siempre fuiste tú

Capitulo XLV

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Quedaba un día para que la batalla final ocurriera, solo un día en el que por fin todo acabaría, un día para que nuestro grupo por fin pudiera vivir en paz
Todo el ejército quedó sorprendido ante las palabras de Sesshomaru e Inuyasha cuando se les aviso que entrarían en guerra con el Este

Flashback
Sesshomaru: Harán todo lo que su Lady y la princesa les digan
Soldado: Pero señor
Inuyasha: Todo lo que la Lady y la princesa del Oeste digan. A caso no están al tanto que en el Oeste la palabra de mi cuñada y la de mi mujer tienen el mismo peso que la palabra de mi hermano o la mía?
Sesshomaru: Aquel que se atreva a cuestionar la palabra de su Lady o la princesa, después de sufrir las consecuencias con ellas, se enfrentarán a nosotros

Después de esas palabras nadie cuestiono las desiciones que sus señores estaban tomando para enfrentar la batalla con el Este
Fin flashback

Eso se les dijo por la mañana, después de eso el entrenamiento continuo, incluso Aome estaba entrenando , después de la comida ella y Kykyo idearon su propia estrategia, Sesshomaru sabía que era peligroso dejarlas pelear, pero aún así no podía hacer nada, solo esperar que todo saliera de acuerdo a lo planeado por su mujer.
Después de un duro día de entrenamiento, las mujeres se dirigieron a las aguas termales que estaban dentro del castillo, lo que ellas no sabían era que cierto monje pervertido y cierto medio demonio también planeaban bañarse en esas aguas termales sin saber que ellas estaban ahí

Sango: Por fin podemos relajarnos (relajándo su cuerpo dentro del agua)
Kykyo: Parece la calma antes de la tormenta (imitando la acción de Sango)
Aome: Pero necesitamos estar con las suficientes energías para la batalla (recargando su espalda en una piedra)
Sango: Aome, Kykyo! Me cuesta trabajo creer que Sesshomaru e Inuyasha las dejen pelear
Aome: Sesshomaru ya sabe que en esta ocasión la pelea depende de nosotras dos
Kykyo: En cuanto a Inuyasha. Le dije que si no me permitía pelear le colocaría otro collar de sumisión y no dejaría que Aome le quitará el que ya tiene
Aome: Yo le dije a Sesshomaru que lo ignoraria por un mes si no me dejaba pelear, pero tú te excediste un poco
Sango: Terminarán matando a Inuyasha si las hace enojar al mismo tiempo

Mientras las tres mujeres estaban hablando, Inyasha y Miroku se dirigían a las aguas termales, pero detuvieron su andar cuando escucharon las voces de las chicas

Inuyasha: No Miroku, Aome, Kykyo y Sango nos matarán, y no quiero saber lo que hará Sesshomaru (adivinando los pensamientos del monje)
Miroku: Solo estaremos vigilando que esté todo bien con ellas
Inyasha: Eres un lividinoso Miroku
Miroku: No pasará nada si no se enteran
Inyasha: Nos matarán esas tres, y sabes que? Prefiero morir en batalla que en manos de ellas, los métodos de ellas tres no son los mejores

Lo que ni Inuyasha ni Miroku sabían es que Sesshomaru, al enterarse de que su medio hermano y el monje irían a las agua termales el también se dirigió al lugar, quería tener un rato de convivencia con Inuyasha, aunque el lo negará, pero cuando llegó escucho la conversación de Inuyasha y Miroku

Miroku: Ya te dije que solo vigilaremos que todo esté bien con ellas
Inyasha: No Miroku! Ahí está Aome, que por si no lo recuerdas es la mujer de mi hermano, está Kykyo, que será mi mujer, y Sango, que te mandara a la tumba antes de que te cases con ella

Antes de que Sesshomaru les hiciera algo por lo que estaban diciendo, Miroku tropezó y salió de los arbustos en dónde se escondían, callendo frente a las tres mujeres.
Lo que pasó después fue en cámara lenta para el y para Inuyasha, ya que Sango y Kykyo ya se habían vestido, pero Aome aún no

Sango: Monje pervertido (dandole una cachetada)
Kykyo: Inuyasha sal, ya se que estás ahí (dándole una descarga de reiki)
Miroku: Perdóname Sanguito! (Sobándose la mejilla)
Inuyasha: Yo le estaba diciendo a Miroku que era mejor irnos y dejarlas solas

Nadie se había dado cuenta de la presencia de Sesshomaru hasta que Aome hablo

Aome: Y tu qué haces aquí Sesshomaru? (Viendolo llegar)
Sesshomaru: Hmp! Por qué sigues en el agua?
Aome: Es que aún no me vestía cuando ellos llegaron

Cuando Aome dijo que aún no se vestía, Inuyasha y Miroku voltearon instintivamente a verla, dándose cuenta de que en realidad ella estaba casi en la orilla de las aguas. Cuando Sesshomaru noto la mirada de los dos hombres sobre Aome, ellos mágicamente aprendieron a volar, ya que Sesshomaru los arrojo lejos de ahí. Luego entro al agua y con su estola cubrió a Aome

Sesshomaru: Los matan ustedes o prefieren que lo haga yo? (Mirando a Sango y Kykyo)
Sango: Lo haremos nosotras!
Kykyo: Por eso no te preocupes!
Sesshomaru: Vamos a la habitación para que te pongas ropa (alzandola y cubriendo todo su cuerpo con su estola)
Aome: Pero mi ropa está aquí
Sesshomaru: Iremos a la habitación dije! (Sonriendo e imaginandose cosas)
Aome: Tú también eres un pervertido! (Haciendo pucheros)
Sesshomaru: Únicamente contigo, y no sabes cómo lo disfruto (volando rápidamente hacia su habitación)

Mientras tanto las dos mujeres fueron en dirección a donde se encontraban Miroku e Inuyasha, lo siguiente que se escuchó fueron gritos por parte de los dos hombres.
Después durante la cena, Miroku tenia unos cuantos chichones en la cabeza y la mano de Sango marcada en toda la cara, en cuanto a Inuyasha, bueno... A él casi lo purifican, tenía unos cuantos mechones de pelo de color negro, pero estos recuperarían su color en unos días

Inuyasha: Desgraciado! Tu no tienes un solo rasguño! (Gruñendo)
Sesshomaru: Yo no estaba espiando
Aome: Espera un momento Sesshomaru! (Bajando su tenedor). Cómo sabes que ellos estaban espiando?
Miroku: Me sorprende viniendo de usted señor Sesshomaru
Sesshomaru: Hmp! Yo llegue justo cuando el monje tropezó

Luego de esas palabras lo siguiente que se escuchó en todo el castillo después de la cena fue una discusión que después termino en una especie de reconciliación, gracias al cielo los cachorros tenían el sueño demasiado pesado