𝒯𝒶𝓁 𝓋ℯ𝓏 ♡

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—¿Te enteraste? — Grito Vernon entre respiraciones cansadas. Sosteniéndose del hombro ajeno.

Soonyoung lo miró sobre su hombro, frunció el ceño al no comprender a qué se refería — ¿sobre qué?

—Jihoon, Jihoon dejó la escuela, se fue — El rostro de su amigo se congeló al escucharlo.

—¿Cómo lo sabes? — Inquirió exasperado, tomando el cuello de la camisa de su amigo.

Estaban en la cafetería, rodeados de muchos alumnos, los cuáles volvieron la mirada hacia ellos mientras se preguntaban curiosos, lo que estaba sucediendo.

—SeungKwan me lo dijo, él está muy triste — Respondió, colocando una de sus manos sobre la de Soonyoung, tratando de zafarse — No entendí muy bien — Dio un jalón más y se liberó — Pero tiene que ver con la recuperación de SeungCheol.

Soonyoung sonrió amargamente, dio media vuelta para salir de ese lugar, después de escuchar a su amigo, salió de aquel sitio dónde las miradas de todos se clavaban en su espalda. Solo pudo pensar, que nuevamente SeungCheol apartaba a la persona que quería. Pero no podía estar furioso con el mayor, no cuando, ni siquiera tenía la culpa directamente.

Sabía que era tonto, que era patético aferrarse a una persona que no lo recordaba, que no veía a las personas alrededor y solo se concentraban en una. Su corazón dolía por la noticia, pero muy en el fondo sentía una gran calidez.

Por eso se había enamorado.

Aún recordaba aquella época dónde con temor se dirigió al aula de su nueva escuela. Todos sus anteriores amigos se habían ido a una secundaria cerca de su distrito, en cambio Soonyoung a causa del trabajo de su padre, tuvo que mudarse nuevamente. Sentía una intranquilidad en su pecho, nuevamente comenzaría desde cero.

Al entrar al salón pudo visualizar a unos cuantos alumnos, se quedó parado en la puerta unos minutos para poder buscar un asiento de su agrado, cuándo una voz resonó detrás de él, pidiendo que se moviera. Asintió y se hizo a un lado, observando como una pequeña figura entraba al aula, sosteniendo a otro chico de la mano, guiándolo hasta los asientos del medio.

Curioso, no les quitó la mirada de encima, las comisuras de sus labios se elevaron al observar como el chico de baja estatura, sentaba y acariciaba los cabellos de su compañero.

Soonyoung decidió sentarse en los asientos cerca de la puerta, en el primero para ser exactos. No le costó hacer amigos, su carisma, hacia que todos los alumnos voltearan a verlo y saludar. Pero, su curiosidad aumentaba en aquellos chicos, en el blanquecino especialmente, en ese que trataba al chico de cabellos castaños como a un niño.

Ambos chicos eran los únicos que no se habían acercado a él.

El tiempo transcurrió y Soonyoung no podía dejar a un lado su inquietud por aquel chico que tenía por nombre, Jihoon. Le encantaba observar su trato hacia SeungCheol, como lo acariciaba con toques suaves y hablaba con una gentileza que podía desbordar sentimientos en su corazón.

Sin entenderlo, se había vuelto uno de sus pasatiempos favoritos.

Jihoon era un chico peculiar, lo había visto discutir con algunos compañeros, defendiendo a su amigo como si no le importara ser regañado por los maestros o sus padres, podía sentir la admiración alojarse en su pecho y al mismo tiempo se sorprendía del gran cambio que él blanquecino podía dar.

Era un pequeño bravucón por un lado, pero por el otro era el ser más cariñoso y atento con aquel chico que se escondía detrás de él.

Mi pequeño Bravucón (JiCheol)Where stories live. Discover now