El Príncipe de Jade

Capítulo 17 || Lloyd

Lloyd

El tiempo va pasando rápido, tanto cómo las palabras las cuales se llevan el viento, sin embargo, en algún momento llegan a volver a tu mente. Siendo un hecho sorprendente. Parece mentira cuando el viento llega a traerte algo cuando lo necesitas.

Al deber ir cumpliendo mis deberes, al tratarse de una rutina, se llega a notar la mayoría de los momentos similares, aunque tengan leves cambios dependiendo del deber o el problema cual deba solucionar. De esa manera, los días se van yendo sin darme cuenta. Llega a ser lo mismo y a la vez diferente.

Salía para atender los asuntos, la gente me escuchaba en su mayoría. Ya me había acostumbrado al deber hablar con el Parlamento, por tratarse de un hecho diario. El General no debía hablar por mí a diferencia de antes, cuando apenas salía ni siquiera me tomaban enserio. Me fui entendiendo más con la gente, aunque no me conocieran las personas empezaron a confiar en mí gracias a mis acciones.

—Cariño, se necesita tened a un nuevo guardia real para tu coronación —Mi madre se le notó preocupada por ese hecho, lo cual es razonable—. —El General no nos puede cuidar a ambos si vas a seguir saliendo a cumplir tus deberes.

—Lo entiendo mamá, debemos empezar a buscar —Le aseguré con una leve sonrisa por mi parte.

Faltaban dos meses para mí cumpleaños número 18. No me lo creía, enserio sería legal en una parte y por el otro lado asumiría mi papel real como es debido. Oficialmente me convertiría en el Rey de Jade y por fin le mostraría mi verdadera cara al mundo. Dejaría de estar por las sombras y guiaré a la ciudad tomando mi cargo, al ser mis decisiones por fin casi definitivas.

"Cuando asumáis el cargo del Rey será un día importante, príncipe. Se volverá el monarca del reino, deberéis guiarlos para mejorar y no dejarse llevar por el camino del mal ni la corrupción. Usted llegareis a tener la última palabra al tomar las decisiones importantes y cruciales".

Mi nervio era presente cada vez al pensarlo, se trataría de asumir el puesto el cual me había preparado toda mi vida. Cuando mencionaban aquello, Blanco intentaba animarme o cambiar el tema poniéndose a mi lado. Los pajaritos se ponían a cantar o llamar mi atención, literalmente sabían cómo me ponía cuando mencionaban el tema de volverme el rey.

Literalmente la petición del guardia real lo acepte sin dudarlo. Si quería salir, necesitaba a alguien de compañía y de suma confianza para cuidarme. Al General no lo podía molestar más con aquellas peticiones. Cuando no se trata de algo necesario y sería una salida por gusto, solamente sería una pérdida de su tiempo.

De milagro había hecho un horario cambiante junto con su ayudante, el cual le ayudó bastante para sobrellevar la situación. El cual veía el turno de los guardias junto con su ayudante, quien se encargaba de remplazarlo cuando salía. Aquello para poder andar conmigo y atender los asuntos del parlamento. Esto cuando fuese necesario, claro está.

En ese tiempo según mi madre había llegado a estar más animado, aparte de haber crecido mucho mental y físicamente. Había llegado a mantener en un lugar profundo lo sucedido con mi antiguo maestro, aun llegaba a afectarme, sin embargo, no me interesaba tratar con ese asunto.

Tenía mis prioridades al tomar la corona, en general la ceremonia sería larga para darme a conocer. Se trataba de presentarme al m mundo, el poder mostrarme por fin. Será lo mismo, sin embargo, ya no deberé ocultarme más tiempo. Sin embargo, debía tener más cuidado cuando quisiera salir y no podría hacer mis escapadas cómo cuando tenía 16 años, aquello ya sería imposible.

Después de hablar con el parlamento para dar las fechas y el anuncio de la búsqueda del nuevo guardia real. Al terminar de dar mi opinión, se aceptó la moción de empezar los preparativos. Se planearon los desafíos basándose en los utilizados en la anterior ocasión. Los anuncios no se tardaron en dar, dando una semana de plazo antes de ver quienes se atreverían a conseguir el puesto.