Teeth; Vmin.

.31.

❝La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre.❞

– Friedrich Nietzsche.

1 Junio, 1991.

El sol era vistoso, sus rayos privaban a las personas poder visualizar el cielo, era un viento suave y nada violento, los niños jugaban en el parque que estaba a las afueras del hospital, el hospital, Taehyung recuerda que veía a los niños jugando desde donde estaba. El asiento era tan duro y frío, le dolían las piernas y su mandíbula estaba tan tensa que le dolía hablar. No quería estar allí.

– ¿Qué? – Las uñas se gastaban, el asiento era duro, incómodo, sus uñas apretaban el objeto y sus pies se movían de forma paralela buscando tambalearse y dejar ese ambiente aburrido en el que estaba sumido.

– Señor Kim, tranquilícese. Puede que no sea tan grave como cree, le puedo asegurar que el brote psicótico no es igual a la esquizofrenia, su hijo está bien, solo tenemos que buscar la causa de... – El hombre se levantó de su sitio y tomó a su hijo de la muñeca, fue fuerte, los dedos de su padre dejaron huella en si piel y soltó un quejido de dolor al ser levantado de su silla a la fuerza. – Señor Kim, ¿Está bien?

– Mi hijo no está loco, él es un gran muchacho, es inteligente. Él no está enfermo. Vámonos, Taehyung. – Y aunque el adolescente de doce años le dijo a su padre que estaba bien, que quería quedarse un poco más, fue llevado con fuerza por su padre hacia los pasillos llenos de personas que miraban extrañadas la situación.

Jihye al mirar a su hijo chillar exageradamente mientras empujaba a su padre, corrió a alcanzarlos, tomó la mano del adolescente y este la abrazó con mucho estima, la omega miró extrañada

– Bu, bu, bu, ¡Bu! Mami te quiero mucho, no me dejes con él. – Los ojos marrones claros miraban a su esposo que no dudó en encoger sus hombros, los balbuceos de su hijo no se detenían y este miraba maravillado a su madre. – Mami, papá es un gruñón, y huele a mucho perfume de mujer, me da asco.

Taehyung soltó a su madre y empezó a salar en los pasillos del hospital buscando la salida, había niños que lo observaban y vio a uno pequeño saludarlo. Subió su mano y empezó a girar su mano con entusiasmo mientras sonreía de una forma muy pura y bella, sus labios estaban curvados y había pequeñas arrugas alrededor de sus ojos a causa de la sonrisa.

– ¡Hola! Me llamo Taehyung, me gustan los hot dogs y la soda. ¿Y tú? – Pudo ver a la mujer que tenía de la mano al niño, cargarlo e irse rápidamente, sin dejar que el niño le respondiera siquiera. Él no tenía amigos, solo quería tener amigos, aunque era comprensible, a veces no sabe qué le pasa y actúa raro.

Los niños se alejan de él, no quieren ser sus amigos, y las niñas solo lo buscaban para darle cartas sin sentido. Él solo quería que alguien de su edad compartiera con él, que su padre no llegara a horas de la noche y que su madre no llorara, quería que él no fuera tan malo. «Si eres alfa, lo entenderás Taehyung; solo falta un año para saber qué eres, tranquilo.». No entendía qué debía entender, no sabía qué había de especial en los alfas, habían alfas mayores que lo molestaban en la escuela, y a él le irritaba. Se irritó tanto que los golpeó, muy duro, muy fuerte; llamaron a sus padres y aunque quiso decirles que ellos lo molestaban y decían que sería «Un lindo omega para follar.», su padre solo lo llevó al hospital creyendo que había una solución.

– Kisun, escúchalo está diciendo que lo molestaban con la palabra follar, ¿Y si querían ultrajar a Taehyung? Dime, ¿Qué hubiera pasado si no se defendía? ¡Escúchame! ¡Interésate en tu familia por una vez en tu vida! – Escuchaba los gritos de su madre, frustrados, iracundos, e impotentes.