Voces entre las sombras.

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Tony seguía descansando después de que lo encontraran en la habitación, aunque Wanda seguía tratando de darle vueltas al asunto del espejo. 

Le inquieto un poco al momento de tocarlo, pero decidió no darle mas importancia. Sin decir mas salió de la habitación sin notar una vez mas la grieta que volvía a aparecer en el espejo.

Después de que el genio los corriera de la habitación, nadie mas se atrevía a entrar por miedo a enojarlo de nuevo o por hacer algún otro comentario impertinente como cierto espía que ocasionara la ira de la rusa. En cualquiera de los casos, nadie estaba dispuesto a batirse en un duelo contra la rusa. 

- un poco mas.... ya casi es hora de que nos reunamos querido... Y esta vez no habrá nada que nos separe.- 

El capitán estaba preocupado, el repentino ataque nervioso del genio lo dejo pensando. No era extraño para el soldado que el castaño presentara ataques de ansiedad o crisis nerviosas debido a todas las pesadillas que lo acosaban en su subconsciente. Pero esto se sentía de alguna manera diferente. Tenia una aura extraña que lo hacia sentir incomodo, y algo que no estaba seguro de identificar que era.

Dirigiendo una ultima mirada a la alcoba del genio filántropo, se quedo analizando que era esa sensación que lo molestaba. Porque de alguna manera presentía que era la causa de muchos problemas en un futuro cercano.

Natasha se encontraba caminando de regreso a la torre después de una caminata, sin poder evitar que su mente trajera de regreso los recuerdos de como Tony se encontraba todo alterado cuando entro.

La forma en la que hablaba y el como parecía aterrado ante algo a tal punto que no pudo explicar de forma clara lo que pasaba. Sin duda era algo que la inquietaba.

Tuvo que interrumpir su tren de pensamientos al notar que la presencia de alguien que la seguía. A decir verdad lo había notado hace unas cuadras, pero después de dar unas cuantas vueltas en círculos confirmo sus sospechas. Con total naturalidad y calma dio una vuelta en un callejón esperando el momento justo para una emboscada.

Con una velocidad y precisión, sometió sin esfuerzo a su acechador, descubriendo que no era otra cosa mas que una joven. Que inmediatamente comenzó a forcejear.

-¿Por que me buscas?-

-¿Eres Natasha Romanoff, cierto?-  giro lo mas que pudo su cabeza para poder ver a la pelirroja, o al menos lo intento ya que el dolor se lo impedía. - Solo soy una fan..... Quería darte un obsequio.-

-¿Y por eso era necesario que me siguieras en silencio. Pudiste solo acercarte y ahorrarte esto.-

- No sabia si me permitirías acercarte.-