~Capitulo 1~

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Con charola en mano y una antorcha para alumbrar su camino, bajó unas rusticas escaleras de piedra. El polvo del ambiente lo hizo sentir un poco enfermo revolviéndole el estómago y con una sensación de mareo que le perturbaría por algunos minutos antes de acostumbrarse.
Al aterrizar a faldas de las escaleras, caminó por un angosto y oscuro pasillo, sin ventanas ni antorchas aparte de la propia que lo iluminen. Al girar a la izquierda pudo ver un pasillo un poco más ancho y algo mas corto donde, al lado y lado se encontraban estancias que podía catalogar fácilmente con celdas. Seis en total, repartidas en pares una frente a la otra. Tanto las paredes como el suelo estabas hechos de un hormigón y cemento, y junto con los barrotes opresores de un hierro inoxidable reforzado no daban buena vibra. Dentro de cada celda se hallaba dos cosas, un váter un poco primitivo, un colchón rudimentario y poco más. No estaban diseñadas para mantener personas dentro por mucho tiempo, pero poco o nada le importaba a su dueño.

Se sintió ahogado de solo estar entre esas cuatro paredes, con el olor a arena, piedra y polvo encerrados y concentrados, le hizo estornudar acompañado de un picor en los ojos llenos de lágrimas incomodas por el cambio de ambiente. Dentro hacía calor, un agobiante calor que le subía por el rostro y le hacía tener escalofríos en un intento de su cuerpo para regular su temperatura.

Calmando su pobre corazón agobiado por la fobia a lugares pequeños, se paró frente a una celda en concreto, la primera del lado derecho para ser más exactos que, gracias a la luz que traía pudo ver quien se encontraba dentro. Esa persona se quejó por el cambio repentino de luz.

Senku al verlo, después de acostumbrarse a la luz naranjada de la antorcha, se sintió aliviado, por ello se movió algo de su sitio y se quejó entre dientes.

- Senku-Chan, ¿puedes moverte? ¿Aun te duele? –

- Mentalista, deja de preguntar eso cada vez que vienes, ya estas comenzando a irritarme. – Senku ahogó un quejido luego de moverse nuevamente unos centímetros de la esquina en la que se había recluido el mismo, como reflejo se llevó la mano a la zona afectada; al costado de su torso. El dolor de una costilla rota era algo que Senku no había experimentado nunca y cada movimiento desde entonces le resultaba tedioso, difícil y agotador a partes iguales. Esta situación le llevaba atormentando desde hace ya unas semanas y, por el momento, no parecía que la cosa fuera a mejorar para él.

En cierto sentido, el no ser capaz de moverse correctamente lo mantenía de un humor especial, Gen se había dado cuenta de ello desde el primer día y no le culpaba en lo absoluto. Comprendía que el sentimiento de inutilidad que le causaba aquello no eran situaciones agradables para su compañero. Y es que si, estar encerrado tras unos barrotes de metal no ayudaban tampoco en mantener las emociones de aburrimiento e impotencia del joven ex científico.

- Aja... - El mentalista respondió al casi berrinche de Senku con rodar los ojos.

Posteriormente, Gen deslizó una pequeña bandeja por una compuerta a ras del suelo permitiendo que objetos horizontales pudieran entrar con facilidad. Senku, ya con una cara de fastidio impregnada en sus facciones debido a tener que arrastrarse hacia allí, se deslizó a través del suelo de concreto, se detuvo frente a la bandeja y comenzó a comer los alimentos que se encontraban allí, comió con ánimo ya que el hambre le sobrepasaba a estas horas del día.

El bicolor se sentó en el suelo del pasillo viendo a Senku comer.

- ¿Está bueno? – pregunto más como una excusa para evitar que un silencio incomodo se hiciera presente entre ellos.

- Lo está. – Con cada bocado Senku se sintió un poco menos de mal humor. – ¿Cómo van las cosas para ti? – Se animó a preguntar el rubio.

- ¿yo? Aparte de trabajar en el campo de maíz, como ya sabes, por las tardes me encargaron mantener entretenidos a los niños.

- ¿Tu, cuidando niños? – Preguntó con cierto escepticismo y sonrió divertido. –

Te prefiero un billón por ciento.~ || SenGen ||Where stories live. Discover now