengan que levantarse para cumplir con sus horarios. A menudo lleva a que Soojin se despierte con un bulto de Shuhua a su lado y la empuje de la cama en una bruma de falta de sueño, diciéndole que se vaya a su propia cama porque no hay suficiente espacio.
Pero de vez en cuando, Soojin no está allí. Y aunque cuando Soojin esta allí es la mejor parte, solo estar donde estaba durmiendo anteriormente es suficiente.
Mira a su alrededor, a pesar de saber muy bien que tiene la casa para ella sola, sabiendo que si se deja caer en la cama de Soojin, acurrucándose en las sábanas, nadie la atrapará. Pero ni siquiera es tan importante en primer lugar, ¿verdad? Solo está usando la cama de Soojin por un tiempo. Nada extraño allí.
Ella rueda sobre la cama, tarareando encantada, su cabello negro se extiende desordenadamente sobre la almohada. El corazón le da un vuelco en el pecho cuando capta un leve olor de las mantas, toma el borde de la sábana con una mano y se la lleva a la nariz. Huele como el champú de Soojin, un ligero aroma a cereza mezclado con sábanas recién lavadas.
ーAh, Jin-ahー, murmura Shuhua, riéndose. ー¿Por qué eres tan increíble, incluso cuando no estás aquí...?
Soojin siempre olía tan bien, y oler las cubiertas directamente hace que el corazón de Shuhua se acelere, sintiendo que Soojin realmente está allí con ella.
Oh, dios, eso era una fantasía en sí misma.
Shuhua se pone de lado y, aunque en realidad está mirando una pared en blanco, se imagina perfectamente a Soojin acostada a su lado, sonriendo, con los ojos llenos de afecto, lo suficientemente cerca como para que prácticamente pueda contar sus pestañas. La calidez que siente de la imaginación: la sonrisa de Soojin, sus labios perfectos llenos de color incluso cuando no tiene lápiz labial, es inconmensurable. Piensa si Soojin tal vez quitaría un mechón de cabello de su rostro, o tal vez aprovecharía la oportunidad para tomar su mejilla con una mano suave. Incluso podría ser tan atrevida como para presionar su pulgar contra su labio inferior, deslizándolo como para reclamar sus labios como suyos.
