Capitulo XXXII

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Aome y Sesshomaru habían llegado a la habitación del hotel, al entrar en ella se dieron cuenta de que está estaba totalmente adornada con pétalos de rosas por todas partes

Aome: Wow!
Sesshomaru: Te gusta?
Aome: Todo está tan lindo
Sesshomaru: Te mereces esto y más (la abrazo para después comenzar a besarla)

Poco a poco los besos y caricias subieron de intensidad, Sesshomaru deshizo el beso para pasar sus labios por el cuello de Aome, se encargo de lamer morder su marca

Aome: Sesshomaru! (Hablando entre jadeos)
Sesshomaru: Hmp! Que quieres mujer? (Con voz ronca)
Aome: A ti!

Sesshomaru la recostó suavemente en la cama, con una de sus piernas se encargo de separar las piernas de Aome para posicionarse en medio de ellas. Poco a poco las prendas fueron sobrando

Sesshomaru: Te amo! (mordiendo el cuello de Aome)
Aome:Te amo Sesshomaru
Sesshomaru: Eres mía! Mía ante todas las leyes y en todos los sentidos!
Aome: Muy tuya!

Ambos llegaron juntos al climax, esa noche se encargaron de demostrase el uno al otro ese amor que sentían, hasta que quedaron dormidos casi hasta llegar el amanecer

En casa de Aome

Rin: Abuela Naomi. A qué hora volverán nuestros padres?
Shippo: De verdad no podemos ir a buscarlos?
Naomi: Ellos están ocupados, no podemos ir a buscarlos en este momento (hablando desde la cocina)
Abuelo: Llegarán en cualquier momento

Mientras tanto, el Lord del Oeste contemplaba a su mujer mientras está dormía, el por su parte solo llevaba un mechón de los cabellos de Aome para olerlo

Aome: Buenos días mi señor! (Despertando)
Sesshomaru: Buenos días! (Besando su frente)
Aome: Por que siempre haces eso en la mañana? (Viendo cómo Sesshomaru sostenía un mechón de su cabello)
Sesshomaru: Ya te lo dije, es cuando tienes mi olor impregnado en tu cuerpo y eso me encanta! Aunque también me encanta cuando se mezcla con el tuyo (abrazándola)
Aome: Eres tan diferente cuando estamos a solas. O cuando estamos con nuestros hijos
Sesshomaru: Hmp! Nadie más merece ver esa faceta. Mujer (pensativo)
Aome: Que ocurre? (Levantando su mirada)
Sesshomaru: Hay alguien que quiere hablar contigo, y no voy a poder controlarlo por mucho tiempo
Aome: De quién se trata (un poco asustada)
Sesshomaru: De Yako! (Gruñendo)
Aome: Está bien (relajándose). No me harás daño?
Sesshomaru: Claro que no
Aome: Está bien, hablaré con el
Yako: Mujer! (Los ojos de Sesshomaru cambiaron a un color rojo). Por fin este tonto me deja hablar contigo
Aome: Así que tú eres Yako
Yako: Así es, desde siempre he querido hablar contigo pero Sesshomaru no me dejaba salir
Aome: Por que?
Yako: Tenía miedo de que te enamorarás de él por como te tratara yo y no el
Aome: Pero se trata de la misma persona
Yako: Explícale a este tonto
Aome: Oye, se que eres su instinto. Por eso quiero saber si alguna vez me lastimarian
Yako: No, eso no pasará nunca, eres nuestra hembra, yo no lo dejaría lastimarte ni el me dejaría hacerlo
Aome: Está bien (suspirando)
Yako: Te contaré un secreto que este tonto no quiere que sepas
Aome: Que ocurre? (Intrigada)
Yako: Queremos cachorros, tenemos a Rin y a Shippo, pero queremos unos cuantos más
Aome: Cuantos?
Yako: Cinco o seis, tal vez más, me voy, este tonto ya se molestó por lo que dije

Sesshomaru recupero el control de su cuerpo y se podía notar un leve sonrojo cuando miro a Aome

Sesshomaru: No le hagas caso!
Aome: A no? Bueno, yo estaba a punto de decir que solo fueran cuatro
Sesshomaru: Hmp! Serán los que tú quieras entonces (besándola) es hora de volver

Cuando volvieron a la casa de Aome, los pequeños los estaban esperando, arreglaron unas cosas y se dirijeron al pozo para atravesarlo y volver a la otra época. Al llegar se encontraron con Jaken y los demás esperándolos fuera del pozo

Jaken: Amo Sesshomaru! (Corriendo hacia ellos)
Inuyasha: Al fin te atreves a dar la cara después de lo que hiciste anoche maldito! (Pateando a Jaken y acercandose a Aome y Sesshomaru)
Aome: De que hablas Inuyasha? (Confundida)
Inuyasha: Cuéntale Sesshomaru, dónde estuviste anoche
Sesshomaru: Hmp! Con mi mujer
Inuyasha: No mientas! (Gritando)   Anoche atacaste a Kykyo

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