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« Y te lo diré todos los días, 

y te lo diré solo en caso.

Te lo demostraré de cualquier manera,

te llevaré a cualquier lugar,

porque tu robaste...

Tú robaste mi amor.»

⌛ The Hunna, Lover⌛

—Luke, es su despedida y realmente creo que deberías compartir un momento tan especial con tu amigo, Jeff realmente lo apreciaría. Podemos mañana cenar juntos, pero en mis intenciones no está interferir...

Luke cargaba en sus hombros a Maddox que estaba muy ocupado jugando con sus rizo. Michael y Luke, tenían entrelazados sus dedos meñiques y caminaban en el césped, rumbo al casino donde a lo lejos, desde una de las ventanas, se podía ver como estaba Jeff en una mesa, con su enfermero, Melissa, un par de pacientes que compartían con él. Habían globos, un pastel, pizza y refrescos.

—Mike, no te preocupes. Jeff no se molestará, así que tranquilo. Además, estoy seguro que igual Max lo extrañará mucho porque cuando venía al centro, Jeff le prestaba su patineta.

Y, por supuesto, Maddox tenía que apoyar a Luke en todo, por algo era su amigo, ¿no?

—Sí papi, Jeff es mi amigo también y voy a extrañarlo mucho. Tengo que decirle adiós porque mañana no voy a poder decirle adiós y porque también lloro mucho en las despedidas...

Michael debía estar de acuerdo con el comentario de su hijo, pues como realmente era cercano a los pacientes, siempre era difícil para él cuando se marchaban sus "amigos". Aún recuerda cuando llegó aquella tarde al centro, días después del traslado de Hayley, y debió explicarle que ella no se marchó, no es que haya abandonado su proceso de sanación, sino que necesitaba otro tipo de ayuda. Agradecía realmente a Luke que le ayudó a consolar a su hijo, porque cada vez se hacía más difícil.

Así que aceptaba que Max se despidiera de Jeff en una situación alegre como aquella y no con un ambiente cargado de nostalgia y lágrimas, porque a pesar que se extrañaría a Jeff igual o incluso más que a otros pacientes, también como enfermeros y equipo se alegraban de que fuera libre, de salvar una vida.

Michael a pesar de no ser tan cercano a Jeff, había sido fiel seguidor de todo su proceso, desde su primer ingreso hasta el segundo y como los últimos días, le comentaba a todo el mundo lo emocionado que estaba de por fin irse, de ser feliz, de viajar por las playas del país con su perro y su tabla de Surf, de patinar con libertad y sentirse independiente, sin rejas ni cadenas que lo mantuvieran atado a su infeliz vida ni mucho menos a los deseos egoístas de sus padres.

—Está bien —aceptó Michael, continuando su camino con Luke, aún con sus meñiques entrelazados. El rubio cantante le sonrió y antes de entrar, se separaron. Michael se puso a sus espaldas y ayudó a Maddox a bajar de los hombros de Luke, él fue el primer en correr hasta la mesa donde Jeff se encontraba.

—¡Hola Jeff! —chilló feliz, dejando en el olvido a su padre y Ricitos.

Michael fue el primero en entrar, pero no pudo continuar su camino independiente, pues Luke volvió a entrelazar sus meñiques y fue él mismo que les guió a la mesa. Realmente al rubio cantante no le importaba en lo más mínimo las miradas que podían atraer, estaba feliz por estar con Michael y eso desde hace tiempo no lo sentía.

Hace tiempo no era feliz.

Recordó que llegó a aquel centro de rehabilitación pensando que las drogas, las fiestas, el alcohol, el sexo, el éxito, y el dinero, eran la felicidad, cuando para nada de eso se trataba. Recordó el Luke que ingresó a aquel centro, que soñaba con terminar aquellos malditos días y salir más pronto que nunca para aspirar el polvo mágico, incluso deseos de clavar jeringas con un cálido líquido por sus venas llevándolo a otros mundos, dejando de sentir aquel vacío que siempre estuvo ahí.

High »MukeWhere stories live. Discover now