Amor De Cuento 》Reylo AU《

Capítulo 75 》Vamonos

Ben llega a la casa al cabo de unas horas, ni si quiera paso a dejar las maletas, solo pidió un taxi y le pidió que lo llevara a la casa donde se supone que Rey estaba. Se llevó la sorpresa de que Rey no estaba ahí, así que fue a casa de Hux.

Tocó la puerta y espero a que le abrieran.

Cuando Hux lo vio supo que habría problemas, el solo hecho de enterarse de que Rey estaba con Sionis ahorita le pondría los nervios de punta.

–¿Dónde está Rey?– preguntó entrando a la casa.

–Hola también nos da gusto verte– dice Hux cerrando la puerta por detrás de el.

–Perdón por no saludar pero después del escándalo que leí necesito saber ¿cómo está?

–Bueno pues se fue– respondió Jyn –no sabemos a donde solo sabemos que se fue con Sionis

–Todos le dijimos que no fuera ingenua pero se atercó– agregó Poe.

–Bueno pero yo no me puedo quedar de brazos cruzados, algo tengo que hacer

–¿Qué vas a hacer?– pregunta Carlo –¿Ponerte una capa y creerte Superman para combatir contra Sionis?

–Pasame las direcciones de las casas de Rey

–¿No crees que Sionis se la llevó a otro lado?– pregunta Finn –digo, ya que lleva manipulandola desde hace tiempo creo que lo más inteligente sería que se la llevo a muy muy lejano y le lavo el cerebro

–No estoy para bromas Finn– dijo –No se como le voy a hacer pero voy a encontrar a ese maldito imbecil

Ben no se iba a quedar cruzado de brazos, tenía que encontrarla, tenía que verla, tenia que saber que estaba bien y no importaba que pasara el no dejaría que Sionis se saliera con la suya.

(...)

El avión despega con dirección a donde todo esto empezó. Rey iba en busca de una nueva vida, en busca de reiniciar todo.

De verdad que se sentía terrible por esta situación, se sentía avergonzada y humillada por todo lo que Cristina había dicho de ella, se sentía traicionada por su familia, se sentía abandonada por Ben y Charlie. La habían dejado sola contra el mundo y Sionis había sido su salvavidas

–Encarguense de lo que les dije– dijo Sionis a Ronnie en voz baja.

Se dio la vuelta y se sentó frente a Rey quien tenía los ojos hinchados de tanto llorar. Ya estaba cansada de toda esta situación, solo quería cerrar los ojos y dormir un poco pero había alguien que le exigía atención y esa era la pequeña Sara que reclamaba por la atención de su madre.

–También tuvo un día largo ¿cierto?– pregunta Sionis pasándole la pañalera a Rey.

–Si, pobrecita mi niña, solo tienes cuatro meses y ya hablan mal de ti

–No lo permitiré– dijo Roman –ya hable con Ronnie, intentaré deshacerme de todas esas noticias

–No te molestes por eso, quedó marcado en la mente de la gente, ahora mi bebé es...

–Por favor ni siquiera lo menciones– dijo Roman –esas personas no saben el trasfondo de las cosas, Sara no tiene la culpa de absolutamente nada y si es necesario yo le doy mi apellido

–Gracias pero eso no es necesario, llevarás el apellido del abuelo...– dijo moviendo a la pequeña en sus brazos.

–Palpatine– menciona Sionis con una sonrisa –si el viejo me ayudó mucho antes de que me uniera a la mafia, fue un gran apoyo– agrega bebiendo de su vaso de whisky –Sara Palpatine, creo que le quedaría mejor el Bertinelli– dice haciendo a Rey reír.

–Hastings tampoco era un mal apellido– dice intentando ignorar ese dolor en el pecho.

Sionis no respondió. Se quedó callado pensando en lo que ahora pasaría. No era capaz de hacerle daño eso era seguro, quería protegerla, quería hacerle ver que a su lado todo estaría a su disposición, todo estaría a su alcance y nada le faltaría.

En cuanto a Rey podemos decir que ella sabia lo que Sionis pensaba hacer, sabia que ahora era cuando le ofrecería todo pero se le olvidaba que no era tan tonta, Rey no aceptaría nada de parte Sionis, nada que pudiera comprometerla a tener que devolver el favor de uno u otro modo.

Ahora era cuando Roman debía de tener cierto temor, lo despojaria de toda su armadura. Sería como ese soldado que va a la guerra usando toda su armadura, ve una tentación a lo lejos y se va distrayendo dejando la guerra detrás y poco a poco va soltando su armadura. Deja caer el casco, la coraza, las rodilleras, la espada y por último el escudo. Queda totalmente desprotegido y se entrega en las manos de la tentación sin siquiera darse cuenta. Se dejó seducir por aquella tentación y eso le costó la vida a este soldado.

Es justo por eso que Roman Sionis tiene que tener miedo. Rey es esa tentación y si se deja llevar, si se deja seducir, entonces la armadura irá cayendo poco a poco a modo que vaya cayendo en sus encantos. Tiene que retroceder porque a este punto la mitad de la armadura está en el suelo, sin darse cuenta ya estaba hipnotizado.

(...)

–Ben, entiende, no puedes ir por ahí persiguien a la mafia con un bebé– dijo Hux.

–Entonces ¿qué se supone qué tengo que hacer?

–Esperar...– respondió Carlo.

–Rey se fue de aquí molesta contados nosotros pero no le va a durar para siempre el coraje, solo hay que darle tiempo– sugiere Jyn.

–Tiempo– repitió Ben sentandose en el sofá.

Con forme más pasaban los minutos sentia que más la perdía, sentía que el podría hacerle cualquier cosa, podria herirla o seducirla. Cualquiera de las dos era mala.

"Maldito Charlie" pensó, pero no era culpa de Charlie el haberse accidentado y tampoco no era culpa de Charlie Haber perdido la memoria.

(...)

El jet aterriza en Playa del Carmen México. Rey estaba de vuelta en el lugar que la vio crecer. Aquí haría todo de nuevo. Su hija crecería ahí, aprendería lo que ella aprendió y no le faltaría nada, de un modo u otro iba a limpiar su imagen, no importaba que le costara.

–Es linda– dijo Sionis mirando el lugar.

–Si, es grande– responde ella.

–Podríamos poner cámaras alrededor de toda la casa, electrificar, poner alarmas y una pluma en la entrada para evitar que entre la prensa y...otras personas– dice mirando la hora en su reloj –tengo que irme, solo serán un par de días y volveré para el fin de semana

–¿A dónde irás?

–Voy a hablar con algunas personas, ya sabes como es este negocio, tardaré pero te prometo que volveré para poner orden aquí

–No es necesario poner ningún tipo de orden, pero si te esperaré para el fin de semana

–¿Qué no es necesario dices? Llaman a Sarita una bastarda, eso no se va a quedar así, hablaré con quien sea necesario para limpiar sus nombres

–Eres muy amable– dice con una sonrisa.

–Son mi razón de serlo

Rey sonrie y aparta su mirada de el. Roman siente como algo dentro de el que llevaba dormido desde hace tiempo despertó. Podría ser compasión, podría ser que se estaba haciendo sensible o tal vez se estaba encariñando. Pensó que tal vez se estaba enamorando.

Borró todo pensamiento de su cabeza y dejó de pensar en eso que ahora lo tenía confundido.

–Te veré en un par de días– dijo saliendo de la casa.

Cuando el se fue ella dio una pequeña vuelta por la casa mirando las blancas paredes y las grandes ventanas que daban vista a la piscina en el jardín trasero, un jardin en el que Sara podría jugar con una mascota.

Ahora de lo único que tenía que preocuparse era de mantenerse a ella y a Sara a salvo, no era tonta, sabía que Sionis era peligroso pero también sabía que estaba ganando el control sobre el, eso podría ser una ventaja.