«Arte»

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Yibo acababa de despertar, tanteó el otro lado de la cama en busca de un poco de calor. Vacío y frío. Abrió los ojos para encontrar la habitación en completamente vacía y aún oscura a excepción de la pequeña lámpara pegada al conector, esto le pareció extraño, ¿dónde podría estar su gege? En silencio y aún medio dormido salió de la cama en busca de su novio; revisó el baño, alumbró el corredor con la lámpara de su teléfono, entró a la cocina, encendió la luz de la sala.

No había nadie.

Estaba empezando a desesperarse, no pasaban siquiera de las cuatro de la mañana, la luna aún regía el cielo nocturno, Xiao Zhan no podría haber salido a ningún lado a estas horas, ¿verdad? Yibo tuvo que tomar un poco de agua y reposar se en la mesa de la cocina para tranquilizarse un poco. Llamó a su celular. Nadie contestó. Dejó escapar un suspiro de frustración cuando un sonido proveniente del otro lado de la casa lo asustó haciendo que casi se ahogara y por instinto se escondiera detrás de la mesa. Esperó unos minutos a que hubiera otro ruido. Nada.

De puntillas y con el miedo carcomiéndolo por dentro se trasladó hacia el otro extremo de la pequeña casa. Cuando estaba por llegar a la puerta del estudio pudo ver la silueta de su alto novio, aún en pillamas y utilizando sus pantuflas de conejo, salir de dicho lugar con la ropa manchada de lila y murmurando pequeños - "Mierda" - mientras se dirigía a la cocina. La curiosidad le ganó a Yibo, así que aprovechó para entrar al estudio y saber que había pintado su gege.

Zhan por mientras estaba desconcertado, juraba haber visto las luces apagadas cuando salió de la habitación hace aproximadamente una hora, ¿cómo es que ahora estaban todas encendidas? Por un momento, el pensamiento de que alguien había entrado a la casa pasó por su cabeza, “Nadie es tan estúpido para encender las luces de una casa si va a entrar a robar” y con ello en mente descartó la posibilidad de alguien más dentro. Así que se fue a la última y única solución lógica: Wang Yibo, su miedoso bebé que le temía a la oscuridad, había despertado. Una sonrisa de diversión surcó su rostro, podía imaginarse a Yibo con la linterna de su celular temblando mientras buscaba el interruptor.

Terminó de limpiar la camisa del pillama para regresar a su estudio, agradecía haber terminado a tiempo antes de mancharse, pero ahora su sorpresa estaba arruinada.

Entró en dicho lugar encontrándose con un Yibo delante de la pintura dándole la espalda a Xiao, Zhan lo abrazó por atrás haciendo que su cuerpo se tensara y relajase cuando empezó a dejar besos en el largo de su cuello, sacándole ligeros suspiros y risitas. - "¿Te gusta?" - preguntó con timidez una vez se separó del cuerpo un poco más pequeño que el suyo, dándole espacio de darse la vuelta.

Yibo tenía una gran sonrisa y los ojos ligeramente acuosos, las mejillas rojas y el cabello despeinado. La imagen era tierna para Xiao Zhan, quien no dudó en besar la mejilla de su novio. - "Gracias" - murmuró el menor abrazándolo apoyando su cabeza en la vuelta del cuello de su novio. - "Es perfecto, Xiao, tu eres perfecto" - quiso decir, pero el nudo en la garganta no lo dejaba hablar.

Cabe recalcar que a Yibo nunca le ha gustado llorar, pero los mimos que Zhan le otorgaba, el calor de sus cuerpos juntos por el abrazo y los labios del mayor dejando un rastro de besos en su cabello, hacían que quisiera derramar lágrimas de vez en cuando.

Incluso después de haberse tranquilizado ambos se quedaron ahí, juntitos, siendo iluminados por los rayos de luna que entraban por los grandes ventanales. Dándose pequeños besitos o simplemente mirándose a los ojos. Luego de un rato, Zhan habló - "¿Volvemos a la habitación?" - Yibo sonriente asintió energético, tirándose sobre Xiao enrollando sus piernas en la cintura del contrario, el nombrado tuvo la suerte de haber estado cerca de la pared para poder apoyarse un poco y no perder el equilibrio. Ambos rieron mientras regresaban besándose a su cuarto.

Al día siguiente, la pintura, en la cual se encontraba Yibo junto a su madre, se hallaba ya en la sala colgada y enmarcada. Yibo estaba feliz y Xiao también.

🌻

Se me sale lo cursi ah-

𝒫 𝒶 𝓇 𝒻 𝒶 𝒾 𝓉 ; Yizhan Where stories live. Discover now