Oneshots 1 [Chris Evans]

96*

Cumpleaños 39 del Dorito

Advertencia: Sí

Tomen sus precauciones 👉🏼👈🏼

Entro a la casa con el único sonido de mis tacones golpeando la fría madera del piso y la cadena de mi bolso al momento que lo coloco sobre la mesilla junto a la puerta. Me retiro también el abrigo y lo dejo sobre el perchero. Pasan de las diez de la noche, hemos acordado que llegaré a esta hora.

Escucho a Chris hablar desde la habitación que funge como biblioteca y oficina, camino con lentitud, cuando abro la puerta, me percato que se encuentra haciendo una llamada, así que espero desde ahí.

Chris nota mi presencia y sonríe de forma cálida, me hace una seña para que pase y tome asiento, es claro que le obedezco. Aprovecho este momento para observarlo con detenimiento, me fijo en lo pulcra que lleva la ropa, así como ese peinado que le queda tan bien. Me atrae lo espesa que se ve su barba, así como su definición y el largo que lleva manteniendo desde hace unas semanas.

No puedo evitar concentrarme en sus labios y en la forma en que mueven con cada palabra que dice. Mis palmas comienzan a picar ante la necesidad de tocarlo, pero me contengo e intento tranquilizarme. Espero a que finalice la llamada y una vez que lo hace, su entera atención está para mí.

—Me alegra que vinieras, te estaba esperando —dice y apoya los codos sobre el lujoso escritorio. De forma automática yo cruzo una pierna encima de otra, probablemente en búsqueda de un poco de control.

—Sabes que no puedo desaprovechar los momentos así —respondo y él me guiña el ojo —. ¿Qué tal todo? Ya sabes, con la serie y eso —menciono con demasiado interés.

—Excelente. Las grabaciones van muy bien en cuanto al tiempo, el equipo es excelente y puedo estar en casa todos los días —empieza a contarlo con mucha emoción, no puedo evitar sentir que mi corazón se ensancha ante esos sentimientos.

—Por cierto, no vi a Dodger por aquí —recuerdo y él sonríe con picardía.

—Está con mi madre —de inmediato me dice y se echa hacia atrás en la silla —. Ahora que lo pienso, no pude halagar lo hermosa que te ves esta tarde —susurra.

Sus palabras me emocionan y sin pensarlo demasiado, me pongo de pie, camino hasta que mi cuerpo es completamente visible para él y doy una vuelta con elegancia.

—¿Qué te parece? —le pregunto con coquetería —. Personalmente amo este vestido —confieso con honestidad.

Chris me escanea un par de ocasiones, en la segunda ya tiene su mirada levemente oscurecida y se concentra en ciertas partes de mi cuerpo, sonrío al cumplir mi cometido.

—Te ves... Exquisita —el adjetivo que ha utilizado me pone los pelos de punta, pero me limito a sonreír orgullosa.

El me vuelve a dedicar una mirada un poco más hambrienta y hace un gesto demasiado sexi: echa ligeramente la cabeza hacia atras, suelta un poco su corbata y con una sola mano desabrocha el primer botón de su camisa.