〔19〕

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Seis años habían pasado.

Jihoon tenía ya 24 años. Decidió no volver a hablar con su madre sobre "aquel tema", pero igual decidió dejar que su relación con Soonyoung se hiciera más larga.

Seguían siendo novios. Y Jihoon estaba feliz. Claro, no podía volver a llevarlo a su casa, pero, Soonyoung le había prometido mudarse tan pronto como tuvieran el dinero suficiente para por lo menos tener un pequeño departamento.

Hasta entonces, seguiría ocultándole a sus padres el hecho de que aún seguía saliendo con Soonyoung. Seguiría aguantando los comentarios felices de su madre acerca de cómo su hijo estaba mejor sin tener a Soonyoung en su vida.

No estaba molesto. O por lo menos eso es algo que él diría. No le agradaba la forma que tenía su madre de expresarse sobre Soonyoung, pero también, no la iba a detener. Estaba mejor saliendo a escondidas con él que estando discutiendo con ella por eso. Era lo mejor, ¿cierto?

Jihoon tenía trabajo en un jardín de niños. No era el sueño que tenía pero era lindo. Le gustaba trabajar con niños y disfrutaba hacer actividades divertidas con ellos. Sus compañeros de trabajo eran amables. Los niños bien educados. Estaba viviendo bien.

Sentado en un pequeño banco en el patio, suspiró, viendo a los niños corriendo por este.

—¿Jihoon?— subió la mirada.—¿Te tocó vigilarlos?

—Hansol...— rió.—No es un trabajo que me disguste, me relaja.

El rubio sonrió, sentándose a su lado, poniéndose cómodo igual.

—Te divierte estar aquí, ¿no?

—Puede que si.

Hubo un silencio, Jihoon no había notado esto, estaba muy ocupado dándole toda su atención a los niños que hablando con Hansol. Lastima que eso no duró mucho.

—Sabes... me preguntaba, hoy saldremos algunos amigos de aquí, y quería ver si podrías venir. Siempre pones alguna excusa cuando se trata de salir, y-

—Lo siento.— interrumpió.—Hoy no puedo. Mi pareja me dijo que tenía algo importante que enseñarme. Así que otro día.— miró al menor, sonriendo levemente.—¿Si?

(...)

—Soonyoung no volveré a preguntar, pero dame una pista.— rió el pelirrojo mientras intentaba quitarse la venda que tenía en los ojos, sintiendo el movimiento del carro a la vez que la mano del mayor se paseaba por su brazo para intentar calmarlo.—¿Soonyoung?

—No te diré, es una sorpresa. No te preocupes, ya casi llegamos.

El carro dejó de moverse después de unos minutos, indicando que habían llegado. Escuchó la puerta a su lado abrirse para después sentir una mano sobre la suya, ayudándole a bajar del auto.

Jihoon hizo caso y bajó, aún sin poder ver, solo podía esperar a que Soonyoung le ayudara a dar el siguiente paso. Caminó por pocos segundos con el rubio detrás de él diciéndole cómo moverse. Resultaba divertido para él.

—Listo. Quítate la venda lentamente, ¿de acuerdo?

Y así lo hizo, contó los segundos que le tomó quitarse la venda por completo. Sus ojos eran capaces de ver otra vez. Frente a él, una pequeña casa de blanco era lo único que podía ver. Jihoon no comprendió.

Miró a Soonyoung quien lo miraba de vuelta con una sonrisa en su rostro.

—Bienvenido a tu nuevo hogar, Hoonie.

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Pues eso pasó. Creo que la historia va a quedar más corta de lo que esperé.

L. J. H. - (•SoonHoon•)Where stories live. Discover now