'¡Nuevo caso!'

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Narra John:

La ida de Mary fue un golpe muy duro en mi vida, he perdido a amigos e incluso familiares pero.. ¿Mi propia esposa? La sensación de vacío en mi interior esta presente en varios momentos del día y a veces me gustaría irme y desaparecer.. Pero no debo de mostrarme débil delante de la señora Hudson, mi hija o Sherlock, no, delante de el no; hoy día 22 de junio no supero su muerte y mucho menos el lado vació de mi cama.

Tras pasar el día cuidando a mi hija, mejor dicho, siendo su 'caballito' mientras me galopaba por toda mi casa, acabando con leves dolores de espada debido a mi edad y mis servicios como medico en un terreno difícil, pude oír como alguien pulsaba el timbre con insistencia sabiendo, casi al instante, la presencia de mi ex compañero de piso: El famoso Sherlock Holmes; di un suave beso en la frente de la pequeña y la cargue entre mis brazos caminando hacia la puerta, gire el pomo con delicadeza y pude ver al detective con un semblante frío pero con una sonrisa en su rostro, rápidamente, sentí como mis labios de un tono rosáceo se vieron obligados a devolver la sonrisa amablemente.

-Muy buenas John, Rosie, tengo magnificas noticias -decía este mientras entraba a la casa del contrario, sin pedir permiso, y se sentaba en uno de los sillones que estaban colocados como cuando estos vivían juntos, cuando Sherlock se percato de aquello, su sonrisa aumento buscando la mirada de su amigo- ¿Tanto me echas de menos como para poner así los sillones?

- E-eh.. -este pudo sentir sus mejillas ruborizándose de la vergüenza pues las hipótesis del contrario no eran otra cosa que ciertas, pero se negaba a admitir aquello y dar paso a la burlesca sonrisa de este, por ello, carraspeo su garganta cambiando de tema- Y dime, ¿Que son esas noticias tan 'magnificas'?

- Tengo un caso para ti, y no es ninguna idiotez -confeso este notoriamente emocionado mientras se levantaba del sillón y casi tropezaba con un gracioso pato de juguete de la pequeña que emitía un característico sonido,que provoco una inocente risa de la menor que hizo que Watson la soltase en el suelo para que gatease hacia el pato, cerca del detective que procuraba no lastimarle al caminar-

- Deja de pasearte y dime, por favor -este empezó a cansarse del paso nervioso del contrario, y rápidamente sintió la mirada del detective que se quedaba inmóvil-

- Se ha hallado una pareja de mujeres muerta en su piso, de una manera inusual, al parecer se ve a plena vista un suicidio con una pistola pero pese al haber cinco posibles maneras no usaron ninguna ¿Por que? Por que quien sea que fuese, nos quiere confundir -concluyo sentándose en el sillón con un sonoro suspiro- Me encanta

- Se ve bien, y, déjame adivinar, necesitas mi segunda opinión sobre el caso ¿cierto? - su mirada se volvió levemente fría ante aquello, era obvio que solo lo querían para eso, y le parecía estúpido-

- John, eres mi amigo por encima de todo, y no solo quiero tu opinión, necesito tu ayuda, la ayuda del único que me comprende -la sonrisa del detective había desaparecido y su mirada se había vuelto mas comprensiva, este recibía una especie de 'clases' donde Molly le enseñaba cosas esenciales de los sentimientos y gracias a eso, se había vuelto menos frío, el joven se pudo percatar del rubor del contrario que, como un resfriado, provoco un muy leve sonrojo casi invisible en este- Además, llevas casi desde.. bueno, ya sabes, sin salir y no tienes buena cara

- Vale, llamare a Molly para que se quede con Rosamund, ya vuelvo -este salio de la habitación ya que notaba sus mejillas arder y necesitaba silencio para hablar con su amiga-

Narra Sherlock:

Desde que Mary murió no puedo evitar culparme por su muerte, como un frió puñal que todas las noches me atraviesa sin piedad, me cuesta acostumbrarme a la soledad de mi piso que solo se ve alterada por mi ida o por la entrada de mi hermano o la casera, o algún cliente con otro estúpido caso muy aburrido que solo me lo recordaba una y otra vez, es por esto que el tener un caso interesante siempre era la excusa ideal para visitar a mi amigo y sacarle de su casa, que supongo que, tal como a mi, solo le recuerda aquello y aun más al tener la viva imagen de su esposa en una hermosa niña.

- Oh Rosie~ tienes un muy buen padre ¿Sabes? -Dijo el pelinegro mientras acariciaba esos finos cabellos castaños de la joven que movía aquel pato de arriba hacia abajo mientras, en contadas ocasiones, mordía con ímpetu-

Me ponía nervioso la espera del rubio, sentía mi pie moverse como las diminutas manos de la contraria, de arriba a abajo y sin intención de parar, aun odiaba mostrar lo que sentía y seguía siendo nuevo esos estímulos así que a veces llegaba a perder levemente el control sobre mi o los ocultaba por encima de mi vida; al sentir un ruido, pude ver a John salir satisfecho de la cocina para acercarse a mi y a la menor.

- Todo listo, viene en cinco minutos ¿Te esperas, Sherlock? - este se había agachado para acariciar los cabellos que hacia escasos segundos el contrario había acariciado, con sutileza-

- Claro que si - dijo mientras juntaba sus manos extendidas y pensaba en el caso, en Mary pero sobre todo en la menor y Jonh-

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Hola mis detectives favoritos jeje, esta es mi primera historia y hace una semana que me acabe la serie enamorándome de los personajes como loca, quiero aclarar que los personajes no son míos pero la idea sí así que pido que no la uséis, dicho esto se que la historia no sera muy leída o a secas, casi nadie la leerá pero, me motiva expresarme, y si, también se que paso 'la moda'

Dicho esto, espero que paséis buen día, tarde o noche y que bebáis mucha agua y comáis, también dormid mucho, vuestras 8 horitas diarias, suerte en la escuela o trabajo

¡Iré actualizando! ¡Tened paciencia!☆

'Todo estará bien, mi doctor' JohnlockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora