High »Muke

00.29

« Una noche despierto con las sábanas mojadas,

y un tren de carga, pasa rápido por mi cabeza.

Solo tu puedes puedes satisfacer mi deseo.

Bebé, estoy ardiendo. »

⌛Awolnation, I'm on fire⌛

Luke sentía su piel arder, sus dedos y manos picaban por tocar más de Michael, mientras que su piel ardía por el tacto de su enfermero. No supo en que momento, él había logrado sentarse sobre Michael, con sus rodillas a cada costado de su pelvis, con las manos de Michael apretando su trasero mientras rozaban sus cuerpos y compartían un ardiente beso.

Luke estaba concentrado en las sensaciones, en el momento, como su cuerpo reaccionaba ante el más mínimo toque de Michael y con todo eso, podía concluir, que nunca antes se había sentido deseado de aquel forma, mucho menos antes había deseado a alguien de esa forma. Había tenido muchas experiencias, demasiadas para su gusto, como también períodos de abstinencia, donde conocía que al volver a tener relaciones, iba a ser distinto, era un nuevo despertar de sus sentidos, pero a pesar de todo lo anterior, podía confirmar que con Michael era definitivamente, todo muy diferente.

Los labios de Michael bajaron a su cuello y Luke mordió sus labios, cerrando sus ojos, guardando sus gemidos. Sus caderas se movieron, comenzando a rozar sus erecciones que con cada gesto, aumentaban de tamaño.

Aquella habitación ardía. Las manos de Michael se fueron hasta los cabello de Luke y tiró de ellos, logrando que el cantante estirara aún más su cuello, entregándole un mejor acceso al mayor que mordisqueaba su cuello, además de entregar húmedos besos, intentando saborear lo que más pudiese a Luke.

Michael se separó de Luke y guió sus dedos hasta el borde de la camiseta del cantante, para luego comenzar a deslizarla por su torso, esperando deshacerse del pedazo de tela. Luke no se quedó atrás y él mismo se dedicó a sacar la camiseta de Michael, donde su mirada se dirigió de inmediato a los tatuajes que adornaban su cuerpo y que jamás había visto por las características de su ropa, quizás incluso no tenía permitido mostrarlos por el reglamento del centro.

Pero en aquel momento, Luke ni loco se iba a poner a pensar en las reglas del centro. Tenía cosas más importantes que hacer.

Michael lo tomó desprevenido, distraído y gracias a eso, en un ágil movimiento y como si Luke fuese tan delicado y liviano como una pluma, lo volteó y lo dejó recostado en la cama, mientras él se inclinaba sobre él y empezaba a repartir besos en todo su torso.

Los dedos de Luke se enredaron en los cabellos de Michael y lo presionaban a cada vez ir más abajo, ir al punto donde su cuerpo ardía y exclamaba atención. Los dedos de Michael, con agilidad, desabrocharon el botón de su pantalón de vestir y bajó con lentitud el cierre. Luke elevó sus caderas para que Michael comenzara a deslizar el pantalón por sus alargadas y musculosas, pálidas piernas, quedando solo con ropa interior frente a él.

Los dedos de Michael volvieron a las caderas de Luke y se delizaron por el elástico de su ropa interior, para poco a poco comenzar a deslizarla. La erección de Luke quedó libre y Michael le entregó una sonrisa traviesa mientras se inclinaba con lentitud frente a él.

—Vamos a tener que saber divertirnos sin usar condones. No tenemos nada útil a nuestro alcance —comentó Michael, haciendo que Luke bufara mientras apreciaba la exquisita vista que tenía frente a él.