~Capítulo 3~

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Fuera del castillo se había construido un pequeño asentamiento, encargado de albergar a Gen y los demás. Estaba cerca de los campos maíz y demás cultivos de alimentos para facilitarle a todos los trabajadores ir día a día a sus puestos. Eran cabañas pequeñas y acogedoras hechas de madera de pino, esparcidas en forma de círculo dejando un terreno vacío en medio donde solían encender una fogata y ponerse alrededor donde charlaban por las noches. El parecido a los campamentos de los Scouts le hizo gracia a Gen, quien lo comentó en alguna ocasión y Ukyo le dio la razón.

Las cabañas se repartieron entre varias personas, Gen ahora vivía con Kohaku, la pequeña Suika y Chrome, aunque rara vez el castaño se aparecía por allí. A su lado derecho estaba la cabaña en la que se asentaron Kirisame, Ryusui y Ukyo. Más allá, justo al frente Hyoga, Mozu y Homura, en el lado izquierdo estaban Yuzurija y Taiju en una cabaña más pequeña que las demás, un poco más allá estaban los hermanos Kinro, Girno y su proyector, y en el resto, repartidos en más tríos se encontraban los demás.

Esa noche, luego de que a Kohaku regresara de llevarle la cena a Senku, Gen la agobió con mil preguntas, casi como un interrogatorio.

- Como ya dije antes, solo hablamos de los entrenamientos, preguntó cómo me iba y ya está. Cuando terminó amablemente me pidió que me fuera, que estaba cansado y que quería dormir, así que eso hice, me fui. - repitió ella con una paciencia de oro a Gen, quien parecía más atormentado que otra cosa.

- ¿Segura que no te comento que me odia o algo así? - preguntó con cierta inseguridad, aunque Gen sabía muy bien que Senku no diría algo así a la ligera y menos a Kohaku. Pensamientos aparte, dejó de insistir cuando la rubia le aseguró que no pasaba nada con total sinceridad reflejada en los ojos, le creyó y pudo entonces sentirse más tranquilo.

Después de ello cenaron y temprano fueron a la cama. Suika fue arropada con Kohaku y la niña cayó rendida dentro de su manojo de sábanas. Con cariño la muchacha quitó la enorme sandía de la cabeza de la chiquilla para que pudiera descansar mejor, le dio un beso en la frente y apagó la vela, salió de la habitación, encontrándose nuevamente con Gen quien estaba particularmente pensativo.

- ¿Empezamos con las clases? - preguntó ella, en un intento de distraer a su amigo, sabía que aún seguía dándole vueltas al asunto de Senku.

- Ah, Claro.

Ambos se sentaron uno frente al otro. Gen daba clases del idioma de estas tierras, el inglés. Iban poco a poco pero aun así Kohaku había aprendido ya bastantes palabras y significados, entendía las frases básicas y sabía decir otras. Era un poco aparatoso, tanto para Gen como para ella, más que todo porque el mentalista nunca había enseñado un idioma a nadie, además de que las formas en las que él aprendió no podía explicarlas de la misma manera, debido a que Kohaku no sabía leer ni escribir.

Aún con las adversidades, ella aprendía rápido y Gen estaba orgulloso de eso. En pocas semanas habían logrado bastante y, si bien, la rubia no estaba en condiciones de tener una conversación, podía señalar cosas concretas, recordar vocabularios y pronunciar, con un marcado acento japonés, al igual que el suyo cuando no fingía alguno en particular.

Una hora después, ambos durmieron en sus respectivas camas hasta el día siguiente.

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Te prefiero un billón por ciento.~ || SenGen ||Onde histórias criam vida. Descubra agora