Amor De Cuento 》Reylo AU《

Capítulo 70 》Hola amor

Hola amor, si ya se que es extraño que te haya escrito una carta, debes de estar sonriendo al leer esto, ojalá estuviera a tu lado para poder ver tu sonrisa. Primero que nada quiero que sepas que...

Charlie enrolla la hoja y la tira a la basura, ya se estaba desesperando de escribirla, ya llevaba dos intentos y las ideas no fluían. Se levanta de su asiento, toma su saco, su libreta y su pluma y sale del despacho.

–Iré a la playa, si me necesitan diles que estoy en una junta muy importante

–Si señor– responde la chica.

Charlie salió del edificio, se subió al auto y fue hacia la playa, necesitaba inspiración para esta gran carta que expresaría todo lo que siente. Diría todo

Se estacionó frente a la playa, se quitó los zapatos, los dejó en el carro al igual que el saco y comenzó a caminar por la fria arena, bajo el abrazador sol que lo sigue a todos lados.

Se sienta bajo una sombra y deja que el aire salado con olor a mar le llene los pulmones. Cierra los ojos y se concentra en la suave y refrescante brisa que pega contra su piel, escucha el sonido de las olas golpear en la orilla y se deja llevar por el sentimiento que todos estos sonidos y sensaciones le provocan.

Inspiración. Eso era lo que necesitaba, abre los ojos y comienza a escribir en su libreta.

Hola amor. Se que debe de ser extraño recibir esta carta de mi parte pero sabes que soy un romántico. Debes de estar sonriendo al leer esto y vaya que me arrepiento de no estar ahí a tu lado viendo esa hermosa sonrisa que me derrite el corazón, veré tu sonrisa en un rato, te veré usando ese vestido blanco y te voy a declarar amor eterno.

*Llamada de Ben*

–¿Bueno?

–Voy en camino a Londres ¿te traigo algo?– pregunta en broma.

–Ja-ja que chistoso– responde Charlie haciendo que Ben ría –simplemente representamos bien, no metas la pata

–Tranquilo viejito, he hecho esto miles de veces, dentro de poco habrá una sucursal de este lado del mundo

–Seguro que si– responde Charlie algo distraído con la familia que estaba a unos metros de el.

Tenían una hija de más u menos unos tres años, su cabello era rubio y corto y la niña corría con algo de dificultad por la arena. Imagino a su hija corriendo sobre la arena, imagino como sería cuando creciera, esperaba ansioso el momento en el que la ayudara a caminar, el momento en el que dijera papá y se le cayera su primer diente, imaginaba el momento en el que empujaría a Sara en la bicicleta prometiéndole que no la soltaria y sin darse cuenta ella sería la que avanzara sola.

Imaginaba todos esos hermosos momentos junto a su hija y la mujer que se convertiría en su esposa y los esperaba con ansias.

–¿Qué te parece?– Charlie no le ponía atención a Ben con todos estos pensamientos a lo que Ben se dio cuenta –¿me estabas escuchando?

–Lo siento me distraje

–Por supuesto– responde Ben.

–¿Qué decías?– pregunta Charlie.

–Escucha yo no tuve el valor para despedirme de la manera correcta pero arreglé todo para quedarme a vivir en Londres

Eso lo desconcertó. No pensó que Ben fuera a ignorar todo lo que Charlie le había dicho.

–¿Por qué?

–Alguien tiene que vigilar esta sucursal, no puedo simplemente dejar que un desconocido se encargue, yo lo haré, además será lo mejor