Sus manos intentaban contener el liquido rojo de ensuciar a todo lo demás.
El rojo brotaba de él de forma incontrolable, y lo bañaba entero de tono carmesí.
El mismo color que poseían las manzanas que él tanto odiaba.
Como tambíen el tono que desvanecía de sus mejillas y las convertía en gris.
Finalmente perdía la vida que él nunca quiso...Y vaya gracia le hizo darse cuenta de lo mucho que se aferraba a ella por fin.
YOU ARE READING
Historias cortas para perezosos
RandomRecopilación de historias originales, completas y fáciles de leer. Como también cortas para no aburrirte. Después de todo, una buena historia no tiene por qué ser larga. ----No al plagio ----