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Cuando llegaron a SooJen a recoger la flores, ya había trabajadores subiendo los arreglos de boda a la camioneta.

Jisoo le explicó a Jungkook en el camino, que la boda requería de cien centros de mesa, cuatro pilares y un arco para el altar, hecho de hortensias, mini rosas y orquídeas en colores pastel.

Sería necesario, entonces, montar el arco de rosas y los pilares en el jardín, mientras que otros empleados ayudaban a colocar los centros de mesa dentro del salón.

Nayeon corría de un lado a otro  en el jardín dirigiendo a las dos jóvenes que cargaban ramos de rosas pequeñas color rosa rumbo a donde se encontraba su padre, subido en una escalerita, donde coloca una a una en el arco. Las chicas le pedían indicaciones a la pequeña para que sea sus ojos en el camino, pues las flores no les permitían ver del todo bien.

—Jungkook, hijo, esa de ahí está chueca.

Y Jennie vigilaba todo de cerca, dándole órdenes precisas al peligro que trata encarecidamente de colocar cada rosa de forma perfecta, sin aplastarla en el proceso y eso, es toda una odisea para Jungkook.

La recepción se celebrará en dos horas y ya han llegado las sillas, mesas, manteles y la larga alfombra para el recorrido de la novia, solamente son los  floristas trabajando arduamente para llenar de vida el hermoso jardín y darle a la novia, todas las rosas que quiera en su gran día.

Nayeon ayuda a su padre con destreza y pequeña manitas cuidadosas, colocando a ras de suelo las últimas flores en el enorme arco. Su overol de mezclilla tiene una pequeña jardinerita en el centro y su sombrero de paja la cubre del sol, además de tener bloqueador en su carita cada veinte minutos porque "la alergia, Nayeonnie, no quiero que te enfermes" y su papá es muy precavido.

Una vez la última flor ha sido exitosamente colocada, los Jeon se chocan las manos, orgullosos, admirando el trabajo completado.

—Les quedó hermoso.—Jisoo palmea el hombro de su hijo, con una genuina sonrisa en su rostro–Bien hecho, equipo Park.

Nayeon pide bajar de los hombros de su padre y cuando está en el suelo, se pone en el medio del arco, con sus manos en la cadera.

—¡Papi tómame una foto!

Jungkook saca su teléfono del bolsillo de su camisa de mezclilla y retrata a su hija pequeña entre miles de rosas.—Di kimchi

—Kimchi—Nayeon sonríe, alargando la última "i" con sus ojitos cerrados.
































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Un novio para papá| KookTae Where stories live. Discover now