¢apitulo 11

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Giovanni salió de la habitación y se sentó debajo de un árbol en el patio a pensar. Se agarró la cabeza, no tenía ni idea que iba a pasar ahora, con él, con su sobrino o con su vida.

¿Como iba a arreglar ese problema ahora?, la verdad que no tenía ni la menor idea.

- ¿Todo bien, cariño?

Una voz femenina interrumpió su momento de locura, la mujer se sentó a su lado con tranquilidad mientras la bebé en sus brazos hacia fuerza para alcanzar su cabello. Giovanni le sonrió a Aylen, la esposa de Joseph, su vista se desvió nuevamente a la bebé que lo miraba con intriga.

- Está enorme desde la última vez que la vi.

- Si, cada día crece más. Es una pequeña traviesa -rió Aylen cuando su bebé asintió como si supiera de lo que hablaban- ¿tú como estas?, siento mucho lo que pasó, esa mujer es una arpía.

- ¿Daniela?

- Si, desde el día que la conocí cuando estaba con Beltrán me dio mala espina, además nunca quería que traiga a Dylan porque supuestamente era molesto -soltó la mujer, indignada. Levantó la mirada y puso una mano en su mejilla- ¿fue ella la que te dejó así tu bello rostro?

- No, uno de sus gorilas intentando que le diga la ubicación de este lugar supongo, lo peor es que ni siquiera se mucho donde estoy.

- Bueno, me alegro mucho de que te encuentres bien.

- Gracias Aylen -Giovanni sonrió de lado - todavía creo que estoy en una película con todo esto.

- Oh cariño, es lo que tiene este mundo. Siempre parece que estas en una película, todo se va a arreglar, ya verás. Joseph está aquí con los chicos para poder solucionar ese asunto.

- No lo sé...no me preocupa tanto mi trabajo, pero si mi sobrino, mi hermana es una incompetente, no se deja ayudar. Estaba a punto de lograr obtener su custodia cuando me vi metido en este lío -le angustiaba no saber como estaba su sobrino.

- Lo volverás a ver, te prometo que Joseph y yo haremos todo para devolverte tu vida. Tú salvaste la mía y la de mis hijos, te lo debemos -Aylen le puso la mano en el hombro, Giovanni sonrió un poco más tranquilo.

- Muñeco, Aylen-Juan Cruz se acercó a ellos por el jardín- tenemos algo que hablar con ustedes.

Ambos se levantaron y caminaron hacia adentro, Aylen se adelantó un poco mientras Juan Cruz miraba de reojo a Giovanni.

- ¿Se te pasó ya la borrachera? -se burló el castaño, mirando de reojo el impecable traje que llevaba puesto el moreno.

- Algo, más o menos -Juan Cruz lo miró, desesperado por su atención- ¿luego quieres ir a la piscina un rato?. Ya sabes, relajarnos, tomar algo, tal vez hacer manito en el agua.

Giovanni se frenó de repente y lo miró con un ceja alzada.

- ¿Que te crees que estoy de vacaciones? además, no voy a ir ahí a sentarme contigo a donde llevas a todos tus fulano gritones y mucho menos a hacer "manito" -hizo una mueca asqueado. Juan Cruz sonrió y se acercó, invadiendo su espacio personal. Tomó su barbilla y miró de sus ojos a sus labios descaradamente.

- No te pongas celoso, sabes que tu no eres un fulano de esos -susurró un poco más serio, controlando sus manos para no apretarlo contra su cuerpo y comerle esa insolente boca. Giovanni ignoró lo que el tono de su voz le provocaba.

- No me importa si soy un fulano o no, tengo cosas más importantes como para ir a "hacer manito" con otro fulano -Giovanni rió bajito por la cara de indignación del moreno. Juan Cruz se apretó el pecho como si le doliera.

Narcos (Gay)Where stories live. Discover now