DEMON HUNTERS

CAPÍTULO 5

LA CAÍDA DE LOS AGHORI

Unas sutiles gotas de lluvia
comenzaron a caer, mientras se derramaba la sangre sobre aquella tierra maldita. La ira sin precedentes hizo que el yo oscuro que habitaba en su interior despertara una vez más. Se avivó su sed de destrucción y ya nada podía frenarlo en esos instantes. La naturaleza caótica y lóbrega de su forma interna resaltaba con un fulgor más negro que la noche misma. Aún no podía controlar dicho poder, sin embargo podía al menos dirigirlo.
Los temibles caníbales observaban atónitos la forma oscura e inverosimil frente a ellos . Éste sin mayor vacilanción se movió a una velocidad superior  y atravezó a uno de ellos en el pecho utilizando solo un puño. Acto seguido,  el resto de Aghoris se lanzaron al ataque siendo masacrados uno a uno bajo el gran poder oscuro que emitía el aura de Toby. Una feroz batalla se libraba en aquel bosque insólito, entre seres sobrenaturales en su instintiva expresión de hostilidad y caos. La lluvia se convirtió en aguacero y pronto uno relámpagos como trazos luminosos sobre el firmamento comenzarón a refulgir intensamente acompañado de un ruido estridente.
Poco tiempo después solo quedaba un Aghori en pie, se trataba del caníbal más fuerte quien totalmente ensangrentado y con la horrible dentadura fracturado aún no era derrotado. La pelea se extendió por unos minutos más hasta que Toby logró arrancarle la cabeza con sus manos. Finalmente los gruñidos de aquellas bestias cesaron escuchándose solo, el sonido de la lluvia al caer y los relámpagos que se dibujaban en la capa oscura de la noche.
_Toby regresa conmigo por favor_ dijo suplicante la princesa de cabellera rubia.
Su voz lánguida apenas podía oírse en medio del estruendo de la tormenta, sin embargo al parecer sus súplicas fueron escuchadas. Toby volvió su vista hacia donde se encontraba Eunice. La contempló por unos breves segundos. Poco a poco el aura oscura que lo envolvía se fue apagando. Sus pupilas volvieron a la normalidad y éste cayó de rodillas en la tierra lodosa. Alzó la cabeza y volvió a observar. Eunice lloroba en silencio.
_Me alegro de que volvieras en ti Toby_ dijo débilmemte antes de desmayarse al igual que la chica que estaba a su lado, amarrada de igual manera a un tronco.
Toby se imcorporó del suelo y se dirigió hacia donde estaban las dos jóvenes atadas al viejo tronco. Primeto desató a Eunice y luego a la extraña muchacha de singular belleza. Cargo a las dos en cada uno de sus hombros y corrió para poder ponerlas a buen recaudo. Poco tiempo después había logrado cruzar el bosque, superando así la difícil prueba de enfrentar a una temible tribu canibal como los Aghoris. Miró el paisaje que se presentaba frente a él, un valle extenso con diversos arboles frutales y arroyos donde transucurría una agua cristalina capaz de reflejar como un espejo a las nubes oscuras del cielo. Recostó a las jóvenes mujeres bajo una sobresaliente de roca la cual estaba sujeta a un pequeño monte rocoso. El frío gélido que acomtecía le hizo tiritar hasta el estremo de apretar lps dientes. Tenía su ropa hecha tirones y totalmemte empapada, de la misma forma se encontraban las jóvenes quiened aún no despertaban. Temiendo por su salud las desvistió dejandolas completamente desnudas. Se ruborizó por completo pero él sabía que no había otra opción, para suerte de ellos, Toby encontró un par de troncos secos bajo su resguardo pétreo y con un poco de esfuerzo logró prender una fogata. La lluvia comenzó a amainar al transcurir el tiempo dejando en su lugar una niebla espesa . Tragó saliva y se despojó de la ropa empapada, acerco sus manos a las chicas y con sumo cuidado las atrajo junto a la fogata, luego se acostó junto a las doncellas juntando sus cuerpos para lograr el calor corporal. El cansancio en él era notorio, poco a poco sus párpados fueron entrecerrándose hasta quedar sumido en el sueño.

Continuará...