ℳ𝒾ℯ𝒹ℴ ♡

1.1K 201 27
                                    

— Espérame aquí, regresaré pronto — Ordenó Jihoon, sentando a SeungCheol en una de las bancas del jardín principal del instituto.

Se había olvidado de unos libros en casa, así que necesitaba regresar por ellos o tendría problemas. Le marcó a SeungKwan y el rubio había dicho que no tardaba en llegar así que por insistencia de este decidió dejar al mayor aunque no están del todo convencido; pero la única manera de llegar a tiempo era que solo fuera uno en la bicicleta así está correría con más fuerza.

SeungCheol observó como Jihoon se alejaba, trató de mostrarse calmado para que el blanquecino no se preocupara más de lo que ya se veía.

SeungCheol vestía con pantalones de mezclilla algo sueltos, una camisa azul marino y sobre está llevaba un suéter con gorro de color café. Su cabello cubría ligeramente su frente tapando sus cejas; sus ojos eran grandes con un brillo distintivo a los demás.

SeungCheol no era mudo, solo no tenía la suficiente confianza para pronunciar palabras, pero sus pensamientos estaban al tope de tantas cosas que quisiera decir, pero su miedo era más enorme aún.

Los minutos pasaron y su mente no dejo de idealizar que todo fuera al revés, que el protegiera a Jihoon como el blanquecino lo hacía con el. 

— Hola chico raro — El mayor levantó la vista encontrándose con una camisa amarilla, llegó hasta el rostro ajeno y se sintió diminuto al ver que era el chico que le había gritado en los baños.

SeungCheol desvió la vista temeroso, su rostro se mantuvo sereno pero su Interior era totalmente lo opuesto.

El chico sonrió fríamente — Me debes una camisa ¿Lo recuerdas?  — Soonyoung mantenía las manos en sus bolsillos, se Inclinó ligeramente, siguiendo el rostro que se negaba a mirarlo fijamente.

Las cejas de SeungCheol se elevaron ligeramente al escucharlo. ¿Le debía un camisa? ¿A caso ese chico no conocía el jabón?

— ¿No la pagarás? — Inquirió insistente — Sabes, es realmente molesto que no me respondas, mi paciencia comienza a derramarse.

El mayor siguió sin mirarlo, su vista se mantenía hacia el lugar donde Jihoon llegaría, las comisuras de sus labios comenzaban a temblar ligeramente.

— Eres tan raro — Continúo diciendo el chico — Tu amigo ¿no está contigo?  Realmente es muy fuerte para su altura.

Los alumnos de la institución entraban y entraban en gran cantidad, las clases no tardaban en comenzar, SeungKwan había dicho que estaba cerca pero aún no aparecía.

El cuerpo de SeungCheol se tensó al sentir como jalaban del cuello de su suéter, levantándolo bruscamente, su cuerpo fue obligado a acercarse a Soonyoung, de pronto sintió como la voz del chico golpeaba cerca de su oreja.

— Nadie se había atrevido a tratarme de esa manera, dile a tu amigo que no me quedaré tan tranquilo.

El rostro de SeungCheol perdió completamente sus colores, estaba pálido, sentía miedo, las palabras de ese chico eran tan sinceras que frente a sus ojos pudo ver la figura de Jihoon.

Fue soltado bruscamente logrando que perdiera el equilibrio y callera al suelo, sus manos fueron las primeras en tocar el suelo, las había metido para poder detener el impacto con ellas.

Su vista se mantenía inyectada en el color gris del pavimento, los alumnos pasaban rodeándolo para no pisarlo accidentalmente, ninguno se detuvo al ver la situación. Soonyoung se alejó lentamente, colocando sus manos detrás de su espalda y agrando su pecho sintiéndose orgulloso de lo que había hecho.

— ¡¡SeungCheol!! — Gritó SeungKwan a lo lejos, corriendo hacia el castaño que se mantenía aún en el suelo. Desorientado — ¿estás bien? ¿Qué te paso? — El de mejillas abultadas se sentía alterado, había tardado más de lo que había dicho y todo por comprar bocadillos.

SeungCheol se levantó con ayuda del rubio, su rostro estaba frío. El rubio sacudió sus manos, quitando el polvo de ellas, estaban rojas y podía verse las marcas de piedras en ellas.

SeungKwan no preguntó más, sabía que SeungCheol no diría nada al respecto y no podía entenderlo al igual que Jihoon lo hacía, así que lo tomó entre su brazo y lo llevó adentro.

Al llegar al aula el mayor seguía con la misma expresión fría en su rostro, SeungKwan jugaba con sus manos nervioso sin saber cómo reaccionar, sus compañeros de clase lo veían confundidos por su actitud, pero solo se limitaron a seguir con sus asuntos.

De pronto SeungKwan sintió como su alma dejaba su cuerpo al ver a Jihoon cruzando la puerta del aula.

Mi pequeño Bravucón (JiCheol)Where stories live. Discover now