| Doctor De Compañia ;; Shaun Murphy stories |

Parte 33.🀄

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Al estar más de treinta minutos o más en la ducha se me puso la piel de salchichas a la olla cocinándose. Pero por lo menos complete mi World Tour, de todas formas se me había entrado otra duda en mi mente ¿de dónde conseguiría una secadora?. Recuerdo haber escuchado que Emma tenía una.

Me predispuse a llamarla.

-Hola Emma? Estas ahí?.-preguntaba desde el espejo, trataba de peinarme antes de enrollar este gran pedazo de chocolate negro en la toalla.

-Si, que se te ofrece?

-Em....no sé como decirte esto pero, tienes alguna secadora en casa disponible?

-Desde luego, de hecho tenemos dos ¿quieres que te la lleve?

-Me encantaría, en cuantos minutos estarás aqui?

-Pues ponle ocho o diez minutos.

-De acuerdo.

Me basto esperar que cortáse ella primero para poder salir del baño.

>> Dios quiera que ese irritante pelimarrón se haya marchado.<<

Al girar lentamente la perilla del picaporte con una mano y la otra sujetando mi salida de baño estaba lista para enfrentarlo. -Se había ido-dije dando un fuerte suspiro-supongo que por el ruido de la ducha. Me había encargado personalmente de cerrar bien las cortinas.

Entré al clóset para ver que me iba a poner, claro que, si me pongo algo distintivo se arruinaría por el estado en que esta mi cabello. No quiero Emma tarde, precisamente porque había parado la lluvia y me había despertado una especie de apagón, no he visto a Shaun desde esta mañana.

Sinceramente por tener capacidades "sublimes" tendría que estar por las salas de cirugías,en la cafetería o con Glassman. Práticamente se dio el tiempo adecuado para saber que soy algo .....difícil de domar. No le dio ningún problema.

Recogí del perchero una remera holgada amarilla clara, con shorts color celeste claro del mismo tipo que llegaban hasta los talones, de inmediato empecé a preparar mis peines y aceites esenciales por si la "idol stalker" s aparece de la nada y se le ocurriría darme un buen susto.

Estando ya frente al espejo algo salpicado por las riendas que llevó peinándome ante él, escucho pasos algo corridos por lo que serían chatitas o zapatos de tacones bajos. El picaporte se gira rápidamente para dejarme ver la figura de mi hermana entrando a la habitación. ¡Claro que lo ví por el reflejo del espejo! Mientras me fruncía a mi misma delante de él.

-Pudiste llegar a tiempo?

-Tu crées??-dijo sacácandose sus zapatos color mangenta aterciopelado para dejarlos al lado de la puerta y cambiarlos por unos crocs grisáceos.-Aquo esta lo que pediste.

-Gracias por traérmelo, de paso, porque vienes apresurada?

-Estaba de compras en Walmart, compré algunas verduras y las dejé en casa; de echo me llamaste cuando estaba en los pasillos de dulces.

-No me digas-dije mirándola con rostro de niña pequeña.

-Te traje bizcochos de vainilla y bocadillos salados, no sabía cual te gustaban solo pregunte cual era el más apetitoso y me los compré.

-Siempre fuiste amable conmigo. Te lo agradezco tanto.

-No hay de que.-dijo para después sentarse en la camilla y perderse entre los mosaicos del suelo.