❝ 𝐂omo el destino de mi estrella guardiana me lo impuso, jamás dejaré de estar a tu lado, aún cuando mi vida esté en peligro, aún cuando tú te opongas ❠
❨人形❩ ⸻ Él falló en su promesa de protegerla, y fue testigo de cómo la mujer que más amaba caía...
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꒱❛ CAPÍTULO DOCE ꒱❞.°୭̥
«Hay tantas formas de amar como momentos en el tiempo»
━━ Jane Austen.
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—Te estaba esperando.
El varón de largos cabellos negros caminó hasta la chica y se inclinó para besarla en los nudillos de su mano libre. Aquellos ojos aguamarinos permanecían tranquilos, tanto que logró confundir a la joven deidad.
—Athena —la nombró, al fin volviendo a su posición y dándole una cálida sonrisa.
—Hades —habló ella, usando el mismo tono pacífico que él, como si no hubiera ocurrido nada de lo que pasó minutos antes.
Vio al hombre tomar asiento en la cama, en tanto ella imitaba su anterior acción y se reverenció delante suyo y dejaba a Niké en el suelo.
—Agradezco que hayas respondido a mi llamado y que dejaras tu ejército para venir.
—No te preocupes.
El varón extendió su mano, ofreciéndole a la chica sentarse a la par suyo. Tal vez fue la imaginación de (Reader), pero cuando tocó los dedos de Hades sintió que un frío calaba sus huesos y se extendía por todo su cuerpo como si de una corriente eléctrica se tratase.
—No podía dejar a mi amada. —El brazo del azabache rodeó los hombros de la chica, obligándola a pegarse contra él y sintiendo su frío aliento contra su frente—. Mejor disfrutemos de la presencia del otro, y luego me dirás lo que querías decirme.
(Reader) accedió a dejarse llevar por el impulso de Hades y recostó su cabeza en el pecho de este. Lo sentía frío, por primera vez desde que lo vio sentía que su presencia era frígida, sus antes cálidos brazos ahora los sentía completamente helados.
El día apenas estaba comenzando. Los rubios rayos de luz solar parecían ser insuficientes para calentar el cuerpo de la joven deidad. Era tal y como lo recordaba, tiempo atrás, fue un día como ese cuando lo vio por primera vez frente a la estatua de la diosa que representaba con fervor. Jamás imaginó que Hades se presentaría con intenciones que no fueran el de declarar una guerra o amenazar al Santuario, ella podía ver que él buscaba algo más, algo que solo ella podía darle.
Aún podía sentir sus grandes y tibias manos envolver las suyas. Era cálido, aún cuando representara al mismo Dios del Inframundo, su tibieza era inconcebible. Tanto así que convenció a (Reader) de que no venía con otro motivo más que el de conocerla, el de poder hablar con ella. Y solo bastaron minutos para darse cuenta del tipo de hombre que era. Firme, elegante, apuesto, atento... Eran tantas las cualidades que mostraba de una forma tan nata que casi no había indicios en él de tener intenciones enemigas.
