Pequeño amor de verano

Capítulo 7

Día numero siete. ¡Qué rápido se está pasando! Los últimos días claramente tienen que ser a full para disfrutar.

Ayer fuimos con Gus y Angie a jugar pool, fue una noche súper tranquila, pasamos por los juegos, hasta incluso entramos pero no vi al morocho. 

Tenía pensado darle mi número de celular así que lo tengo anotado por las dudas. 

Mis primos sugirieron que pregunte a alguien del lugar (empleado) si se encuentra el morocho, por las dudas. Al principio los quería matar con esa idea, pero después me hicieron dudar. Si, ya fue...¿Qué iría a perder?

Me acerque a una chica que estaba en la caja y le pregunte si estaba el morocho, flaco y alto. Le describí lo que mas pude. 

Respondió súper seria que no estaba. 

Lo que si averigüe su nombre, mientras le describía me dijo Alessio. ¡Qué lindo nombre! 

Con sonrisa de agradecimiento algo incomoda me fui. La chica puso una cara... 

Les comuniqué a mis primos que esperaban por mi afuera todo lo que sucedió.

Mientras volvíamos a casa no paraban de reírse de joda, decían que capaz era la novia ¿Y ahí que hacía? ¡Uf!

Son las diez de la mañana cuando recuerdo todo lo que sucedió ayer. Me desperté tarde por quedarme pensando en el morocho, digo, Alessio y en esa chica también. 

No sabía qué hacer ni que pensar. 

Seis de la tarde. Pasamos un lindo día de playa disfrutando demasiado el mar. 

Nueve de la noche. Todos cansados, todos. Menos yo, y hoy parece que nadie va a querer salir ¡Mala suerte! 

Estoy en el balcón sentada en la escalera, escucho música de a ratos y leo una novela, ya van a ser las doce de la noche. Me quedo mucho tiempo sentada contemplando la noche,la brisa fresquita es hermosa.

Siento una palma en mi espalda.

-¿Te estás durmiendo ya? Anda a acostarte.

Es mi tía...

-Más o menos- sonreí.

-Yo ya me estaba durmiendo- prosigue torpemente -ya viene tu tío, está llegando.

Mi tío vuelve porque ya le dieron su semana de vacaciones en la empresa. A los quince minutos llega, lo saludo y decido irme a dormir.