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Jimin salió de la habitación colocándose un abrigo largo para tapar su problema que aún no bajaba.

Tae se quedó en el closet buscando qué ponerse y ni cuenta se dio que Jimin salió de allí.

Jin estaba sintiendo la ansiedad aumentar a cada segundo en su ser, odiaba esperar tanto y todavía con el frío qué lo estaba azotando.

Después de unos minutos Jimin finalmente abrió la puerta.

—Al fin — Jin resopló entrando sin esperar invitación.

“Qué modales” pensó molesto Jimin.

En ese momento Jin volteó de golpe en su dirección, acto que lo hizo pegar un salto del susto.

—¿Q…Qué pasa?— Su voz salió más temblorosa de lo que esperó.

Los ojos de Jin se volvieron más oscuros, las pupilas se le dilataron en un instante.

Jimin tragó en seco, esos ojos negros parecían calar su alma. Los nervios empezaron a invadirlo al sentir su agria fragancia signo de su enojo.

—Hueles mucho a MI Omega — dijo con la voz profunda haciendo erizar los pelos de Jimin — ¡Lo tocaste! — Jin saltó hacia él lanzando un golpe que afortunadamente Jimin pudo esquivar.

—No, no lo hice, cálmate por favor, te dije que su celo está fuerte toda mi habitación huele a él y por eso se me pegó el olor — se apresuró a dar la mejor mentira que pudo inventar en ese momento para salvar su pescuezo.

Jin al escucharlo trató de calmarse, pero sentir el aroma de su Omega había alterado a su cisne que ahora le exigía ir a buscar a Tae.

—Llévame con él de una vez — pidió Jin aún con el tono grave en su voz acercándose más a Jimin.

Jimin asintió nerviosamente y le pidió que lo siguiera.

“Estúpidos Alfas hormonales” pensó Jimin entre asustado y furioso, al subir las enormes gradas que lo llevaban al ala sur donde estaba su habitación, cuando un nuevo aroma hizo que se sintiera mareado.

“¿Qué es esto?” Jimin sentía que el aire se volvió pesado, de pronto el calor en su cuerpo empezó a acrecentarse “No puede ser, ¡este Alfa está en celo!” el miedo lo invadió, era claro que no debió contactar con él ese día, manejar un Omega en celo era problemático pero se podía lograr.

Un Alfa en celo era otra cosa, ahora el miedo de Tae podía entenderlo, corría peligro de quedar preñado, los Alfas en celo odian usar protección.

“¿Qué he hecho?” Jimin se sentía muy culpable. No podía simplemente sacar a Jin de ahí, eso sería imposible.

No quedaba otra que rezar porque todo salga bien.

—Acá es — Jimin se detuvo en la puerta de su habitación que estaba al final del pasillo del ala sur.

—Toma — Jin le entregó las llaves de su auto antes de que abriera la puerta— Guarda mi auto y no nos molestes — ordenó Jin al abrir la puerta, sintiendo una ola de feromonas golpearlo dejándolo más atontado.

—¡¿Qué?!— exclamó espantado Jimin —¿No te lo llevarás? ¿Te vas a quedar? — preguntaba histérico.

—Ya no resisto más por si no lo notas, no puedo conducir en este estado, solo no se acerquen — Jin explicó lo más calmado que pudo entrando a la habitación.

—Hay, hay condones en el velador al lado derecho de la cama — dijo Jimin derrotado, esperando que ese Alfa los usara.

—Entiendo, ¡ahora vete!— Jin cerró la puerta con fuerza.

🚫 AMOR PROHIBIDO 🚫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora