Tenia miedo, como nunca lo había sentido, pensaba en que cualquier cosa mala le sucedería, pero ¿era verdad? o simplemente era un producto de su imaginación, o ¿serian fantasmas del pasado que venían a acosarlo?
Pero Volkov claro que nunca diría todo el miedo que sentía, porque era mas que claro que recorría su cuerpo, pero nunca se lo echaría en cara a alguien.
Se encontraba de nuevo en aquel cementerio, observaba aquella tumba de quien había sido tan especial, su hermano estaba ya muerto, nunca lo acabaría de aceptar, lloraba en silencio hincado frente aquella lapida, mientras hacia aquello pensó en algo que le hizo sentir mas miedo.
—"¿Y si la muerte me persigue?"
Porque bien era creído que la muerte podía disfrazarse, y si esta ahora iba por el, solo que quería hacerlo sufrir, que le doliera mas y mas, que se quebrara para terminar roto, quizá la muerte lo llevaría finalmente, o podría ser que nunca lo hiciera, y que lo dejara sufrir por mucho mas tiempo.
Después de aquello se levanto de aquel pasto tan muerto, no era de aquel verde tan vivo y hermoso, o no, este estaba un tanto amarillo, era hermoso, pero estaba muriendo.
Solo salio del lugar, pero de nuevo sintió que alguien lo seguía, solo volteaba atrás, inclusive de reojo observaba, pero no había algo u alguien, quizá no estaba tan mal...
Llego a comisaria, esta estaba un poco mejor después de todo, porque con anterioridad el lugar estaba demasiado triste por aquellas muertes...
—Volkov, llegaste —se planto frente a el Horacio—
—Si, si bueno que iré a ponerme mi uniforme.
—Bueno nos vemos después, comisario bombón
Simplemente le sonrió y se dirigió a los vestuarios, antes de entrar escucho al chico de la cresta gritarle a su amigo.
—¡Gustabo!, ¿que crees que me paso?
Mientras se ponía su uniforme pensaba en Horacio, lo extravagante que era, quizá y solo quizá el seria quien lo salvara de la locura, o al menos, eso quería creer.
"Un día de mierda a veces sienta bien, no pasa nada si quieres gritar."
