Permitido ||Saphael AU||

× Capítulo veintisiete. ×

La primera bolsa fue la menos pesada de digerir tanto para mamá y que para mí en lo emocional, trataba de luchar como podía parar volver a tener el control de mi cuerpo, pero no podía, al contrario a veces mi vista se nublaba tanto que solo veía las siluetas de las personas delante de mí, cada esfuerzo que hacía no llegaba a nada, ni un progreso para parar este asesinato, pero era imposible, mi cuerpo estaba fiel a aquello que hicieron conmigo, podía escuchar a las dos chicas, Emer y Ali reír por lo bajo y comentar de lo que estaba pasando y pasará conmigo después de la vida acabada de mamá, dicen que me volveré tan sumiso que al mínimo orden mi cuerpo responderá sin dudar, que mi fuerza aumentará que cualquiera que se cruce por mi camino mis manos lo matarán y que no sentiré nada de emocionalidad porque estaré consumido por la ira, soy un muñeco títeres de esas personas y a pesar de que ellas me están quitando lo más preciado para mí, mi cuerpo las protegerá y obedecerá cada orden.

"Mamá, para esto ya..."

Mientras se iba terminado la segundo bolsa mamá parecía ya cansada y repugnada por tanta sangre de más que entraba en su cuerpo, pero a pesar de que sabía que esto la estaba dañando siguió mientras hablaba con Elizabeth de los viajes que sueña hacer pero que el momento nunca llegará, mamá le cuenta de los sueños que tuvo con su difunto esposo, mi padre y lo cuanto lo extraña, cuenta de cómo se conocieron y como se enamoraron, los problemas que tuvieron que enfrentar y de lo cuando sufrió cuando esté falleció, le dolía tanto el alma por perder a su esposo cuando aún le quedaban muchas cosas por vivir.

"Yo también lo extraño mamá."

En la tercera bolsa mi mundo comenzó a desmoronarse mucho más rápido que antes, porque mamá ya estaba quedando inconsciente, vómito un par de veces y decía que se sentía mareada, ya estaba casi tirada sobre el sofá, pero Elizabeth la alentaba a seguir diciendo que pronto la transformación comenzaría, engañando a mi madre con mentiras, cuando en verdad ya en cualquier momento moriría, a la vez que pasaba eso mi vista se nublaba más veces que antes por el enojo que todo mi ser sentía, estoy viendo lo más traumante de mi vida, estoy viendo morir a mi madre frente a mis ojos y sin poder hacer nada, creí que lo más traumante sería lo de los niños preparados para matar y así sacar su órganos, pero en verdad esto es mucho peor. Espero que Raphael mate a cada una de estas mujeres que están aquí por hacer tanto daño, por hacerle daño a mamá.

Rebeca aparece frente a nuestra vista y por un momento tuve esperanza de que ella se le conmoviera el corazón al hacerle algo a mamá, quien no tenía mucho la culpa de todo lo sucedido, pero me sobresalto al ver que trae un vaso en sus manos y nada de arrepentimiento en su rostro, la veo moverse, pero antes se acerca hasta donde estoy y su cara va a mi oído preparada para decirme algo.

— Todo estará mejor después de esto y de derrocar a esos malditos jefes— me dice— tú y yo seremos la familia que dividieron.

"Tú... Tu eres..."

Ella se aleja y va hacia mamá, se arrodilla frente a ella y le da un vaso de agua, mamá se lo agradece mientras comienza a beber, Rebeca se levanta y deja que Elizabeth la abrace de su cintura observando a su víctima, Emer y Ali también están esperando ansiosas por ver qué sucede ¿Qué le dio de tomar? No sé cómo reaccionar ahora, no sé qué hacer, no puedo moverme, no puedo ni pensar, es como estar viviendo una película de terror en la que sólo soy espectador, solo que esto es la realidad, una maldita realidad. Como si me hubiese preparado por muchas horas para esto, puedo ver lo que más me está torturando y aterrando, mamá comienza a sangrar por los orificios de su boca y nariz, palideció y comienza a toser tanto que la sangre comienza a manchar todo, sus manos van a su vientre para abrazarse mientras se queja, trata de levantarse pero cae hacia adelante a los pies de las dos mujeres que miran con un tinte de diversión lo que está haciendo mamá, ella se abraza a la pierna de Rebeca y la mira, pero cuando creí que iba a suplicar por ayuda, me miro a mi antes de mirar a mi hermana.