Un duro día de rodaje

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Dicen que el primer amor nunca se olvida y es cierto, porque mientras Yoongi me contaba su historia de tierno adolescente y me lloraba en el hombro, yo recordaba a mi hermano y lo importante que fue para mí, aunque él nunca fuese realmente consciente. La mía no fue una historia de amor al uso, tampoco lo fue con mi tío y mucho menos con Wonho, que me abandonó cuando más lo necesitaba. No sé si la historia con Jungkook debería considerarla una historia de amor o no, pero tengo que admitir que desde que llegamos a Tailandia no me lo quito de la cabeza. Hay cosas que me recuerdan a él, hay lugares, olores, imágenes, que me encantaría estar disfrutando a su lado. Pero a la vez, en este viaje estoy descubriendo un Yoongi que no es para nada el chico prepotente que yo creía al principio. A veces pienso que ha dejado de luchar conmigo para tratarme como a un igual. No sé si es que yo me he ganado el puesto o no, pero es cierto que me trata de una forma distinta y yo lo prefiero. También él ha bajado la guardia y ahora se muestra mucho más receptivo, más sensible, más humano. Conmigo no puede hablar de marcas de ropa, ni de gimnasio, ni de drogas, ni de porno, porque no estoy nada puesto en esos temas, y yo creo que junto a mí está redescubriendo otra vez sensaciones y sentimientos que tenía olvidadas. Sufrir no le gusta a nadie, pero sentir es algo absolutamente necesario y si levantas un muro en tu vida y sólo eres capaz de bajar la guardia cuando hay química de por medio, me parece muy triste.

De todas formas, para llevar la vida que lleva Yoongi hay que servir, porque es un culo inquieto y hoy está aquí grabando un programa y mañana está en la otra punta del mundo en una sesión de fotos. Pasado monta una fiesta en la capital de algún país medio liberal y el otro está encerrado en el estudio de grabación liado con su disco. Yo creo que no podría. Necesito una vida más tranquila y a pesar de lo que me quejo de mi mini buhardilla y de las malas condiciones en las que está mi edificio, los echo de menos. Ningún hotel puede superar la comodidad de estar en tu casa, por muy cinco estrellas que sea. Yo necesito mis cosas y tenerlas siempre a mano, porque son las que no me hacen perder el norte y las que me recuerdan quien soy en todo momento.

Me pregunto qué pasará cuando todo esto del libro acabe. Cuando se publique supongo que tendré que hacer algo de promoción junto a Yoongi. Me hace mucha ilusión, por supuesto que sí, porque me está costando la vida parir a este hijo, y nadie, excepto yo, sabe el trabajo de investigación y documentación que hay detrás, porque aunque la gente no aprecie eso, me quedaré contento con que el resultado les haya convencido. Cuando todo esto acabe, quiero volver a mi vida normal. Quiero volver a ser ese escritor anónimo que no se codea con gente de la jet set, con falsos famosos o con locutores impertinentes. Quiero volver a la vida de antes, donde puedo pasar todo lo desapercibido que yo quiera, a pesar del éxito.

—Jimin ¿qué prefieres el boxer azul o el verde militar? —me pregunta Yoongi que está probándose el vestuario para la escena.

—El militar siempre será más morboso —le digo con una sonrisa.

Una vez más, Yoongi se desnuda allí en medio y con la naturalidad a la que ya nos tiene acostumbrados y mientras se pone la prenda indicada, el director de la peli le presenta a los que son sus compañeros de escena; Pha, Mew y Figth, tiene una estética muy parecida a las nuestras ¿, pero era mucho mas musculosos, uno de piel morena y otro de color cafe tostado.

Para empezar le esposan las manos en la espalda porque tiene que fingir que es un prisionero de guerra que han hecho los del otro bando. Es curioso que hayan hecho prisionero a un tío que ha ido a la batalla en calzoncillos, mientras los otros van perfectamente uniformados. En fin, cosas del guión, supongo. Las tres bestias empiezan a gritar a YoonGi y a insultarlo. Hay que reconocer cómo se crece el cabrón cuando la cámara está grabando porque los desafía con la mirada de una forma en la que yo no sería capaz ni aun sabiendo que cuando el director lo ordene van a parar la escena. Primero le dan una buena paliza. Repiten la escena varias veces para que la cámara pueda recoger en primer plano como esas botas militares patean las costillas de mi actor favorito. Lógicamente, todo es fingido, pero luego la escena se montará tan deprisa que quedará muy realista. Traen un vaso lleno de un líquido rojo que parece tomate o ketchup o algo así y le piden a YoonGi que lo tenga en la boca y que cuando el director lo ordene, lo escupa contra la cámara, como si fuese por el efecto de un golpe. Lo repite cuatro veces. No porque no lo haga bien, sino porque el director quiere grabarlo desde todos los ángulos para que, al unir los planos, dé un efecto más realista.

Cuando Todos Duermen - Yoonmin (finalizada) Where stories live. Discover now